Luis
Ignacio M. Lujano Rivera* | 15 agosto de 2017
Tribuna Libre.- Mucho hemos escuchado en
estas últimas semanas,
sobre los conflictos
internacionales, en donde se
indica que cada vez es más probable una nueva guerra entre los Estados Unidos y
Corea del Norte, con motivo de los ensayos nucleares que realiza el gobierno de
KIM JONG-UN desde Pionyang.
Se estima que podría concretarse este nuevo
suceso durante esta semana, en que se festeja el 15 de agosto el Día de la
Liberación Nacional, donde las dos Coreas se independizaron en 1945 de Japón,
con la Segunda Guerra Mundial, con el apoyo de los aliados.
Se dice que es tradicional que Corea del Norte
festeja el hecho con grandes desfiles militares y podría ser posible que el
líder coreano lanzara un nuevo misil, que es la advertencia que le anunció el
Presidente Trump, para enviarle “fuego y furia”.
Mientras tanto diversos países van tomando
partido, como China y Rusia que apoyan las sanciones que ha impuesto la ONU a
Corea; y por el otro lado, la advertencia de norcorea de lanzar en estos días,
un misil en contra la Isla de Guam, el territorio estadounidense más cercano, a
alrededor de 3500 kilómetros de distancia y que según dicen las noticias, se
proyectaría en la isla en menos de 20 minutos de recorrido aéreo.
Lo cierto es que hay muchas especulaciones
desde hace años, sobre la generación de la famosa Tercera Guerra Mundial; pero
más allá de ello, todos los días existen pequeñas grandes guerras; y son
pequeñas si las comparamos con la Primera y la Segunda mundiales; pero son
grandes si las viven los habitantes de los países más afectados con el
terrorismo, como el más reciente ataque que dejó 18 muertos y 20 heridos en la
capital de Burkina Faso, Uagadugú; o las guerrillas de grupos opositores en los
Estados mexicanos de Tamaulipas o Guerrero entre otros.
La intolerancia humana y la lucha por el
poder, en sus distintas dimensiones, van generando día con día, esas guerras,
que con sus respectivos efectos desgarradores, ganan dinero con la venta de
armas, pero han olvidado el gran principio juarista de: “ENTRE LOS INDIVIDUOS
COMO ENTRE LAS NACIONES, EL RESPETO AL DERECHO AJENO, ES LA PAZ”.
Hoy por hoy se hace más presente la frase
atribuida a Gershon Legman, quien se dice que escribió la frase a mano en su
suéter, en abril de 1965, en una manifestación contra la Guerra de Vietnam, en
Eugene, Oregon: "Make love and not war !". “Haz el amor y no la
guerra”.
Así esta frase ha servido de inspiración a
grupos pacifistas de todo el mundo y la han cantado John Lenon en la canción
Mind Games; Bob Marley en la canción No more trouble; y aparece entre otros
documentos promotores de la Paz en el mundo, en el libro de David Allyn, The
Sexual Revolution: An Unfettered History.
Hoy nos toca desde nuestras trincheras, orar
y promover la paz y no la guerra.