El
conformismo si no mata…
Jorge
Arturo Rodríguez | 17 agosto de 2017
Tribuna Libre.- A mí qué me importa que la cantante Taylor
Swift haya ganado el juicio contra el locutor David Mueller por haberle
manoseado el trasero ¡en el 2013!, quien ahora abonará la compensación
simbólica de ¡un dólar! Digo a mí qué me importa.
Mientras me masturbo las narices, oigo que un
compañero me dice que ya no escriba chingadera y media y siempre negativamente,
“no todo está tirado al traste”. Sigo masturbándome las narices y le digo:
“Todo está tirado, nos están tirando, arrojando a la mierda…” Mi compañero me
mira, se le salen los pómulos y las orejas, encabronado que está: “No manches,
en serio, no todo está de la chingada”. Me largo a otro lado, donde no escuche
“miopeses” (“Yo me voy a otra parte./ Y me llevo mi mano, que tanto escribe y
habla”, versificó Jaime Sabines).
Llevo mi trasero a otra parte y leo que “el 1% más acaudalado de la
población mexicana posee la tercera parte de la riqueza nacional y el 10%, las
dos terceras partes de los activos totales, según se desprende de un estudio
elaborado por el profesor del ITAM Miguel del Castillo para la CEPAL”. Ahí
nomás.
Del Castillo insiste: "…un país con mucha riqueza natural; tiene
minerales y petróleo, una extensa costa, recursos hídricos (principalmente en
el sureste), bosques y suficiente superficie agrícola para alimentar a sus
habitantes". Pero la situación actual es bien diferente: uno de cada cinco
mexicanos pasa hambre; el salario mínimo diario (80 pesos o 4,5 dólares) no es
suficiente para alimentar a una familia y más de la mitad de la población no
ingresa lo suficiente para comer correctamente y acometer los gastos básicos de
salud, educación, vestido, vivienda y transporte”. (elpais.com,14-08-17). Harto
sabido: puritita defecación. ¿De dónde sacar algo positivo? “Bueno, chico, al
menos estamos vivos”, me dice otro compañero un tanto burlón. El conformismo si
no mata, apendeja y por ese camino la mayoría permanece jodida.
Alguien más me comentó que debería dar un giro a mis comentarios que
escribo e ir al grano, no darle tantos rodeos a lo que realmente quiero decir,
y la verdad mientras me exploro el culo, me encuentro un grano y pido a Dios no
sean almorranas o eso que llaman hemorroides –¿es lo mismo? Carajos, exclamo, y
voy echarme a otro puesto, ahí donde pueda posar mis asentaderas y estar a gusto
y contento… ya lo adivinan… Entonces de inmediato me asusto y me digo, cabrón,
no me vayan a “coger” como al Tigre de Santa Julia, joder, en estos tiempos
violentos y yo tan santito. Aun así, por ser temporada vacacional, aunque a mí
no me las han dado (las vacaciones), decido leer las greguerías de Ramón Gómez
de la Serna:
*Hay tanta gente alrededor de la jaula de los monos que parece que dan
conferencias.
*No se deben dejar las tijeras abiertas
porque así podrán cortar el hilo del destino.
*Si sigue así la criminalidad de menores
habrá que construir un sillín electrocutarte a semejanza del que hay en las
peluquerías para los niños.
*A los presos los visten con pijamas a rayas
para ver si vestidos de rejas no se escapan.
*El capitalista es un señor que al hablar con
vosotros se queda con vuestras cerillas.
*Cuando anuncian por el altavoz que se ha
perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo.
*Todos hemos tenido cara de payasos al
enjabonarnos la cara.
Luego les comparto más greguerías, es
completamente mejor que escuchar las chingaderas de los políticos.
De cinismo y anexas
Por cierto, ¿han dejado que les vean el
trasero para que les adivinen el futuro? Claro que han dejado que se las vean
pero no precisamente para eso. Pos dicen las malas lenguas y videntes que es
posible.
Encontré lo siguiente en mi posición de Tigre de Santa Julia (perdonen
castos lectores): “Según declaraciones de Jacqueline Stallone, reconocida
astróloga, madre de Sylvester Stallone y aficionada a leer traseros, el lado
derecho del glúteo representa el hemisferio cerebral izquierdo y permite
predecir el futuro, mientras que el lado izquierdo representa el hemisferio
cerebral derecho y muestra el pasado de las personas.
“Por otra parte, Ulf Buck, seguidor de la
rumpología, compartió una guía que explica cómo es la gente, dependiendo de la
forma de su trasero: Las líneas que se extienden hacia adentro de las nalgas
representan éxito, carrera y capacidad artística. Un trasero con forma de
manzana indica a alguien que es carismático, dinámico, muy confidente y a
menudo creativo. En cambio un trasero en forma de pera sugiere a alguien con
mucha firmeza, paciente y con los pies en la tierra, dijo”. (vanguadia.com.mx,
2015).
Tendré que tomar un curso intensivo de
rumpología. Creo que me equivoqué de carrera y destino.