* En
su audiencia lucía con sobrepeso y desafiante, afirman autoridades; el
exgobernador de Veracruz paga 12 quetzales por alimentos al día.
Guatemala | 03 Julio de 2017
Tribuna Libre.- Rudy Esquivel, vocero de la
Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) de Guatemala, declaró que el
exgobernador de Veracruz Javier Duarte detenido el pasado 15 de abril en
Panajachel, es “uno más de los presos en Guatemala” y no goza de privilegios.
Duarte, quien el pasado 27
de junio presentó la primera audiencia del segundo proceso de extradición y en
la cual fue notificado “del requerimiento por los delitos estatales” de abuso
de autoridad, incumplimiento del deber legal, peculado, tráfico de influencias y
coalición en agravio del gobierno de Veracruz, lucía con sobrepeso, sonriente y
desafiante.
“Duarte no tiene ningún tipo
de prebendas, se somete a las normas y disposiciones ordenadas por un juez. No
tiene ni más ni menos de los beneficios que la ley permite”, indicó el
funcionario, quien aclaró que el expolítico no se encuentra aislado ni bajo una
vigilancia especial.
El trato “igualitario”
excluye a Duarte de un menú a su antojo y consume los alimentos con un costo de
12 quetzales (1.6 dólares) por día, que se sirven a los más de 22 mil privados
de la libertad de los 21 penales del país.
“Es obligación del Estado
brindar tres tiempos de comida diariamente. No son alimentos caros, es lo
idóneo, servidos por empresas especializadas que como proveedores participan en
una licitación pública”, señaló Esquivel.
El Centro de Detención
Matamoros, comenzó a funcionar en 2010 y en julio de 2016 se remozó
completamente, fue diseñado para la reclusión de internos “altamente
vulnerables”, enviados al lugar por orden de juez competente. Actualmente la
prisión diseñada para 42 detenidos, cuenta con 33 presos.
El vocero de la DGSP negó
que se violen los derechos de los reos, como se quejó la defensa por las
constantes requisas que se registran en la celda de Duarte. Previa orden de un
juez, las autoridades de la DGSP aprueban las visitas, que usualmente se limitan
“al círculo familiar más cercano y a los abogados defensores”.