Ciudad de México. | 14 Julio de 2017
Tribuna Libre.- Familiares de al menos 500 jueces y
Magistrados ocupan plazas en tribunales y juzgados de su adscripción o de
otros, reveló un estudio hecho por el consejero de la Judicatura Felipe Borrego
Estrada.
Un total de 112 jueces y Magistrados
consiguieron empleo a sus esposas o parejas, 180 a sus hijos, 136 a sus
hermanos y 27 a sus papás.
Otros han dado empleo a yernos, concuños,
sobrinos, tíos y hasta a sus suegras.
Lo anterior concluye el “Estudio sobre Redes
Familiares y Clientelares en el Consejo de la Judicatura Federal”, al que tuvo
acceso Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Un Magistrado de Durango, por ejemplo, tiene
a 17 miembros de su familia, entre hijos, hermanos, concuños, cuñadas, primos y
sobrinos, en puestos administrativos, como actuarios, secretarios de tribunal y
de juzgado, asesor jurídico y analista especializado.
Otros dos Magistrados en San Luis Potosí y
Baja California tienen a 11 parientes en plazas del Poder Judicial cada uno.
En Puebla, un Magistrado dio empleo a ocho
tíos y a su papá.
Según el diagnóstico, casi la mitad de los
jueces y Magistrados federales tiene parientes en el Poder Judicial: de mil 31
plazas revisadas en 31 circuitos, 501 tienen familiares, lo que representa el
48.6 por ciento.
Destaca el caso del circuito judicial
correspondiente a Guanajuato, donde 38 de los 46 jueces y Magistrados tienen
parientes en el Poder Judicial, es decir, el 82.61 por ciento.
De acuerdo con esta investigación, llevada a
cabo entre enero de 2016 y enero de 2017, hay 7 mil 148 servidores públicos en
el Poder Judicial que comparten espacio laboral con sus parientes.
Los jueces y Magistrados tienen facultades
para nombrar y remover a los funcionarios y empleados de los tribunales de
circuito y de los juzgados de distrito, según establece el Artículo 97 de la
Constitución.
“No sólo los Magistrados de circuito y jueces
de distrito logran generar redes clientelares haciendo mal uso de esta
atribución”, advierte el estudio.
“Los números muestran que muchos secretarios,
actuarios, oficiales y administrativos poseen familiares en el mismo circuito y
en otros. Claramente influyen en la designación, y lo hacen sin que sea posible
incoarles (iniciarles proceso o expediente) ningún tipo de responsabilidad”.
Según el estudio, en la práctica, ha ocurrido
que los juzgadores intercambian empleos para sus familiares con colegas de
otros circuitos, quienes corresponden en forma recíproca.
El análisis advierte que estas prácticas
dañan la imagen de los juzgadores.
El reporte refiere diversas encuestas del
Inegi en las que los jueces son considerados más corruptos que los ministerios
públicos, policías estatales o judiciales, o cuentan con tanta confianza de la
ciudadanía como los partidos políticos o los diputados locales y federales.
De acuerdo con el diagnóstico, entregado ayer
al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y a la Suprema Corte de Justicia de
la Nación (SCJN), las contrataciones y adscripciones de personal administrativo
que se realizan con criterios subjetivos, como afectivos, familiares, de
interés político o económico, minan las decisiones administrativas y
jurisdiccionales.
También, indica, fomentan el tráfico de
influencias, incentivan la opacidad y repercuten negativamente en la rendición
de cuentas, además de que propician conductas corruptas.
El estudio señala empoderamiento de
determinados sectores al interior de los órganos jurisdiccionales, redes de
intereses clientelares entre servidores públicos de diversos juzgados y
circuitos, así como discrecionalidad en la toma de decisiones.
Lo anterior afecta negativamente la
percepción del Poder Judicial, lo cual “mina los cimientos mismos del Estado
constitucional y democrático de derecho, al tiempo que entorpece el combate a
la corrupción y la tutela efectiva de los derechos humanos, en especial por lo
que respecta al acceso a la justicia”.
Alcanza a empleados
El nepotismo también se manifiesta en el
resto del personal que labora en juzgados y tribunales.
De mil 214 servidores públicos adscritos a
dicho circuito, 438 tienen parientes.
Por ejemplo, indica la investigación, de los
199 empleados que tiene el circuito trigésimo segundo, correspondiente a
Colima, al menos 136 tienen parientes —principalmente esposas, hermanos e
hijos—, lo que representa el 68.34 por ciento del total de plazas.
Emplean a ex parejas
En el estudio realizado en 31 circuitos se
identificó a 112 juzgadores que tienen a su cónyuge, pareja o ex esposa
trabajando en el Poder Judicial.
De ese listado destacan el circuito sexto de
Puebla, en donde se ha dado trabajo a 11 parejas de jueces y Magistrados, el
décimo sexto de Guanajuato con 10 casos, y el décimo octavo de Morelos con 9.
Un magistrado del segundo circuito, del
Estado de México, tiene laborando a su actual cónyuge en el cargo de secretaria
de tribunal y a su ex pareja como secretaria de juzgado; además empleó a su
cuñado como oficial administrativo.