No se
mata la verdad matando periodistas.
Raúl González Nova. | 19 Junio de 2017
Tribuna Libre.- Me siento profundamente honrado en
escribirles unas breves palabras, como periodista, comunicador social, he conocido la persecución, las amenazas, y
la censura de muchas formas, pero aun así pienso que el peor de los pecados
sigue siendo engañar a nuestros lectores, televidentes u oyentes. ¡Cada día es
nuevo, y si lo vivimos plenamente, podremos realmente gozar de la vida y
vivirla a plenitud, y realizar nuestros
más anhelados sueños futuros!. Hay un clamor general de los compañeros
periodistas o comunicólogos, y este clamor es mundial y ese grito de angustia
es, ¡QUE NOS ESTÁN MATANDO!. y nuestras autoridades NADA hacen para poner un
remedio, pero que remedio pueden poner si son ellos mismos los que “mandan
asesinar”, los que “mandan acallar las voces de nuestros compañeros”, sí, me
refiero a esos “narco políticos”, que tanto daño le han hecho al periodismo,
seguimos invocando a nuestra unidad, aunque sería mejor para todos, que la
unidad fuera real, y que se mostrara, la solidaridad cuando aún estamos en
vida, y que luchemos por un mismo objetivo sin esperar la muerte de algún
compañero para halagarlo y resaltar sus
virtudes que curiosamente, en vida pocos le vimos.
Pasamos por varias crisis, económica, de
conciencia, de ideas, porque vemos que
una nube ha escurecido nuestro panorama, pero es la hora de ser autocríticos y
ver a nuestro interior que nuestra falta de capacidad o de voluntad, no nos ha
permitido primero: reconocer nuestra situación y segundo: armarnos de
solidaridad gremial para luchar y vencer tales adversidades. Compañeros, así
como nadie nos ha impedido manifestarnos y ejercer lo que nos permite nuestra
carta magna en sus artículos 6 y 7, de la constitución política de los Estados
Unidos Mexicanos, la libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido
en la declaración americana sobre los derechos y deberes del hombre y
convención americana sobre los derechos humanos, la resolución 104 adoptado por
la conferencia general de la organización de las naciones unidas para la educación, la ciencia y la cultura
(UNESCO), el pacto internacional de los derechos civiles y políticos, así como
otros instrumentos internacionales y constituciones nacionales, mismo que hemos abrazado a más no poder, para
defendernos, tampoco hay más impedimentos para agruparnos que nuestra propia
voluntad, porque no hemos tenido esa decisión para darle vida a nuestra
organización, les invito, a reflexionar sobre nuestra unidad, sobre esta gran
alianza, ahora es el momento de luchar en unidad, por ideales en conjunto y no
prebendas personales que en nada ayudan a la comunidad de periodistas y
comunicadores de todo el mundo.
Si queremos cambiar las cosas, tenemos que
comenzar por nosotros mismos, suena difícil, pero solo será si nos decidimos
ahora, si ponemos un mínimo esfuerzo, lo podremos lograr, tenemos la mejor
arma, y esa arma es nuestra pluma, nuestra palabra, nuestros medios de
comunicación. Sabemos que la prensa no constituye ningún poder, no está
reconocido en ninguna constitución de ningún país del mundo, ni en ningún
tratado internacional.
La situación actual del periodismo, está hoy
en un momento crítico, pensamos que hay grandes
Avances en la historia profesional, pero para
mejorar debemos evaluar lo bueno y también lo malo.
Algunas de las características negativas de
la situación profesional que se está viviendo serían las siguientes: la difícil
situación económica que viven los medios de comunicación, y la desaparición de
muchos de estos, produce la precariedad laboral de los periodistas y limita la
autonomía de su ejercicio profesional, tanto por presiones políticas como
económicas. La falta de herramientas legales que faciliten el acceso a la
información. La crisis es también un momento de confusión, donde incluso con
buenas intenciones es posible cometer perjuicios contra la convivencia
democrática. Por eso creemos necesario debatir, entre todos, los roles
comunitarios que el periodismo hoy debería intentar cumplir, debemos promover
las prácticas en defensa de la libertad de expresión y denunciar y trabajar
contra las restricciones impuestas a este derecho básico de la democracia.
Debemos defender la verdad, nuestra
independencia como periodistas y comprometernos a dar un tratamiento honesto a
la información, la vida de los periodistas
continuará en riesgo mientras la impunidad siga siendo el principal
instrumento para quienes tienen la necesidad de ocultar información o ven
amenazados sus intereses particulares, frente a los intereses legítimos de la
sociedad.
Hace falta la voluntad comprometida de todos
los actores sociales: gobiernos, legisladores, jueces, ciudadanos,
organizaciones de la sociedad civil y de la población en general, para terminar
con los ataques en contra de quienes tienen la misión social de transmitir y
analizar la realidad en que vivimos. Ya lo decía el gran maestro Gabriel García
Márquez (un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de
ayudarle a levantarse).
La libertad de expresión ha sido uno de los
temas más tocados en las últimas semanas, los asesinatos y desapariciones, en
México mantenemos el deshonroso primer
lugar en el mundo en atentados a informadores y medios de comunicación. Lo más
grave radica en que todos los casos reposan en la más vergonzosa impunidad,
nuevamente nos dirigimos a las instancias correspondientes para exigir
justicia, en el entendido de que sólo con su decisión política se puede
revertir el fenómeno que tiene como objetivo único y fundamental el socavar la
libertad de prensa, así como el derecho a la información.
Aquellos que nos están matando, solo me resta
decirles que; NO SE MATA LA VERDAD MATANDO
PERIODISTAS………………………………………………………………………
DECIR LA VERDAD SIEMPRE, AUNQUE SEA MOTIVO DE
ESCÁNDALO… HASTA LA PRÓXIMA MIS QUERIDOS LECTORES.