Ciudad de México. | 21 agosto de 2017
Tribuna Libre.- El Instituto Nacional Electoral (INE) le
cuesta muy caro a los mexicanos: más de 15 mil millones de pesos al año, un
monto que lo coloca entre los aparatos de vigilancia electoral más costosos del
mundo, afirman analistas.
Sin embargo, a pesar del alto costo que pagan
los mexicanos para garantizar procesos democráticos en los comicios, el órgano
falla en uno de sus principales objetivos: fiscalizar debidamente y con
imparcialidad a los partidos políticos.
Este es el INE que velará la aplicación de la
Ley en la elección presidencial de 2018: uno debilitado y desprestigiado por el
actuar de sus consejeros, afirman los especialistas en el tema.
México cuenta con uno de los aparatos de
vigilancia electoral más costoso del mundo, pero también con uno de los más
desprestigiados. Este es el Instituto Nacional Electoral (INE) que tendrá a
cargo de organizar, vigilar y hacer cumplir la Ley en la elección presidencial
de 2018, cuyo talón de Aquiles, de acuerdo con los analistas electorales, es
precisamente una de sus funciones más importantes: la fiscalización.
El INE captó un presupuesto de 15 mil 071
millones 176 mil 879 pesos en 2017, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de
la Federación de este año, de los cuales 4 mil 138 millones 727 mil 092 pesos
son destinados al financiamiento de partidos políticos y el resto –10 mil 932
millones 449 mil 787 pesos– son utilizados por el organismo para gastos de
operación.
“El año que entra, con las elecciones
federales, el presupuesto del INE estará cercano a los 20 mil millones de
pesos. Yo no conozco el costo de las autoridades electorales de todos y cada
uno de los países del mundo, pero hasta donde yo conozco, es la institución que
tiene más presupuesto. En democracia, en general, México es la más cara del
mundo porque impera la desconfianza. En democracias más desarrolladas los
electores no necesitan tener una credencial para votar con tantas medidas, la
gente va y vota con la credencial que trae en la bolsa, hasta con la del
supermercado”, dijo Roberto Duque Roquero, académico de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y experto en Derecho Constitucional.
El Consejo Electoral del INE lo conforman
Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente; Edmundo Jacobo Molina,
secretario ejecutivo, y los consejeros electorales Enrique Andrade González,
Marco Antonio Baños Martínez, Adriana Margarita Favela Herrera, Ciro Murayama
Rendón, Benito Nacif Hernández, Dania Paola Ravel Cuevas, Jaime Rivera
Velázquez, José Roberto Ruiz Saldaña, Alejandra Pamela San Martín Ríos y
Valles, y Beatriz Claudia Zavala Pérez.
Cada uno de esos consejeros del Instituto
Nacional Electoral tiene autorizado entre 218 mil 469 y 259 mil 547 como sueldo
mensual. Los consejeros ganan entre 177 mil y 180 mil 003 pesos, además de
recibir entre 41 mil 317 y 69 mil 544 pesos por concepto de “prestaciones”, ya
sea en efectivo o en especie.
El Manual de Percepciones del INE indica que
además de su salario, los consejeros electorales tienen derecho a prestaciones
económicas y sociales entre las que se cuentan: prima vacacional equivalente a
cinco días del salario base por cada periodo vacacional –tienen dos periodos de
10 días hábiles cada uno–. Aguinaldo [40 días de salario]. Paga de defunción
equivalente a cuatro meses de salario [casi 1 millón de pesos]. Seguro de vida
institucional “mediante el pago de una suma asegurada básica que consiste en un
pago de 40 meses de sueldo tabular bruto” [alrededor de 9.5 millones de pesos].
Los consejeros del INE tienen además un
seguro colectivo de retiro, otro más de gastos médicos mayores con una suma
asegurada básica de de 111 a 295 salarios mínimos “cuya prima, así como las de
su cónyuge e hijos menores a 26 años son cubiertas por el Instituto”. También
gozan de un seguro de separación individualizado de entre el 2 y el 10 por
ciento del salario tabular, y una “ayuda para gastos alimentarios” de casi 12
mil pesos mensuales, así como de vehículos para uso institucional.
Eduardo Huchim May, experto en el sistema
político mexicano y ex consejero en el Instituto Electoral del Distrito Federal
(IEDF), recordó que entre el INE y los organismos electorales locales, el
presupuesto anual se eleva a los 35 mil millones de pesos, lo que hace al sistema
de vigilancia electoral de México uno de los más robustos y costosos del mundo.
Sin embargo tiene un problema elemental: falla al momento de fiscalizar los
recursos de los partidos, una de los principales puntos de inconformidad
durante los procesos electorales.
“El talón de Aquiles es la fiscalización. Por
ejemplo, en el Estado de México hubo un empleo de programas sociales evidente
con fines proselitistas y denuncias en contra de la campaña de Alfredo del Mazo
Maza. El INE fijó como tope de gasto de campaña de Alfredo del Mazo 169
millones de pesos, algo irrisible porque ahí se emplearon algunos miles de
millones de pesos relacionados con la compra y coacción del voto. Entonces, en
materia de fiscalización el INE es insuficiente, deficiente; esto es muy mala
noticia de cara a las elecciones de 2018 en donde no sólo habrá comicios en
tres estados, sino en todas las entidades federativas”, alertó Eduardo Huchim.
2017
SEMEJANTE A 2012, EN FALLAS
Lo sucedido este año recuerda la forma en la
que el antecesor del INE, el Instituto Federal Electoral (IFE), falló al
momento de fiscalizar la campaña electoral de Enrique Peña Nieto en 2012, como
candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la
República.
“Ahora con este escándalo de Emilio Lozoya
Austin [ex Director general de Petróleos Mexicanos] hay un elemento más que
acredita lo que algunos dijimos en 2012: que hubo un gasto descomunal en la
campaña de Peña Nieto y el IFE determinó que la campaña costosísima,
ostentosísima, costó menos que la relativamente modesta campaña de Andrés
Manuel López Obrador. Eso lo hizo el IFE, ahora el INE hizo lo mismo en el
Estado de México; entonces, el INE en lugar de ser una solución, es parte del
problema”, explicó Huchim.
La elección del Estado de México y la de
Coahuila fueron las que pusieron en tela de juicio la capacidad del INE y de
sus consejeros para actuar con imparcialidad.
En el primer caso, a pesar de que había
denuncias de todos los partidos de oposición por el uso de recursos públicos
para comprar votos y promover la candidatura del priista Alfredo del Mazo, el
INE determinó que no había rebase de tope de gastos de campaña. En Coahuila
ocurrió, además, una falla en el Programa de Resultados Electorales
Preliminares de México (PREP), algo imperdonable para un órgano que cuenta con
recursos millonarios, de acuerdo con los especialistas.
CAMBIAR
DESIGNACIÓN DE CONSEJEROS
Delfina Gómez Álvarez, ex candidata de Morena
a la gubernatura del Estado de México, ha insistido en la necesidad de que los
consejeros del INE sean removidos, tras el resultado de este año que dio como
ganador en el Edomex al candidato del Partido Revolucionario Institucional
(PRI) Alfredo del Mazo Maza.
“No podemos llegar así a 2018, la gente lo
que quiere es certeza, es transparencia, que no es el poder lo que nos
preocupa, sino la actuación, que quieren imponer…ahorita están midiendo; sí
pedimos la renuncia de estos consejeros”, dijo Gómez Álvarez el pasado 8 de
agosto durante un mitin en las instalaciones del Instituto Electoral del Estado
de México (IEEM), horas antes de que los consejeros locales votaran entregar la
constancia de mayoría a Del Mazo, a pesar de que aún no han concluido todas las
impugnaciones presentadas por los partidos de oposición ante la autoridad
electoral.
Sin embargo, el analista Duque Roquero
explicó que la remoción de lo consejeros a meses de la elección de 2018, sería
contraproducente. Planteó en su lugar un cambio de metodología para nombrarlos.
“Cambiar los nombres no resolverá el
problema, porque es de origen: la elección se da a propósito de las bancadas
parlamentarias en el Congreso; ese patrocinio de origen no abona a la
democracia”, precisó.
El experto recordó que los consejeros ya
arrancan “maiceados” de origen, pues son nombrados por los partidos políticos.
“Ya van pintados de colores desde el
principio. Han conformado al INE con una suma de parcialidades, creyendo
torpemente los legisladores que la suma de parcialidades es la solución, que da
lugar a la imparcialidad. Necesitamos una suma de imparcialidades. Este método
es parte de una de las razones por las que estamos viendo así al INE”, dijo.
Duque Roquero detalló que es más importante
que la persona que llegue a ser consejero, sea imparcial, aunque no sea un
experto técnico especializado en materia electoral.
El especialista Agregó que los futuros
consejeros deberían ser electos por un comité ciudadano compuesto por expertos
prestigiosos, y no como actualmente se eligen por un acuerdo de la Junta de
Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados, quienes se reparten
entre los partidos mayoritarios los nombramientos para que el pleno avale las
propuestas con las dos terceras partes de los votos.
“El método que aprobaron para el SNA[Sistema
Nacional Anticorrupción] del Comité de Participación Ciudadana me parece muy
bueno: que agarren a nueve especialistas con un prestigio inmenso, que ellos
sean los que designen a otras personas”, explicó.