*Explica diputado Jesús Vázquez González su
iniciativa que busca prohibir estos actos al considerarlos crueles
Xalapa, Ver. | 17 agosto de 2015
Tribuna Libre.- Los espectáculos
de tauromaquia, vaquilladas, novilladas y “pamplonadas” deben prohibirse en
Veracruz, porque representan actos de crueldad en contra de los animales,
expresó el diputado local Jesús Vázquez González, quien afirmó que con ello la
entidad sería ejemplo nacional.
Al detallar la
Iniciativa que presentó al Pleno de la LXIII Legislatura del Estado para
reformar la Ley de Protección a los Animales, dijo que se busca prohibir la
celebración de eventos de esta naturaleza, porque se les somete a dolor y
sufrimiento severo, lo que en ocasiones deriva en su muerte: “Se les lesiona,
con el afán de divertir a la gente y brindar un espectáculo, lo que no puede
mantenerse en la actualidad”.
El también
Presidente de la Comisión Permanente de Medio Ambiente, Recursos Naturales y
Aguas del Congreso local dijo que de aprobarse esta reforma, Veracruz estaría a
la vanguardia en su legislación y abonaría a la protección animal.
Recordó que en el
nivel internacional, el Parlamento de Cataluña, España, prohibió en 2010 los
espectáculos taurinos, bajo el argumento de que se trata de actos crueles, que
causan sufrimiento injustificado a los animales: “Este ejemplo es digno de ser
tomado en cuenta por la LXIII Legislatura del Estado”.
La Iniciativa del
diputado Jesús Vázquez, turnada a las comisiones permanentes unidas de Justicia
y Puntos Constitucionales y De Medio Ambiente, Recursos Naturales y Aguas,
considera que los actos de crueldad y maltrato deberán castigarse conforme a la
Ley de Protección Animal, que prevé desde amonestaciones hasta multas
equivalentes a cinco mil días de salario mínimo.
Explicó que esta
reforma se previó desde hace meses y no tiene dedicatoria alguna para la
llamada “Xiqueñada”, pues sólo representa el interés de proteger a los animales
de actos crueles: “Municipios como Xico y Tlacotalpan conservan una riqueza
cultural más grande que no depende del maltrato a los toros”.
Como sociedad
–añadió–, no debemos permitir que un acto en el que se golpea, lacera y maltrata
a un animal se considere “herencia cultural”, pues constituye un ejemplo
indebido para niños y jóvenes.