Córdoba, Ver. | 08 mayo de 2017
Tribuna Libre.- El Movimiento Antorchista niega rotundamente
la información vertida por el señor Francisco Rangel Cáceres, aspirante a la
alcaldía de Córdoba por el partido Nueva Alianza, donde acusa, sin sustento o
fundamento alguno, que Antorcha coaccione él voto, mucho menos ha hecho uso de
hombres armados para enfrentar su trabajo de campaña.
Al contrario, es sabido que nuestra
organización a venido trabajando en alianza con el Partido Revolucionario
Institucional, sin embargo, al saber de nuestra militancia varios actores
políticos buscan dividirnos y en muchos de los casos son ellos los provocadores
y quienes buscan el enfrentamiento para desprestigiarnos mediáticamente ante la
opinión pública, buscando protagonismos que puedan levantarles popularidad entre la población.
Tras la campaña 2017 rumbo a la elección por
la alcaldía de Córdoba este próximo 4 de junio, el Movimiento Antorchista,
tiene una propuesta que logrará avaneces en el municipio. Lo saben los gobiernos,
los saben los candidatos y los saben los cordobeses, razón por la que, el
buscar un enfrentamiento es el resultado de actores políticos tras intereses
oscuros, que hacen uso de información falsa para beneficiarse a sí mismos.
Tras las acusaciones emitidas en contra de la
señora Humberta Solís Segura, integrante del Movimiento Antorchista en Córdoba,
de amedrentar la campaña de Francisco Rangel Cáceres, exigimos que de a conocer
pruebas contundentes que validen tales acusaciones, ya que según el candidato,
señala que fue agredido junto con su equipo de trabajo con armas blancas,
situación que se tiene que demostrar.
En campaña, grupos políticos se hacen de
artilugios baratos para darse a conocer, y es lamentable que quieran darse a
notar a través de organizaciones de lucha, como lo es el Movimiento
Antorchista, que sí da resultados, que sí vela por los intereses del pueblo y
que lleva progreso a las zonas empobrecidas. Exhortamos al señor Francisco
Rangel Cáceres a que fundamente sus acusaciones y que lleve una campaña limpia,
sin movimientos orquestados para darse a notar entre la población.