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Loma Bonita alberga una pugna sanguinaria; en
juego corredor empleado para el tráfico de droga, mercancía robada, huachicol y
migrantes.
Tribuna Libre.- La presencia de vehículos blindados, hombres
con armamento más nocivo que el de la milicia, “levantones” y asesinatos se
asentó en Loma Bonita, Oaxaca, un municipio de 40 mil habitantes que hoy
alberga una pugna entre dos grupos de la delincuencia organizada.
El pasado 26 de octubre de 2017, un convoy de
siete automóviles circuló en caravana sobre las principales avenidas de Loma
Bonita. “¡Somos el Cartel de Jalisco Nueva Generación!”, “¡Venimos por la plaza
del Cartel del Golfo!”, gritaban jóvenes armados hasta los dientes, escoltados
por dos camionetas con características de la Policía Federal.
Como pocas veces, la calle 16 de septiembre
(la principal en el municipio) se miró despoblada de elementos de la guardia local.
De acuerdo con un reportero de la zona, esa noche los policías municipales no
fueron abastecidos con gasolina. “Parece que todo estaba planeado”, opina el
entrevistado.
El único uniformado que se encontraba de
guardia en los bajos del Palacio contaba con cuatro cartuchos; poco pudo hacer
mientras los gatilleros pegaban en las bardas del recinto cartulinas
fluorescentes que anunciaban una “limpia” de presuntos secuestradores,
extorsionadores y roba vacas.
La amenaza se cumplió cuatro días después del
desfile carnestolendo. El 30 de octubre seis personas fueron privadas de su
libertad y posteriormente asesinadas, cada una con el tiro de gracia. Sus
cuerpos fueron abandonados sobre la carretera federal 145, en las inmediaciones
de la comunidad Agua Clarita, limítrofe de Veracruz y Oaxaca.
Entre los finados fue identificada una mujer
de nombre Irma, alias “La Coyota”, o “La reina del sur”, presunta líder de
bandas dedicadas al robo de tráileres en la Cuenca del Papaloapan, así como dos
de sus escoltas y tres jóvenes conocidos como “H”, o halcones.
El crimen, temen en Loma Bonita, sea la
apertura de un nuevo cuadrilátero para dos grupos delincuenciales que disputan
con sangre un corredor carretero de 300 kilómetros empleado para el tráfico de
droga, mercancía robada, huachicol y migrantes.
El
Cartel más fuerte en gobierno de Peña, asecha el sureste mexicano
La Procuraduría General de la República (PGR)
ha reconocido una expansión geográfica del Cartel Jalisco Nueva Generación
(CJNG), a partir de 2011. La agrupación delincuencial, con apoyo del aparato
gubernamental, según especialistas en seguridad, a la fecha tiene presencia en
14 estados, incluido Veracruz, territorio donde su llegada la anunciaron con
una de las escenas más sanguinarias en la historia inmediata de la entidad.
El 20 de septiembre de 2011, 35 cadáveres
fueron arrojados frente al monumento de los Voladores de Papantla, en Boca del
Río. El acto se la adjudicó el grupo denominado los “Mata Zetas”, que más tarde
dejaría ver su verdadera identidad en diversos crímenes atribuidos al CJNG.
Sobre este crimen, Reinaldo Escobar Pérez,
entonces titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE),
sorprendió al declarar que la mayoría de los cadáveres pertenecían a “alguna
célula del crimen organizado”.
Dicha aseveración fue respaldada por el
exgobernador, hoy preso, Javier Duarte de Ochoa, quien escribió en su cuenta de
Twitter: "Es lamentable el asesinato de 35 personas, pero lo es más que
esas mismas personas hayan escogido dedicarse a extorsionar, secuestrar y matar
(...) el mensaje es muy claro, en Veracruz no hay cabida para la delincuencia”.
El CJNG, desde ese acto, se hizo presente en
la entidad del Golfo de México, que cuenta con 700 metros de litoral, tres
aeropuertos, tres puertos de altura, y carreteras que comunican al sur con el
norte del país. Uno de los territorios más dominados por la agrupación fue la
zona Veracruz-Boca del Río.
Mientras la célula delictiva tenía el control
de la plaza boqueña se pobló la fosa más grande de Latinoamérica en Colinas de
Santa Fe -a 15 minutos del Puerto de Veracruz- donde se encontraron en un año
de labores al menos 280 cadáveres.
La inhumación masiva de cadáveres en Colinas
de Santa fe, se consumó sin que ninguna autoridad se percatara de ello; en ese
periodo la Secretaría de la Defensa Marina Armada de México (SEMAR) y la
Secretaría de Seguridad Pública, a cargo de Arturo Bermúdez Zurita, este último
hoy preso por al menos cinco delitos de corrupción, mientras que la SEMAR está
cercana a retirarse de Veracruz con un fracaso a cuestas en el combate a la
delincuencia.
Miguel Ángel Yunes Linares, a seis meses de
iniciado su gobierno, anunció el 20 de junio de 2017 una recompensa de 1 millón
de pesos por información que llevara al paradero de Ricardo Pacheco Tello,
alias “El Quino”, jefe de plaza del CJNG.
La acción del gobierno del Estado de Veracruz
tuvo respuesta de manera inmediata, y mostró el poderío del cartel más fuerte
de México.
Habían pasado unas horas desde el anuncio de
Yunes Linares, cuando trabajadores de una empresa de publicidad fueron
agredidos a balazos mientras colocaban una lona con la fotografía de “El
Quino”.
Cuatro días más tarde, el 24 de junio, Juan
Camilo Castagné Velasco, excoordinador estatal de la Policía Federal y uno de
sus colaboradores fueron asesinados a quemarropa en el restaurante de mariscos
“La Bamba”, en el municipio de La Antigua. Por el ataque fueron detenidos y
procesados 10 presuntos integrantes del Cartel de Jalisco.
El 30 de junio de 2017, producto de un
operativo implementado por la Policía Federal, así como la Secretaría de Marina
Armada de México y el Ejército Mexicano, El Quino fue abatido en el estado de
Puebla, y se le responsabilizó de la autoría intelectual de la muerte de
Castagné Velasco.
Yunes Linares, aseguró que con la muerte de
El Quino los delitos de alto impacto se verían reducidos, en consecuencia, se
creyó que la agrupación también se vería debilitada. Sin embargo, a cuatro meses
del golpe al líder del CJNG, el cartel expandió su territorio y a la fecha, con
la fuerza para organizar un desfile con armas de groso calibre y silenciar a
las autoridades locales, anunciaron que disputarán el territorio limítrofe de
Veracruz y Oaxaca.
CJNG
pelea "El Triángulo de las Bermudas"
Un corredor de 300 kilómetros hoy disputa el
CJNG, que abarca los estados de Oaxaca y Veracruz, los cuales son conectados
principalmente por las carreteras federales 145 y 185. Por allí son
transportados productos de la Cuenca del Papaloapan como piña, hule y ganado de
exportación.
El territorio está ubicado en una zona
privilegiada geográficamente y consta de dos municipios claves: Palomares, en
el estado de Oaxaca, y Acayucan en Veracruz, puntos donde convergen las rutas
migratorias provenientes de Chiapas y Tabasco.
El 18 de enero del año corriente la
delegación federal del Instituto Nacional de Migración (INM) aseguró a 37
extranjeros en una revisión ordinaria en el municipio de Tres Valles, Veracruz,
cuando ellos viajaban a bordo de un autobús de la línea de pasajeros La Cuenca
procedente de Loma Bonita, Oaxaca, con destino a la ciudad de Córdoba.
En el autobús viajaban 37 personas de
nacionalidad salvadoreña, 14 mujeres, 9 hombres y 14 menores de edad, así como
3 migrantes guatemaltecos, una mujer, un menor y un adulto. Lo anterior,
obedece al tráfico controlado en vías carreteras, que se incrementó desde 2014,
cuando se echó a andar el “Programa Frontera Sur”, que prohibió a los
extranjeros utilizar los vagones del tren “La Bestia” para llegar hasta su
destino en los Estados Unidos de América.
Pero el negocio el tráfico de migrantes no lo
es todo en el territorio que hoy se pelea a muerte. El 03 de noviembre de 2017,
el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, anunció el descubrimiento de
un importante yacimiento de gas y petróleo en las inmediaciones de
Cosamaloapan, ubicado en la Cuenca. Un campo con un volumen original de más de
1 mil 500 millones de barriles de petróleo crudo.
En lo que respecta al territorio veracruzano,
desde Las Choapas hasta La Tinaja (Emiliano Zapata), la ruta 145 se ha
caracterizado por ser un conducto recurrente para el transporte de combustible
robado, que es abastecido de tomas clandestinas y por medio de robos a pipas de
Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Uno de los municipios veracruzanos
reincidentes en tomas ilegales de hidrocarburo es Sayula de alemán. El último
decomiso se realizó el 01 de septiembre de 2017, con un botín de 70 mil litros
de gasolina, siete vehículos incautados y la detención de dos presuntos
huachicoleros.
Por el lado de Oaxaca el tráfico más
redituable es la marihuana y la amapola, plantíos que también son cultivados en
territorio oaxaqueño. El 26 de junio de 2017 la Procuraduría General de la
República (PGR) destruyó dos terrenos en el municipio de San Juan Lachigalla,
de 375 y 698 metros cuadrados de extensión, respectivamente
Otro hecho significativo se registró en otro
municipio perteneciente al “Triángulo de las Bermudas”, en San Juan Bautista
Tuxtepec. El 18 de enero de 2017, elementos de la Secretaría de la Defensa
Nacional detuvieron a ocho personas en una pista aérea clandestina donde
pretendían transitar 247 kilogramos de cocaína en una avioneta.
Las ganancias en el territorio que hoy es
disputado también recaen en el robo de camiones y tractocamiones que cruzan
mercancía al sureste por este corredor, que a su vez figura como la zona más
estrecha en la República Mexicana entre el Golfo de México y el Océano
Pacífico.
Con base en el SNSP, entre enero y septiembre
de 2017, el robo con violencia en carreteras a camiones que transportan
mercancías se disparó 129.41 por ciento, con un total de 39 denuncias por ese
delito ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
La Alianza Mexicana de Organizaciones del
Transporte de Carga (AMOTAC) recriminó que hasta tres tráileres son robados de
manera diaria en carreteras de Veracruz, sin que ninguna autoridad pueda frenar
la ola de inseguridad que se vive. A su vez, señaló las rutas más peligrosas,
siendo una de ellas el tramo Rancho Trejo, Amatlán de los Reyes-Sayula de
Alemán, la carretera federal 145.
Otro negocio ilícito que prolifera en el
territorio en disputa es el abigeato, ello, debido a que la zona de la Cuenca
de Veracruz, figura como una de las principales exportadoras de ganado en toda
la república mexicana.
El pasado 27 de enero de 2017, Joaquín
Rosendo Guzmán Avilés, Secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca
(SEDARPA), reconoció que el abigeato es el principal delito que aqueja al
sector ganadero, sobre todo, dijo, en las regiones de La Huasteca, la Cuenca
del Papaloapan y la zona colindante con Oaxaca.
El
origen de la guerra en Loma Bonita
El origen de la afrenta por el “Triángulo de
las Bermudas” que hoy alberga Loma Bonita, tuvo lugar en San Juan Bautista
Tuxtepec, el 24 de agosto de 2016, con la ejecución de Antonio Ruiz Cano, a
quien medios de la Cuenca señalaron como jefe de un grupo criminal con
presencia en los estados de Oaxaca y Veracruz.
El crimen de Ruíz Cano desencadenó un año de
violencia que se vio reflejado en las cifras del Sistema Nacional de Seguridad
Pública (SNSP). Desde la fecha del asesinato hasta el 31 de diciembre de 2016
los asesinatos se incrementaron en un 477 por ciento en la ciudad, pues 43
personas fueron ultimadas en seis meses.
Los enfrentamientos sobre la vía pública y
las ejecuciones en el interior de establecimientos no cesaron sino hasta
septiembre de 2017 -según las estadísticas oficiales- con una marca de 71
homicidios dolosos en los primeros nueve meses.
La historia de Tuxtepec, parece se mudó a
Loma Bonita -a 35 kilómetros de distancia- pues el índice de asesinatos que
poseía el municipio cuenqueño hasta antes de octubre de 2017 fue rebasado de un
solo evento, con el asesinato de seis personas.
El ambiente de inseguridad, pese al resguardo
de las fuerzas estatales y federales en la zona, se repitió el pasado 03 de
noviembre del año corriente; sujetos desconocidos irrumpieron en la estación de
taxis Benito Juárez y privaron de la libertad a Jazmin R. J., operadora del
establecimiento. En las bardas los responsables firmaron con pintura de aerosol
la insignia: “CJNG”.