*"Hemos
ganado esa batalla", dijo la primera ministra Jacinda Ardern sobre la
eliminación local de contagios de covid-19.
*El
gobierno permitirá el regreso a un número de actividades, pero el confinamiento
general seguirá activo.
"Hemos
ganado esa batalla", dijo Jacinda Ardern
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Mundo. | 30 abril de 2020
Tribuna
Libre.- Pese a que la guerra
no está ganada, en Nueva Zelanda, la primera ministra Jacinda Ardern canta
victoria en una importante batalla: "No hay transmisión comunitaria
generalizada no detectada", dijo.
Cumplido un mes de máxima alerta en su
estrategia de 4 niveles contra SARS-CoV-2, Ardern anunció este lunes que el
país se dispone a empezar a dejar atrás uno de los confinamientos más estrictos
del mundo.
Y es que Nueva Zelanda tenía en vigor lo que
llamó estrategia de "eliminación" de la curva de contagios, una
estricta y agresiva alternativa a la "mitigación" que se practica en
otros países.
Pero la virtual desaparición de contagios
locales llevó al gobierno a anunciar el regreso al nivel 3 de su particular
escala, por lo que algunas actividades económicas podrán volver a ponerse en
marcha.
Los resultados favorecen a los neozelandeses:
el número de nuevos casos de covid-19 cayó hasta cifras de un dígito al día
(incluso cero el pasado 23 de abril) y las muertes también eran relativamente
pocas (19).
El primer caso confirmado de covid-19 se
registró el 28 de febrero en Nueva Zelanda. La enfermedad no avanzó mucho en
las siguientes dos semanas, con solo seis contagios registrados hasta el 14 de
marzo.
Aun así, la primera ministra Ardern ordenó
ese día que todo viajero que llegara a su país, nacional o extranjero, se
pusiera en cuarentena por 14 días sin excepciones, así como el veto a los
cruceros, un movimiento difícil para un país muy vinculado al turismo.
El cierre total
La mandataria dijo que su plan incluía
"las restricciones fronterizas más amplias y duras de cualquier país del
mundo", pero eso era solo el comienzo. Para el 19 de marzo llegó el cierre
total de fronteras.
Unos días después, presentó el sistema de
alertas de cuatro niveles que para ese momento ya estaba en el 2 y el cual
incluía también el cierre de cualquier espacio donde se reunieran más de 100
personas y la petición de quedarse en casa para ancianos y personas
inmunodeprimidas.
La
cuarentena obligatoria
Para el 23 de marzo, Nueva Zelanda superó los
100 casos en menos de un mes (sin ninguna muerte todavía) y aplicó el nivel 3
de su respuesta a la pandemia.
"Estamos yendo duro y temprano",
dijo Ardern a sus ciudadanos. "Solo tenemos 102 casos, pero también Italia
los tuvo una vez".
Dio un plazo de 48 horas para la activación
del nivel 4, llamado "eliminación", el cual estableció la cuarentena
obligatoria para los 4,8 millones de habitantes del país por cuatro semanas.
Nadie podía dejar su casa, a menos de que uno
de sus habitantes saliera para comprar víveres, medicinas o acudir al médico.
Solo estaba permitido hacer ejercicio o tener
esparcimiento en los alrededores de casa.
También se dio la cancelación total de
actividades no esenciales, lo que implicaba el cierre de escuelas, comercios
(exceptuando los de víveres y farmacias), industrias y servicios.
A partir de la activación del nivel 4 el 25
de marzo, los nuevos casos confirmados se contaban por decenas en los
siguientes diez días, con el número más alto (76) el día 28 y la primer muerte
al 29.
Pero entonces el efecto de la estrategia de
"eliminación" comenzó a ser evidente.
La
"burbuja" de contactos
A partir del 3 de abril, los nuevos casos
confirmados se fueron reduciendo casi día con día hasta llegar a menos de diez
por jornada. Incluso el día 23 hubo 0 nuevos contagios registrados.
Y si bien Nueva Zelanda no ha derrotado al
covid-19 definitivamente, está más cerca de hacerlo que hace un mes gracias a
que activó la alerta nivel 4 de "eliminación".
A partir de la próxima semana, los neozelandeses
serán libres de extender ligeramente sus burbujas de contactos para incluir a
familiares cercanos y personas que viven en aislamiento, solo en el mismo
pueblo o ciudad.
Con información
de Joshua Cheetham