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Devolvió 12 propiedades y aún debe * “Mi
fortuna es producto de una herencia” *
ASF le halló desvío de 2 mil millones *
Y Duarte lo perdonó * SEV: siguen los
aviadores * Y los jefes se roban los
salarios * La foto de Ramos Alor y
Nahle * Echado del Hospital
Regional * Un alcalde y su moreno amor.
Mussio
Cárdenas Arellano | 18 agosto de 2017
Tribuna
Libre.- Lo
suyo no es robo. Su fortuna —presume Edgar Spinoso— proviene de una herencia,
producto del crimen de su padre y es de monto reservado. “Es un tema privado”.
Y esa reserva incluye las empresas sujetas a investigación, las viviendas en
Woodlands, las pistas que tocan a Carlota, su esposa, a los hermanos.
Tan limpio está, dice el diputado federal,
que no hay observación en sus días en el gobierno duartista. Sí la hay y él lo
sabe.
Tan sucio está, acusa el gobernador Miguel
Ángel Yunes, que devolvió 12 propiedades por las buenas, por el temor a ir a
prisión, y quedó a deber algo más.
Lo suyo, pues, apunta a la corrupción que
distinguió al duartismo, el desvío de recursos, el descomunal saqueo que
precipitó la quiebra de Veracruz.
Otra ficha en el esquema duartista es Spinoso
Carrera, que pasó por la Secretaría de Educación de Veracruz, por la Oficialía
Mayor, tanto con Fidel Herrera Beltrán como con Javier Duarte, con cuya firma
se dice qué sí y qué no se puede pagar, los millones y más millones con destino
incierto, una de las puntas del iceberg de corrupción.
Yunes le imputa responsabilidad manifiesta y
pronto habrá juicio de desafuero para enfrentar denuncias por malversar
recursos públicos y servir, por sí o con familiares, al saqueo vía la red de
prestanombres del ex gobernador Javier Duarte.
Spinoso, según el guión yunista, habría
entregado 12 propiedades de las 22 que logró recuperar Miguel Ángel Yunes antes
de asumir el cargo de gobernador. Acudió Miyuli con los prestanombres, los
citó, los encaró y les exhibió evidencia del saqueo y su participación. Y se
quebraron.
“Spinoso devolvió una parte y no ha cumplido
con lo que aún falta”, diría luego Miyuli.
Un despacho de Aristegui Noticias evidencia a
detalle que el diputado Spinoso no es tan limpio como afirma.
En la Oficialía Mayor de la SEV, “avaló los contratos concedidos por la
dependencia a empresas fantasma, unos 325 millones de pesos a compañías
fantasma, que fueron inhabilitadas por el Servicio de Administración Tributaria
(SAT).
“Spinoso Carrera fue parte activa en el caso
que se sigue contra Javier Duarte de Ochoa por lavado de dinero y delincuencia
organizada, al autorizar transferencias financieras el domingo 23 de diciembre
de 2012 desde las cuentas de esa dependencia, según consta en documentos
internos.
“En ellas, la empresa Solaria Technologies
Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital Variable recibió en su cuenta
de Banco Multiva 132180000039623262 una transferencia de 38.5 millones de
pesos, desde la cuenta 014840655042417786 de Banco Santander. La cuenta aparece
a nombre de GVER Secretaría de Educación de Veracruz.
“Solaria Technologies a su vez, transfirió 6
millones 55 mil 257 pesos a Sakmet Inmobiliaria y después 3 millones 984 mil
606 pesos a Bepha Inmobiliaria.
“Ambas compañías, el 20 de enero de 2016,
enviaron 4 y 15 millones de pesos a Consorcio Brades S.A de C.V., misma firma
que entre sus accionistas tenía Nadia Isabel Arzate Peralta, quien trabajaba
como secretaría de Moisés Mansur, verdadero dueño de dicha firma.
“El diputado federal por el Partido Verde
Ecologista de México (PVEM) representante del distrito de Martínez de la Torre,
devolvió hasta el momento 12 propiedades, según las oficiales de la Sefiplan.
“Spinoso Carrera regresó además un
helicóptero Robinson 66 modelo R-66 número de serie 063 año 2011 y el avión un
Lear Jet 45 XCR serie 102 modelo 102.
“Entre los 12 bienes inmuebles regresados por
el ex Oficial Mayor de la SEV se encuentra el local comercial número 203 de
36.45 metros cuadrados, ubicado en el segundo piso de la Torre Animas ubicada
en Xalapa.
“En un recorrido realizado para verificar las
propiedades del congresista veracruzano este domingo, se constató que en el
tablero de propietarios aparece la empresa Transpover S. A. De C.V., una de las
firmas que según el Registro Público de la Propiedad tiene en su directorio a
Spinoso Carrera.
“En la administración de la Torre Animas, en
la libreta de recepción aun aparece a nombre de Edgar Espinoso Carrera dicho
local, pero no se tienen mayores registros. El oficial de guardia informó que
la oficina se encuentra vacía.
“Spinoso Carrera acordó entregar 11 lotes
para mantenerse lejos de las investigaciones oficiales por parte de la
administración de Yunes Linares.
“Los lotes puestos a disposición del Gobierno
de Veracruz con el Número 2 Zona 4, en avenida Los Tabachines, un predio de
610.15 metros cuadrados casi al final del Club de Golf en el municipio de
Emiliano Zapata, colindante con Xalapa.
“Otro terreno entregado es el Lote 1 Manzana
2 carretera en el kilómetro 140 de la carretera federal en Corral Falso también
en Emiliano Zapata municipio aledaño a Xalapa.
“Otras propiedades ‘devueltas’ por Spinoso
Carrera son el número 8, 9, 10 y 11 Fraccionamiento 3 Manzana 1 sección ‘A’
predio rústico Pastoresa, en Xalapa. Medidas 383.88, 913.46, 834 y 348 metros
cuadrados, respectivamente. Estos predios aún no tienen un valor catastral
registrado ante la Dirección General de Patrimonio del Estado (DGPE).
“Spinoso Carrera también habría entregado ya
el Lote de terreno número 1 consecutivo al 5 manzana BG en el Fraccionamiento
Monte Magno Animas, Residencial Predios denominados Modelo y Las Lágrimas, en
la misma capital veracruzana.
“Las medidas de los cinco lotes son las
siguientes 120, 120, 105, 105 y 105, respectivamente. Estos predios aún no
tienen un valor catastral registrado ante DGPE.
“Estos predios colindan con las oficinas de
Transpover S.A. de C.V., cuyo domicilio es Andador Bancos 3 SN en la colonia
Central de Abastos en Xalapa, Código Postal 91090. Los vecinos de Monte Magno
ubican el inmueble como La Finca Modelo”.
Spinoso sostiene que no, que está limpio, y
es ajeno a esa relación de bienes. Su fortuna, le expresa a Jair Ávalos,
corresponsal del semanario Eje Central, es producto de una herencia, la de su
mamá.
Su padre, Edgar Spinoso Corral, junto con sus
tíos Sergio y Roque Spinoso Foglia, fueron acribillados en noviembre de 1084.
Roque era líder nacional de los productores de caña. De aquella tragedia derivó
su riqueza.
Se resiste a responder de cuánto es la
herencia. “Es un tema privado”, asegura. Y se desvincula de las empresas con
que se le relaciona. “Conozco a los empresarios pero no son mis amigos ni tengo
trato con ellos”.
Y de las empresas Ganprover y Alecde, de
donde él es socio con sus hermanos César y Alfredo, asegura: “Me he mantenido
alejado de mis hermanos y cada uno ha salido adelante por su cuenta”.
Y así su rollo verbal, sin asumir que el filo
de sus uñas se haya hundido en las empresas con las que habría participado en
el saqueo a Veracruz.
No es menor el rol de Spinoso en la vida
política de Javier Duarte. A su lado estuvo en los días en que el gordobés
desde la Secretaría de Finanzas —Edgar subsecretario— construyó su camino a la
candidatura al gobierno de Veracruz y luego su ascenso al poder.
Spinoso fue su operador, hombre de confianza,
siempre donde corrían los dineros públicos. Y luego, junto con su esposa
Carlota Besil, apareció en la compra e viviendas en el complejo inmobiliario de
Woodlands, Texas. Por ello, Yunes Linares les endilgó que fueron parte de la
red de prestanombres para el atraco a las arcas públicas.
A su paso por la Oficialía Mayor de la SEV,
la Auditoría Superior de la Federación le atribuyó adeudos a proveedores por 2
mil 156 millones de pesos y lo denunció por peculado, evadiendo la justicia por
el fuero de diputado federal.
Se ufana Spinoso de estar limpio. Y le imputa
Yunes que está sucio.
Se va a quebrar.
Archivo muerto
Una foto y Ramos Alor tronó. Junto a Rocío
Nahle, atizando la diva de Morena los fuegos por el caso Lozoya-Odebrecht,
Roberto Ramos Alor ocupaba el primer plano. Su mirada en la lente de los
reporteros gráficos, el rostro serio, y un gafete con la leyenda “Visitante” y
una letra B, el nombre del edificio que aloja la fracción parlamentaria de
Morena. Hacia las 11 de la mañana del martes 15 se viraliza la fotografía. Por
la tarde deja de ser director del Hospital Regional de Coatzacoalcos. No es la
fotografía la razón; son sus ligas con la diputada Rocío Nahle, la evidencia de
que aún orbita en torno a la diputada federal que le sirve de ariete al Peje
López Obrador para enfrentar al yunismo azul. Y esa no se la pasó el
gobernador. No salgo por corrupto ni por ladrón”, dice el neumólogo pediatra,
perredista, hombre de compromiso social, que ayuda porque esa es su vocación.
Se va, refiere Ramos Alor, por un linchamiento político. Y apunta razones
diversas: acudió a Rocío Nahle por un problema personal, y porque le gusta la
grilla política, y porque su posición en el esquema de gobierno no la defendió
el PRD. “Mi partido no me apoyó”, agrega. Se fue, dicen los enviados de la
Secretaría de Salud, porque los cambios se vienen dando en todos los hospitales
de Veracruz. Ajá. No, se fue por pérdida de confianza. Y más cuando Ramos Alor
se vincula con Rocío Nahle, con quien tiene afinidad desde 2006. Para Ramos
Alor había la promesa de hacerlo jefe de la Jurisdicción Sanitaria No. 11. Se
lo habría ganado si la votación para el PAN-PRD en Minatitlán hubiera provocado
el triunfo en la elección del 4 de junio de 2016, pero no fue así. Le dieron el
Hospital Regional a manera de consolación. Dice Ramos Alor siempre ha sido
lopezobradorista, lo que presume que no se acomodó con el gobierno Yunes y
vuelve al redil. O era un Caballo de Troya en el yunismo. Y también fue
seguidor de René Bejarano, líder de Izquierda Democrática Nacional, en 2004, y
días después abdicó cuando un video exhibió al operador de López Obrador
recibiendo fajos de billetes —y sus consecuentes ligas— del empresario Carlos Ahumada Kurtz, lo que desplomó al Peje
y le restó los votos con los que pudo ser presidente de México en 2006. Si
Ramos Alor se reunió con Rocío Nahle por un problema de índole personal, ¿por
qué dijo que ya sabían que le gusta la grilla política y que eso determinó su
cese? Pronto se le verá en la operación de Morena. Reza la conseja popular: “No
hagas cosas malas que parezcan malas”… Mota ya no está pero los aviadores sí. Y
en la Secretaría de Educación de Veracruz siguen las nóminas abultadas, el
personal fantasma, los salarios que no cobra el trabajador, porque no existe,
pero que va a parar al bolsillo de la casta yunista azul. Como en los tiempos
de Javier Duarte, y del hoy diputado Adolfo Mota, otro inmune e impune que se
ríe de la ley, la nómina es negocio. Unos cobran sin trabajar, pero algo
cobran. Hay, sin embargo, salarios promedio de 15 mil pesos que no llegan a
manos de los empleados; los cobra íntegros el jefe de área, el director. Como
si Javier Duarte fuera aún el gobernador. ¿Sabe acaso Enrique Pérez, titular de
la SEV, de esa fuga de recursos, del negocio de las nóminas, de los nuevos
aviadores, los aviadores azules, de los funcionarios que se quedan con salarios
que suman decenas de miles de pesos al mes. Si el gobernador Miguel Ángel Yunes
voltea al sur, algo encontrará. Peor que en el duartismo… ¿Quién es ese edil,
ojo alegre, al que ya le pusieron sombra, lo espían y lo siguen, lo graban y le
guardan el video para hacerlo detonar? Unas pistas: le dicen “El Mil Amores” y
es alcalde; es todo fidelidad mientras no sale de casa; una vez fuera es un
frenético rompecatres, y su nueva conquista es, dicho con toda suavidad, un
pecadito de oposición, morenaza de reciente adquisición. Fácil…