Y la
corrupción va…
Jorge
Arturo Rodríguez | 15 Junio de 2017
Tribuna Libre.- Lo he dicho en otras ocasiones, por
celebraciones no paramos. Cada día es día de algo o de alguien, nacional o
internacional; las hay por causas realmente nobles y resultados urgentísimos;
otras como sacadas de la manga; unas más por ocurrencia gubernamental –cada
idiotez-, sin olvidarnos de las
conmemoraciones ideadas por motivaciones comerciales “desconocidas”.
Repito, por festividades no paramos y el mundo sigue igual, encaminado hacia lo
peor, con un pie, o los dos, en el borde del abismo, y continuamos con
charlatanerías, con buenos deseos y minúsculas acciones concretas, simplemente
porque hemos aprendido a que todo nos vale madres, nos cobijamos en la indiferencia,
recurrimos a lo que ya es imposible desterrar: la corrupción, y no hay quien
escape de ella, ya sea activa o pasivamente.
Todos, sí, estamos hasta la madre, encabronados, pero pocos estamos
dispuesto a asumir nuestra responsabilidad que es hacer frente a la corrupción,
sean las consecuencia que sean, vaya, aunque nos lleven los pingos. Antes bien,
actuamos de tal o cual manera porque creemos que es pequeñito el pecado y no
pasa nada.
Es bueno protestar, gritar, pero hay que hacerlo con la acción
consecutiva y con el ejemplo. De nada sirven las palabras vacías, carentes de
significados, o aquellas palabras que emite quien ni siquiera las entiende. Eso
de que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha (“…cuando des limosna,
que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”), como que empiezo a no
entenderlo y hay que actualizar su significado y contexto, porque huele mal,
con eso de que todo lo desvirtuamos pero a nuestro favor e intereses
particulares.
Hace unos días un taxista, realmente encabronado, me dijo que “todo este
desmadre que hacen los políticos, diputados, gobernadores y presidente, todos,
todo eso se resuelve con el desafuero y que en serio se apliquen las leyes”.
Comparto su enojo.
“De acuerdo a cifras estimadas por el INEGI, el costo de la corrupción
en México está en constante aumento. Una estimación del costo anual de la
corrupción, desde el año 2000 en adelante, muestra que en diecisiete años esta
cifra pasó de los 672 mil millones de pesos en el año 2000 a 2.1 billones en
2016”. (parametría.com). Ahí nomás. Y la corrupción va…
Los días y los temas
La diputada Dulce María García López recibió
el respaldo de compañeros homólogos del Congreso estatal, al presentar la
Iniciativa de reforma a la Ley de Pensiones del Estado para abatir el problema de vivienda de los
trabajadores de base y de confianza de la Entidad.
Expuso: “Estipular en la Ley los préstamos hipotecarios como una
prestación obligatoria, es un primer pasó, es trazar el objetivo sobre el cual
el Ejecutivo, el Legislativo, el Instituto de Pensiones y demás autoridades de
los tres órdenes de gobierno, deberemos trabajar para garantizar efectivamente
los derechos humanos de todos los trabajadores al servicio del Estado,
especialmente, el de tener una vivienda digna y decorosa”. Esperamos pronto sea
dictaminada, aprobada y, desde luego, fluya la lana.
En tanto, interesante, necesaria y urgente la Iniciativa ante el
Congreso de la Unión para adicionar a la Ley Federal del Trabajo un Capítulo
Especial denominado “Trabajador periodista”, a fin de reforzar y materializar
las aspiraciones de trabajo “digno” y “decente” que ampara las leyes
respectivas. Bien por la diputada Mariana Dunyaska García Roja y el grupo
legislativo del PAN.