Tribuna Libre.- La
responsabilidad que tendrán quienes dirijan los destinos del IMSS en el norte y
en el sur de Veracruz será enorme. El
haber reducido los presupuestos del seguro popular y los recursos de salud
asignados a los estados, implica que habrá más población que tendrá que atender
el Seguro Social, y tendrá que atenderla a la brevedad, pues la incidencia de
enfermedades y accidentes no se reduce por razones de política económica o de
prevención de la corrupción.
Seguramente se construirán clínicas, muchas más, atendidas por médicos
generales, que habrán de dedicar un buen tiempo a la prevención, a la atención
de pacientes y quienes tendrán la responsabilidad de mandar a quien lo amerite
a los hospitales.
Escuchar a médicos y enfermeras del IMSS es escuchar un rosario de
quejas, ya que en privado ellos se quejan de no contar con todos los recursos
para atender a sus pacientes. Médicos y
enfermeras tienen la vocación, el espíritu de servicio y la sensibilidad ante
el dolor ajeno, y por ello sufren la desesperación de no poder hacer todo lo
que se debe con todos los pacientes que lo necesitan.
Por ello quienes desarrollen los planes de expansión del seguro social,
deberán también de incluir la construcción de hospitales con especialistas que
puedan atender a toda esa población que hoy de por sí queda mal atendida, y
adicionalmente a la población que se sume como derechohabiente.
Las estrategias para atender con hospitales deben de incluir el debido
equipamiento, el número de camas y quirófanos necesarios acorde a los modelos
matemáticos existentes en función del número de personas que estarán protegidas
en su salud en el radio de influencia del hospital, y lo más importante la
ubicación estratégica de las clínicas y hospitales, para reducir
significativamente los tiempos de espera y de respuesta en casos de emergencia.
Curiosamente en estos días han salido a relucir dos nombres para ocupar
el cargo de mayor responsabilidad en la zona norte y en la zona sur del
estado. Resulta también que cuando se
sueltan nombres, se hace con el fin de percibir la respuesta de la población e
incluso exponer a los mencionados al ataque mediático de aquéllos que compiten
con ellos por el puesto, que por cierto no es menor, pues ser coordinador
implica un manejo presupuestal impresionante y una responsabilidad brutal.
Los dos nombres que se manejan son los de Martin Cabrera Zavaleta ex
alcalde de Orizaba y Paul Martinez Marié ex alcalde de Perote. Ambos han tenido también otros puestos en
la administración pública, pero no se trata de detallar su curriculum sino de
aprovechar que ya los ventanearon para analizar las características de cada uno
de ellos.
En el caso del ex alcalde de Orizaba, es
innegable que algunos de los empresarios más prominentes de Orizaba no le
tienen mucho aprecio, por razones principalmente políticas. Mientras que en el caso del ex de Perote,
también hay prominentes figuras dentro del PRI que no le guardan mucho afecto,
curiosamente por razones políticas.
Fuera de ello, si uno pregunta entre la gente humilde de Orizaba que tal
fue como alcalde, invariablemente se escuchan respuestas favorables, pues en
ese sector se le recuerda con gran sensibilidad social, atento a las
necesidades de los mas fregados de la sociedad, y sobre todo, que jamás dejó a
alguien sin recibir el apoyo o la ayuda solicitada. Ello en sí mismo, lo califica para el
puesto en el que se le menciona, pues en este gobierno de la cuarta
transformación, quienes primero importan son los pobres y los desamparados,
exactamente esos que siempre fueron atendidos por Martin.
Si
hablamos de Paul Martínez, la experiencia es similar, ya que en Perote los más
humildes generalmente se expresan bien de él y de su actuación durante su
mandato como alcalde. Adicionalmente a ello, los comentarios van en función de
una persona organizada y comprometida con la función que desempeña, así que
seguramente en caso de resultar escogidos para el puesto, los dos personajes
mencionados y ventaneados pintan como para hacer un excelente trabajo, con una
perspectiva diferente.
Hoy resulta muy complicado para un funcionario pensar en negocios en el
puesto, ya que la prioridad del presidente de la República y de quienes votamos
por Morena es el combate a la corrupción y sabemos que ni los militantes ni el
presidente van a permitir actos de ese tipo, así que quienes lleguen a
cualquier puesto público, tendrán que ser dechados de honradez antes que
cualquier otra característica que pueda requerir el puesto.
Esto cuenta, pues a ninguno de los dos mencionados se les comprobó algún
mal manejo durante sus respectivas administraciones como alcaldes. Cuando investigaba para realizar este
artículo, me enteré de muchísimos ataques
disfrazados de denuncias en la prensa, pero en general fueron eso,
ataques de los que son muy comunes en nuestro sistema político. Fuera de eso,
que sabemos no es confiable, pues generalmente hay un enemigo político que
patrocina a quien publica y ataca, ninguno de los dos, ni Martin ni Paul
tuvieron algún problema con las autoridades fiscalizadoras de sus respectivas
administraciones.
Esperemos que pronto se resuelvan los nombramientos, pues los trabajos
en el IMSS no pueden esperar. Así
sabremos si los ventaneados eran aspirantes o fueron simples distractores.