Desaparecidos y sin justicia
Claudia Guerrero Martínez | 31 octubre de 2013
Tribuna Libre.- En lo que va de la administración de Javier
Duarte de Ochoa, se han reportado 130 niños desaparecidos de entre 0 a 17 años,
la mayoría mujeres, según cifras aportadas por la Procuraduría
General de la República. Lo lamentable de estos datos, es que son
casos reportados hasta la instancia federal, pero la cifra real es mucho mayor,
en comparación a la oficial… Organismos como Colectivo por la Paz
Veracruz aseguran que el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información
reportó del 2011 al 2013, el registro de 388 desaparecidos en todo el estado
y Xalapa tiene la mayor incidencia, además de ciudades como
Coatzacoalcos, Cosamaloapan y Córdoba…
La Procuraduría General de Justicia del Estado
reportó en el 2012, 66 mujeres y 61 hombres desaparecidos… En lo que va de este
2013, los reportes van en aumento a las cifras del año pasado, reconocidas por
la Comisión Estatal de los Derechos Humanos…
Iniciamos nuestra entrega, con la triste crónica de
la desaparición de la joven de 24 años, Ámbar Nayeli Suárez Rivera,
desde el pasado 02 de octubre del 2013. Estudiante de la Facultad
de Odontología, ese día, Ámbar recogía a su madre Yolanda Rivera Treviño en su
trabajo, para dirigirse a comer a su domicilio en la Colonia Zaragoza,
del Puerto de Veracruz y ahí recoger su ropa que utilizaría para su
trabajo por la tarde, en la Unidad Médica de Alta Especialidad No. 14 del
IMSS. Las constantes llamadas a su celular realizadas por el exnovio
de Ámbar, llamaron la atención de Yolanda Rivera, quien la vio por última
vez, cuando ella se despidió de su madre y salió de su casa, asegurando
que se entrevistaría a las 16:00 horas con su exnovio, un doctor que
trabajaba en el IMSS y hoy, es el principal sospechoso y quien se encuentra
también desaparecido. Minutos después de haber salido de su
casa, Ámbar deja su automóvil frente a la Facultad de Odontología, con la
cartera y su bolsa de mano, maleta con ropa y maquillaje. Sólo se llevó las
llaves del automóvil y el celular, el cual, en el whatsapp tuvo actividad
10 minutos después de salir de su casa. Testigos afirman que la vieron bajar de
su auto y caminar con una persona de sexo masculino, a quien mostraba
conocerlo, ya que caminaban conversando…
Los familiares de Ámbar están consternados… Ni las
marchas y manifestaciones logran sacar de la pasividad a las autoridades
ministeriales, quienes sólo se limitan en decir que están trabajando en
el caso y “checando los videos y testimonios”… Y su viacrucis inició desde el
levantamiento de la denuncia, la cual, el Ministerio Público argumentaba
esperar las 72 horas… Tiempo preciado para la rápida localización y
preservación de la escena… Después, se enfriaría como un caso más
en la lista de desaparecidos… Los familiares de Ámbar se acercaron a la
que aquí escribe para buscar otras alternativas y hacer eco a sus reclamos. Y
con justa razón, pues ellos aseguran tener el móvil, el sospechoso y la
vía… Términos fundamentales para una investigación sustentable, pero los
ministeriales hacen caso omiso a las pruebas aportadas por la madre de Ámbar,
Yolanda Rivera Treviño y su hermana Cinthya Yaret… Y con ello, muestran su
ineficacia y falta de profesionalismo ante éstas desapariciones…
La familia Suárez Rivera exige resultados y
la búsqueda afanosa de Ámbar… Lo lamentable, es que no es el primer caso y el
único de ellos, que está en voluminosos expedientes sobre escritorios de la
improductiva Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz, como
parte de la decoración y entorno ministerial de la ya larga la lista de
desaparecidos en el estado…
Otros casos, como el de Gabriela Benítez Ibarra,
desaparecida el 13 de junio del 2011… La denuncia se interpuso al día
siguiente, pero nuevamente, las autoridades explicaron que actuarían después de
las 72 horas… Fue localizada en una reserva llamada Molinos de San Roque, de la
Unidad Fovissste en la capital del estado, cerca de su domicilio, tres meses
después. Hasta hoy, no hay culpables y el caso está en la congeladora de la PGJ
y es un claro ejemplo de la ignominia burocrática…
Pero la ciudadanía no sólo está expuesta… Desde el
12 de junio del 2013, el comandante de Tránsito del Estado de Veracruz,
Luis Damián Pineda Medina está desaparecido, sin que la Dirección de Tránsito y
Seguridad Pública haya emitido algún comentario o facilitar pistas para su
pronta localización… Los familiares aseguran existir testimonios que involucran
al propio Director de Tránsito y de Transporte del Estado. Roberto López
Santoyo, quien tuvo fricciones con Pineda Medina el día de su desaparición…
Hasta el momento no hay indicios para su localización y sus familiares
están desesperados, pues observan el poco interés de las autoridades
ministeriales para la investigación… Tampoco hay testimonio de López Santoyo
sobre los señalamientos directos y curiosamente, el funcionario duartista
cuenta con 16 guardaespaldas para su protección personal…
Con estos ejemplos emblemáticos, ventilamos
la falta de servicio de la Procuraduría General de Justicia del Estado, quien
es un fiel observador del claro fenómeno de desapariciones en Veracruz,
sin que éste órgano ministerial ponga freno, permitiendo que la impunidad se
convierta en moda y forma de vida…
No olvidemos, que en pasadas entregas, el Poder
Judicial y los órganos ministeriales necesitan una urgente reingeniería. Viejos
vicios y policías ministeriales calentando sillas o extorsionando a detenidos
por delitos administrativos, son los casos que quieren llevar, para estar en su
estable y cómodo puesto…
No olvidemos también, que esto aunado a
la falta de viáticos, gasolina, papelería y hasta material pericial,
provoca que cualquier investigación sea engorrosa y se trunque…Y
gracias a malos manejos administrativos, acumulamiento de expedientes y
desorganización en la operatividad de las investigaciones de las
subprocuradurías y agencias investigadoras del Ministerio Público, en donde la
mayoría de sus titulares fueron designados, no por su buen
servicio, sino por ser amigo, cuate, amante, compadre, familiar y hasta socio
del Procurador en turno…
Así se las gastan en la PGJ… En lo que va de la
administración de Javier Duarte de Ochoa, era urgente la renuncia
de Reynaldo Escobar Pérez y hoy, el esperado despido de
Amadeo Flores Espinoza por su pasividad que causa bostezo durante su
gestión como Procurador… Mientras, no hay certeza para los cientos de familias
que buscan respuestas ante una autoridad ministerial rebasada por el gran
número de desaparecidos en Veracruz... Y quizá, ante un evidente
silencio, aumenta la teoría de una complicidad pactada…
Twitter: @cguerreromtz