* El
Clan de la Succión resta votos * Ni
Nahle quiso a Mónica Robles en la fórmula
* Se cae registro de su mamá *
Anaya y el pleito EPN-Salinas * Mineros
insultan al Peje * Tras la aprehensión
del Cubano, ¿sigue El Chileno? * Por
desaparición forzada, detienen a policías
* Basurero de los Quintanilla no va
* Con denuncias encima, vuelve Marcelo
Mussio Cárdenas
Arellano 07 marzo de 2018
Tribuna Libre.- Tan corrosiva Mónica como Roselia, su madre,
que Morena las midió y decidió desecharlas para contender por la senaduría de
Veracruz y por una diputación federal, la de Coatzacoalcos, olfateando que si
algo olía mal era por el tufo a la derrota que se veía venir.
De soberbia impresionante, Mónica Robles de
Hillman no hace click con nadie, ni entre el priismo que nunca la aceptó
—aunque ella sí lo ordeñó—, ni con la izquierda que le sirviera para
etiquetarse como seguidora de Andrés Manuel López Obrador.
Su madre, Roselia Barajas de Robles Martínez,
pasó por el PRD como ave solitaria, cactus en el desierto, témpano en un
glaciar, sola y su alma cosechando una diputación de regalo que no se ganó en
las urnas, usurpando una plurinominal, sin grupo y sin tribu desde los cuales
adoctrinar, formar estructuras, mover masas, allegarle votos al sol azteca.
Y hoy en Morena desdeña la democracia
interna, anula comités que no le son afines, margina aspirantes que no se le
cuadran, extingue procesos de elección con el embuste de condiciones de
inseguridad o por faltar al procedimiento para finalmente consumar la
imposición.
Nada suman las matriarcas del Clan de la
Succión, las que pregonan su izquierdismo light y viven en la opulencia y entre
millones que les vienen del negocio de la publicidad, vía contratos de sus
medios de comunicación con gobiernos del PRI.
Del seno de la familia Robles surgió el
proyecto de convertir a Mónica Robles de Hillman en suplente de Rocío Nahle
García, su pieza en el mando pejista, actual coordinadora del grupo
parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, en la candidatura al Senado
por Veracruz.
Lo deslizaron sus corifeos en la plaza,
sabiendo que desde que saltó del barco duartista, en el que llegó al Congreso
estatal, bajo las siglas del PRI-Partido Verde, su única opción era treparse en
la nave del Movimiento de Regeneración Nacional, el partido de López Obrador,
así fuera a contrapelo de una militancia que la repudia por su vinculación con
los clanes priistas de los que se sirvió para hacer fortuna y acumular poder.
Mónica Robles tiene todo, menos la magia para
borrar la verdad. Así como su padre fue ariete gutierrezbarrista y dantista,
ella comenzó a succionarle al poder en los tiempos alemanistas. Y ya con Fidel
Herrera enfilado al gobierno de Veracruz, cachó la alcaldía de Coatzacoalcos
para su esposo, Iván Hillman Chapoy, de funestos resultados y escandaloso
enriquecimiento una vez que secó la tesorería sin dejar una sola obra decente
en su gestión municipal.
Fue, pues fidelista. Y con Javier Duarte ya
no fue la consorte de Iván sino la diputada local que no ganó por cosechar
votos sino por tener a su lado al marcelismo que impulsaba a Joaquín Caballero
Rosiñol a la presidencia municipal de Coatzacoalcos.
De la mano del ex gobernador que vació las
arcas y se robó las participaciones federales, el que pactó con los cárteles y
convirtió a la policía estatal en escuadrones de la muerte, torturando y
asesinando, desapareciendo cadáveres, llegó a los círculos de poder.
Su paso por el Congreso de Veracruz fue más
rollo que acción. Sus proyectos a favor de la mujer, se aprobaban en el papel y
se olvidaban en los hechos. Fue una tomadura de pelo que sólo Mónica Robles se
creyó.
Sus negativos le afloran en el cenit de
Morena en Coatzacoalcos, cuando alcanzan la presidencia municipal y comienza el
desgaste por convertirse en gobierno, por los desatinos del alcalde Víctor
Manuel Carranza Rosaldo, que en dos meses acumula yerros y torpezas, un pleito
fenomenal con los empleados del ayuntamiento, a quienes acusa de “aviadores”,
de cobrar sueldos estratosféricos, recortando salarios en forma unilateral;
atrapado en el tema de la recolección de basura y el negocio armado para el
Clan Quintanilla, uno de ellos, Arturo, compadre de la diputada Rocío Nahle,
dueños del predio en Chinameca y con todo para instalar una planta procesadora,
rentando camiones de volteo y adquiriendo unidades recolectoras sin pasar por
el cabildo ni ser sometida a licitación.
Si Mónica Robles es políticamente acre, su
madre, Roselia Barajas ni se ve. Son más de 30 años pregonando que su filiación
es de izquierda, amiga de Heberto Castillo, de Camilo Valenzuela, el ex
guerrillero, de Cuauhtémoc Cárdenas, del Peje López Obrador. Y en 30 años es
innegable su incapacidad para formar cuadros, para llevar el mensaje de la
salvación pejista, para aterrizar con el cuento de la redención de la mafia del
poder, ya exorcizada y purificada por el dueño de Morena.
Repudiada por morenistas y no morenistas, por
los que fueron fundadores del pejepartido y los que llegaron después, Roselia
Barajas protagonizó una maniobra legaloide para arrebatar la candidatura a
diputada federal.
Primero se fraguó la anulación de la asamblea
distrital, que de hecho carece de validez en todo Veracruz puesto que sólo con
los comités municipales podían conformarse tales asambleas. Pero los comités
fueron extinguidos para dar pie a los centralazos orquestados por el grupo afín
a López Obrador.
Un dictamen emitido por acuerdo del Comité
Ejecutivo Nacional y la Comisión Nacional de Elecciones, el 1 de febrero,
determinó que en el distrito de Coatzacoalcos y otros cinco de Tamaulipas, se
anulara la asamblea para “elegir” al candidato a diputado federal. El argumento
es de risa:
“Lo anterior, a fin de evitar poner en riesgo
la seguridad e integridad física de los compañeros y compañeras comisionadas/os
por los órganos nacionales y de la propia militancia de MORENA”.
Un día después, el 2 de febrero, Roselia
Barajas fue impuesta. Y el razonamiento de la Comisión de Elecciones irritaron
a las bases de Morena:
“Es fundamental señalar que la calificación
del perfil de los aspirantes a ocupar una candidatura a un cargo de elección
popular obedece a una valoración política del perfil de cada aspirante a fin de
seleccionar a los candidatos que resulten idóneos para llevar a cabo y cumplir
con la estrategia política y territorial de MORENA en el Distrito de que se
trate”.
Descartada para ser suplente de Rocío Nahle
en la Senaduría, Mónica Robles quedó al margen. Ese espacio lo cubre la
profesora Gloria Sánchez, la de las célebres derrotas, la última a manos de
Manuel Huerta Ladrón de Guevara en la disputa por la dirigencia de Morena en
Veracruz, en un pleito aún sin resolver por la supuesta clonación de dos
boletas que decidieron la presidencia del partido.
Roselia no va. Y mejor para Morena por el
repudio que en las redes se expresa hacia el Clan de la Succión. La sustituye
Tania Cruz Santos, ex candidata del Movimiento Ciudadano a la diputación
federal en 2012, de escasa presencia política, tildada de “Tania Caballero” por
su nivel de interlocución con el ex alcalde priista Joaquín Caballero Rosiñol.
Mónica Robles y Roselia Barajas quedan a la
espera de incorporarse al proyecto pejista por la vía plurinominal, sin
realizar campaña, o trepando al gobierno del Peje de ganar la elección
presidencial.
Ligadas a Fernando Gutiérrez Barrios, a Dante
Delgado, a Miguel Alemán, a Fidel Herrera, a Javier Duarte, su sello es el
sistema político que el Dios Peje dice combatir.
Acumularon fortuna vía contratos millonarios
de publicidad, otorgando el aplauso o callando la verdad, los desvíos de
recursos, la quiebra de Veracruz, los grandes crímenes del priismo en el poder.
Y se ganaron el repudio social.
Nada le suman a Morena. Sólo le restan
intención de voto.
Y cuando Morena olfateó, supo que lo que olía
mal era el tufo a la derrota que se veía venir.
Y las bateó.
Archivo
muerto
Pleito de élites, tras el conflicto de Peña
Nieto y Ricardo Anaya. Pleito entre Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari, que
viene de la investigación del SAT a Emiliano Salinas Occelli, hijo del
expresidente de México, por blanqueo de dinero en paraísos fiscales. Lo plantea
Salvador García Soto en su columna Serpientes y Escaleras, en El Universal.
Enrique Peña Nieto y su staff habrían intentado así parar a Salinas en su
proyecto de impulsar a Claudia Ruiz Massieu a la candidatura presidencial, y
que derivó en el cese de la sobrina favorita en la Cancillería Mexicana; los
reclamos de CSG en Los Pinos, presente el vilipendiado secretario de Relaciones
Exteriores y frustrado delfín de la sucesión, Luis Videgaray; y ahora el truene
con Ricardo Anaya, candidato de Por México al Frente, enderezándole la denuncia
por lavado de dinero que está por venir. Y todo porque el brazo que llevó al
primer plano a Anaya es el de Salinas. Y por eso pasó de ser el opositor
consentido del peñanietismo al gran traidor que no habrá de llegar. Odio en las
alturas, que no es circo, como lo categoriza Andrés Manuel López Obrador, pero
sí pleito de mafias. Y mientras el escándalo sigue y Anaya se ve frenado en su
avance en la intención de voto, los otros dos candidatos tácitamente ya
definieron dónde quedarán: José Antonio Meade, refundido en su tercer lugar, so
riesgo de que Margarita Zavala y El Bronco Rodríguez lo rebasen, y Andrés
Manuel López Obrador, pese a sus habituales errores, se proyecte ya como el
ganador de la elección presidencial del 1 de julio. Sólo un milagro salvaría a
Ricardo Anaya… Muy procaces, los mineros le tiran lumbre a Su Santidad Andrés
Manuel. De loco no lo bajan y le prometen un voto de castigo en la elección
presidencial. De los adeptos del cacique sindical, Napoleón Gómez Urrutia, le
llegan las loas al dueño de Morena, pero otra ala del sindicato minero lo
repudia por inscribir al Na-pillo en la lista de los candidatos al Senado por
la vía plurinominal, pese a que el tipo es un tirano, enriquecido por los
arreglos con las empresas nacionales y extranjeras, él viviendo como rey y su
gremio muriendo por falta de condiciones de seguridad, destruidos sus pulmones
o en explosiones como la de Pasta de Conchos. En Fresnillo, Zacatecas, fue el
mitin donde a López Obrador se le trató de “culero”, de loco, o el “no te
apendejes, ni un voto para El Peje”, o las bambalinas con la leyenda “Mesías de
los corruptos”. Obvio, la yihad chaira
salió a increpar con lenguaje igual de florido, la mentada y la corrientez, y
el sonsonete de que la protesta la patrocina y auspicia la mafia del poder, el
PRI-AN. Como si el Dios peje necesitara del Na-pillo para ganar. Aquí el link
del video: https://www.youtube.com/watch?v=EHLbvSC0gVU... Auténtico capo, José
Giraldo García Carmenate, alias “El Cubano”, traficaba droga y gozaba de
impunidad. Ya está a la sombra. Detenido el 27 de febrero, en Cancún —como aquí
se apuntó un día después—, fue trasladado a las instalaciones de la
Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, como
le ocurrió a otro de sus colegas, el Comandante H, alias Hernán Martínez Zavaleta,
confinado hoy en el penal federal de Villa Aldama por trasiego, extorsión, robo
de combustible y asesinato. Por años operó “El Cubano” en el bar Las Tortugas,
de Las Palmitas, frente al Club Campestre de Coatzacoalcos. Cita una ficha de
la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, que tenía el nivel de mando del
Julio Briones, alias “El Caballero”, y tras su ejecución pasó a compartir el
mando con El H y El Conchas. Aprehendido en Cancún, Quintana Roo, justo luego
de la explosión en un ferry que atracaba en Playa del Carmen luego de cubrir el
trayecto desde la isla de Cozumel, García Carmenate es técnicamente hombre
muerto. Lo que sabe es clave para terminar de extinguir esa célula zeta que por
años operó en el sur de Veracruz, Tabasco y la Península de Yucatán. Unos
muertos, otros en la cárcel, sólo ven llegar a los cárteles rivales, las
traiciones de los suyos, la ejecución de halcones, estacas, capos menores. De
Pablo Herrera no se ha vuelto a saber. Es el Famoso Mamito. Del Pana tampoco.
Se estrecha el círculo en torno al “Chileno” y al “Tito”, según fuentes
policíacas… Por desaparición forzada, un delegado del Mando Único Policial y
siete elementos, adscritos a la están
vinculados a proceso. Habrían detenido a un joven, Juan Arturo Méndez Alcántara,
en el fraccionamiento Nuevo Córdoba, el 21 de febrero. Su madre denunció el
levantón y días después su cuerpo, con visibles huellas de tortura, fue hallado
sin vida en el río Blanco, cerca de Orizaba. Con Javier Duarte y su secretario
de Seguridad Pública de Veracruz, hubo complicidad y hasta una política de
exterminio, usando a los cuerpos de élite de la Policía Estatal como
escuadrones de la muerte, y si había bronca el falso general “les hacía el
paro”. Al delegado Patricio Lagunes y los siete elementos involucrados se les
detuvo y se abrió la carpeta de investigación 6328/2018. Menudo lío en que
sometieron… No frío sino muerto, el basurero del Clan de la Succión, el de los
Robles con los Nahle y los Quintanilla. Se murió el proyecto cuando se agitó
Chinameca, negándose el alcalde Antonio Carmona Trolle a dar su aval y los
ejidatarios que reclaman parte del predio y que sus tierras sean el tiradero de
desechos de Coatzacoalcos y la región. Sin el respaldo del presidente municipal
y los líos judiciales de los hermanos Quintanilla —Jaime, tripulador de la ex
diputada duartista Mónica Robles de Hillman; Arturo, compadre de la diputada
morenista, Rocío Nahle de Peñita, y Enrique, líder de los macheteros—, incluida
la denuncia por robo de materiales en el predio Chacalapa, propiedad de
Donaciano Baeza Gutiérrez, el proyecto ya no va. No pasa en el gobierno de
Veracruz, así la Secretaría de Medio Ambiente le haya dado su aval, basándose
en los permisos obtenidos por los piratas de la basura. Hay ya una investigación
en curso para determinar el origen y, sobre todo, la autenticidad de los
documentos que sirvieron para lograr que el proyecto del grupo Quintanilla
avanzara. Se presume una “clonación”. Un funcionario de altísimo nivel expresó
categórico: “Ese basurero no se hará”… De la delegación de Sedesol federal en
Veracruz, Marcelo Montiel salió entre gritos y chiflidos, acusado de malversar
recursos, de servirse de los programas sociales. Y su sucesora, Anilú Ingram,
lo denunció. Hoy está a un paso de regresar, enfilado a otra delegación
federal, presuntamente el Centro SCT, donde el correr de millones, las obras
carreteras, la inversión en tiempos electorales, es el instrumentos de los
mapaches del PRI. A operar regresa Marcelo Montiel, tratando de enderezar la
nave priista y la desfondada campaña de Pepe Yunes y José Antonio Meade en
Veracruz. Se ve que en el PRI no miden la realidad…