“QUIERO MORIR, SIENDO ESCLAVO DE MIS PRINCIPIOS,
¡NO DE LOS HOMBRES!” EMILIANO ZAPATA.
EL PUEBLO ES HUMILDE, SENCILLO PERO SABIO Y
AGUANTADOR
Leovigilda Cabrera Contreras | 31 diciembre de 2012
Tribuna Libre.-¡El pueblo, en sus espaldas, lleva todo el peso de la pirámide
social, de todos los sistemas económicos, pero más, del capitalismo galopante,
exprimidor, de la fuerza laboral, de la clase trabajadora.
Escuchamos una
canción, en Radio Teocelo, aplicado a una melodía infantil, como esa que dice,
10 elefantes se columpiaban, sobre la tela de una araña, como veían que
resistía fueron a llamar más elefantes. Aunque la canción comienza con un
elefante y terminan diez, columpiándose en la frágil tela de la araña. Eso es
una fantasía infantil. Y como fantasía, todo se vale. Pero en la vida de un
pueblo, comunidad, ciudad o villa, el asunto es otro rollo y lo presentan de la
siguiente manera: “un diputado, dos diputados etc., se columpiaban sobre el
salario de un obrero, como veían que resistía, fueron a llamar más diputados y
así sucesivamente hasta llegar a llamar, a gobernadores, pasando por
presidentes municipales, senadores y demás autoridades, que controlan la
economía y los salarios de los trabajadores. Todo viene a colación,
porque me invitaron a una posada, este 22 de diciembre actual, y, la
verdad, se me hace un castigo chino, -o un acto de fe o de necesidad, los
festejos religiosos, con respecto al clima, a lo que hacen, y, a lo que dicen.
En primer lugar, mesclan la educación con lo católico, lo que en cierta forma
es una violación a la Constitución. En otro contexto, se da a conocer la
cultura y las tradiciones, lo que también pasa por encima de la ley, pues una,
supera la otra. Lo que consideramos, hasta cierto punto, honesto. Pero los
actores de uno y otro “fervor religioso y dogmático”, es una farsa. Pues los
niños, desean su aguinaldo. Los adultos, tomar ponche y otros, embrutecerse con
bebidas embriagantes y otros más, comer por única vez, como ”Dios manda”, pues
les ofrecen tamales, chile atole, arroz, frijoles, refrescos, y tortillas
de mano o de máquina, a saciarse, según el sapo. Y las personas, de
estratos sociales, múltiples –en lo que se refiere a economía- y uno que otro
colado, con preparación académica de más altura, se dan cita, para hacer
lo mismo y aprender de todos y conocer el comportamiento social de los
distintos grupos. Pero el frío infernal, la música estruendosa, de grupos
bullangueros, de arranca zacate, y, por si fuera poco, algunas personas,
enfermas de gripe, cierra con broche de oro, los actos tradicionales de corte
católica, pues es la única, que acepta estos ritos. Lo que considero, a mi
punto de vista, un distractor mediocre y poco constructivo para los infantes,
que acuden a estos “ministerios” Observamos una niña, vestida con
una faldita y una blusa delgadita con guaraches, que titiritaba de frío. Otro
niño, iba con una playera y se cubría con sus manos los brazos, pues se le
olvido, dizque, llevar su chamarra. Y no crea usted, que fui a un rancho; ¡no!
Esto sucedió en una colonia de una ciudad de Coatepec. Las personas, iban
vestidas regularmente con sus buenas vestimentas para el frío, aunque alguno de
ellos, si tuvo que quitarse la “cobija” para hacer la famosa pastorela. Al
último, después de enfrentarse el Ángel, con el diablo, dejaron al niño
-muñeco-, tirado a un lado de sus pies, los alumnos, sin mayor preámbulo, pues
todos los participantes de la pastorela, fluctuaban entre 7 y 9 años de edad.
La colaboración, la hicieron alumnos de una escuela primaria de la colonia. El
encargado de hablar, fue un profesor de secundaria, el que pedía aplausos para
los protagonistas en cuestión. La verdad, se puede controlar a las
multitudes, con estrategias como estas, para calmar los ánimos y que sufran
tranquilamente – como se acostumbraba en la época de los romanos, al pueblo,
pan y circo-su situación económica y social, pues para eso, se hacen las
fiestas; amén de publicitar ciertos comercios, para que ganen con el spot
“gratuito” Los organizadores, aluden a los que otorgaron los dulces, los refrescos
o lo que dieron a todo el conglomerado, consistente, en más de mil personas
reunidas ahí. La actividad, se hace con fines políticos, también pues los que
hablan en público, se ventanean, para crear imagen y darse a conocer con los
colonos, y después ir en busca de voto gratuito y sin chistar nada. Por eso
decimos, que el pueblo no sabe para lo que lo utilizan, aunque es sabio, en
ciertas acciones y al último se da cuenta del engaño, pero mientras, ya dio el
voto, la confianza y la anuencia implícita para todo. La columpiada de todas
las corrientes religiosas e ideológicas, ahí la llevan. Pero cuídense, pues el
pueblo sabio, nunca van a resistir el hambre, aplicado por cualesquiera
de los elefantes columpiados. Les puede pasar como en los tiempos de la
esclavitud, ¡liberarse por la fuerza bruta! de ese yugo mortal. ¡El valiente
dura, mientras el cobarde quiere!
¡FELIZ AÑO,
2013!
¡Ya no se acabó el
mundo; felicidades, a los que no, nos tocó ese trance, de pasar de esta
vida a la otra! No obstante escuchamos una información, que durante los
próximos 40 años, a partir del 2013, se presentarán fríos invernales de alto
alcance, como los que se están dando en los países como Rusia, Canadá y Estados
Unidos, por citar algunos ejemplos. Pues el Sol, va a tener ciertos
cambios en su constitución física, con respecto a la actividad solar en su
superficie, lo que a nuestro parecer, va a permanecer un poco estático. No va a
haber tantas tormentas solares, lo que provocaría un enfriamiento relativo,
llegado a la tierra y aunque tiene mucha vida, según científicos,
solamente el creador podrá controlar, decidir o hacer, lo que más le convenga.
El hombre, como decía Sócrates, no es nada, ni para decidir, decir, y,
menos ¡para hacer! Así que viva usted la vida, como Dios le de a entender, sin
perder los principios, -no se cuales-, pues a la velocidad que vivimos, no
tenemos presente, pasado y menos, ¡futuro! En lo que está usted leyendo
y/o yo escribiendo, pasaron todos los tiempos. ¡Y ni cuenta nos dimos! Así
podemos estar, vivos muertos, o muertos vivos. Felicidades a mis magníficos
amigos, que hicieron el favor de enviarme una felicitación personal: Reynaldo
Castro Melgarejo, Marco Antonio Figueroa Quinto, Martín Zamora, Olivia Ojeda,
Antonio Nemi Dib y a todos los que enviaron