José Miguel Cobián | 13 enero de 2017
Tribuna Libre.- De manera permanente escucho
en todos los foros –y leo en los chats-, que los ciudadanos quieren hacer algo
para mejorar el país y no encuentran caminos para ello. El jueves 12 de enero de 2017 quedará marcado
en la historia de México como el inicio de la verdadera participación ciudadana
en el combate del mayor flagelo que sufre la nación, en la lucha contra la
corrupción.
En esta lucha por los ciudadanos ha
destacado un personaje de la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, el Ing.
José Manuel Urreta. Hoy es coordinador
de la zona Oriente de Concamín que abarca los estados de Tabasco, Chiapas,
Campeche, Oacaxa y Veracruz, quien ha sido un ciudadano que participa y se
involucra en actividades que sirven a su gremio y también a México.
Ha
sido cónsul del Reino de Bélgica, vicepresidente nacional de la Cámara Mexicana
de la Industria del Transporte Marítimo y Vicepresidente de la Canacintra,
ademeas de fungir actualmente como presidente del Consejo Coordinador
Empresarial de la Zona Veracruz-Boca del Río.
La firma de un convenio entre gobierno del
estado y la Concamin es algo histórico, pues se crea la figura de contralor
social industrial, quien vigilará que las relaciones entre el gobierno del
estado y los industriales. Estará al
tanto de las relaciones comerciales que se realicen, de las licitaciones, de
los convenios y sobre todo, vigilará que jamás vuelva a suceder lo que ya pasó
en el sexenio que acaba de terminar, que fue la obtención de contratos con el
gobierno del estado a cambio de moches.
La Concamin realizó un convenio con el
Observatorio Nacional Ciudadano hace unos meses, y de allí surgió la idea de
establecer un Contralor Social Industrial.
Por segunda vez en su historia, Concamin sesionará fuera de la ciudad de
México, en Veracruz, para crear esta figura que deberá ser imitada no solo por
organizaciones empresariales sino también por los ciudadanos en general, para
lograr el objetivo de vigilar el uso de los recursos públicos del gobierno y
fomentar la transparencia y rendición de cuentas.
En el gobierno de Veracruz no existe
tolerancia para la corrupción. Las acciones que ha emprendido el gobernador del
estado muestran una voluntad férrea para desaparecer ese cáncer del aparato
gubernamental del estado, y por ello, ha otorgado su beneplácito (que chistoso
suena usar frases de políticos), es decir, ha dado su aprobación al proyecto y
el jueves 12 de enero, firmó con Concamin un convenio por medio del cual se
reconoce la figura del contralor social industrial por parte de gobierno del
estado y se obliga a dar facilidades para su labor.
Los industriales de Veracruz, se sintieron
agraviados por algunas prácticas incorrectas realizadas en el sexenio anterior
por parte de los funcionarios públicos que otorgaban las asignaciones directas,
o decidían quienes participarían en las licitaciones restringidas (previa
invitación) a participar para competir y vender sus productos, obras o
servicios a gobierno del estado. Ese
agravio no se quedó solamente en pláticas de café, quejas en redes sociales, o
comentarios en tertulias y reuniones. Decidieron tomar medidas para que no se
vuelva a repetir, y aprovechando el combate a la corrupción que se lleva a cabo
en el bienio actual, decidieron conjuntamente con Miguel Ángel Yunes
establecer las bases de mecanismos que
impidan que en un futuro se repita alguna mala práctica o se invente una nueva,
en el ejercicio del gasto público para su sector.
Con esta acción y los resultados que
habrán de venir en los próximos días, semanas, meses y años, se demuestra que
sí hay caminos para vigilar el uso de los recursos públicos siempre que exista
voluntad de transparencia tanto de los particulares como del sector
público.
Miguel Ángel Yunes llega más allá incluso que
cualquiera de los funcionarios electos emanados del PAN, pues aunque este
partido ha usado la transparencia y rendición de cuentas como bandera política,
ninguno de sus cuadros, ni uno solo de los funcionarios electos emanados de sus
filas ha llegado tan lejos en la permisividad a los particulares a ejercer su
derecho a vigilar el uso del dinero de todos en manos de los funcionarios
públicos.
La figura de Contralor Social Industrial
nace el jueves 12 de enero. La
contraloría social tiene como teoría y figura en nuestras leyes ya mucho
tiempo, sin embargo muy pocos la conocen a fondo y menos todavía la aplican
para beneficio de los mexicanos. Hoy
existen especialistas en el tema que no
han sido escuchados y que llevan años sembrando en el desierto. Quizá este nombramiento, por una cámara tan
importante como Concamin le permita a la figura de contralor social despegar de
una vez por todas.
También es deseable que dicha figura se
consolide en la legislación veracruzana, para promover aún más la participación
ciudadana, y las obligaciones que en cuanto a transparencia deben de cumplir
Estado y Municipios.
Enhorabuena para Veracruz, para Concamín,
para Miguel Ángel Yunes, para José Manuel Urreta y para nuestro país… Soplan
vientos de cambio, esperemos que lleven la nave con viento de popa a mejores
puertos.