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diciembre 06, 2016

Anteproyecto de punto de acuerdo para dejar sin efecto la adhesión del estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, al sistema nacional de coordinación fiscal

ANTECEDENTES
Xalapa, Ver. | 07 diciembre de 2016
Tribuna Libre.- El estado de Veracruz acordó su adhesión al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal en el mes de noviembre de 1979, que fue resultado de compromisos entre la Federación y los estados en los convenios únicos de coordinación celebrados entre ambas partes durante los años de 1977 y 1978.

A partir de ese año, se han renovado y el más relevante de ellos se suscribió en agosto de 2015, donde se establece la colaboración para coordinarse en materia del IVA, ISR, IEPS, Impuesto sobre automóviles nuevos, multas y otros, así como ingresos de incorporación fiscal y de derechos federales.

Hasta los años ochenta, la entidad se caracterizó por tener una economía sustentada en la inversión púbica y en unidades industriales estatales que contribuyeron durante varias décadas al crecimiento de la economía local. A partir de esa década los procesos de modernización y cambio estructural afectaron los niveles de inversión, producción y empleo en empresas públicas y privadas.

Tal situación propició que en el periodo 1993-2003 el Producto Interno Bruto estatal creciera a una tasa de 1.54% en tanto que la nacional fue de 3.17%. Los procesos de privatización y desincorporación de empresas de las ramas petrolera, petroquímica, metal-mecánica, azufrera, azucarera, textil y fertilizantes, dejaron sin empleo e ingresos a miles de trabajadores en el centro y en el sur del estado, sin que se cumplieran los compromisos de restitución de tales empleos e ingresos.

De modo que la caída de la actividad económica repercutió en la baja de los impuestos y, con ello, en una situación declinante en materia de participaciones en el ámbito de la coordinación fiscal

Posteriormente, en el año 2007, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público realizó una reforma a la coordinación fiscal que se sustentó en un cambio de las fórmulas o coeficientes para la distribución de las participaciones fiscales, aparentemente con la intención de premiar a los estados que generaran un mayor valor agregado, pero beneficiando también a estados con mayor población.

Esta medida se pudo aplicar sin tener consensos, debido a que se aumentaron las aportaciones a los estados de menor desarrollo relativo en una época de altos excedentes petroleros.

De modo que el tipo de tributos y la forma de recaudación hace que, del total de impuestos federales, estatales y municipales, el 96% sea de carácter federal y sólo 4% local.

Los cambios en la coordinación fiscal beneficiaron a pocos estados, entre ellos, al estado de México y afectaron a la mayoría de entidades, entre los cuales se cuenta al estado de Veracruz. En el periodo 2007-2015 las participaciones para Edomex crecieron de 54 mil millones a 82 mil millones de pesos, o sea 53%, en tanto que estados como Veracruz crecieron de 26 mil millones a 34 mil millones de pesos o sea 32%, abajo de la media nacional de 39%.

Las afectaciones a Veracruz por la modernización y cambio estructural de los años noventa hicieron que en el periodo de 2000 a 2007 se registrara una tasa media anual de crecimiento de las participaciones a la entidad de 2.47% en tanto que en el estado de México fue de 3.65% y a nivel nacional de 3.17%.

Aunque en el periodo 2007-2015 mejoró la tendencia, se mantuvo un menor desarrollo relativo del crecimiento de participaciones para Veracruz con respecto a otros estados. En ese periodo su tasa media fue de 3.57% en tanto que en Edomex fue de 5.45% y a nivel nacional de 4.18%, como resultado de los cambios del 2007 que favorecieron más que proporcionalmente al estado de México.

Esta misma realidad se puede observar también en las participaciones per cápita en los estados. En los años 2000 y 2007 Veracruz tuvo un ingreso per cápita de sus participaciones fiscales de 3,171 pesos y 3,467 pesos a precios del 2015, respectivamente, ocupando el lugar 25 entre los estados en ambos años. Para el año 2015 el ingreso de participaciones per cápita se elevó a 4,241 pesos, pero tuvo un deterioro al ocupar el lugar 31 solo arriba del estado de Oaxaca.

Aparentemente, poco tiene que ver la obligación constitucional del gobierno mexicano de sustentar presupuestalmente los servicios sociales básicos con la coordinación fiscal, pero el concepto de aportaciones federales se incluyó en la Ley de Coordinación Fiscal en el año 1997, como una medida para paliar la presión de los gobiernos de los estados y aumentar las participaciones ante las dificultades económicas, por la crisis financiera de los años 1995 y 1996.

En este rubro de aportaciones federales, hay más equilibrios territoriales en la distribución de los recursos, aunque se sigue presentando una inercia para privilegiar algunas entidades federativas. En este aspecto, la mayor cantidad de recursos se orienta a los estados de más densidad demográfica y que tienen las mayores necesidades en materia de los servicios de educación y salud.

En materia de aportaciones, en el periodo 2000-2007 el estado de Veracruz registró una tasa media anual de crecimiento de 3%, pero entidades como Nuevo León y el estado de México presentaron tasas de 4%, en tanto que la tasa media anual de crecimiento a nivel nacional fue de 3.5%. No obstante ello, Veracruz ocupa el 2° lugar en montos de recursos transferidos, después del estado de México.

Por lo anteriormente expuesto, y

CONSIDERANDO
Que la fórmula aplicable es inequitativa para Veracruz, ya que recibe una mínima parte en comparación a lo que aporta a los ingresos nacionales. Nuestro Estado hoy vive, momentos económicos difíciles, el conocimiento de las causas, no elimina los efectos, sectores sociales están seriamente afectados en sus economías, la deuda pública no le permite al Poder Ejecutivo, ejecutar con éxito el Plan Estatal de Desarrollo; si la Federación no apoya a Veracruz, tenemos la opción de retirarnos del Sistema de Coordinación Fiscal y recaudar nuestros propios ingresos.

Que es necesario se logre un cambio en las relaciones intergubernamentales en materia hacendaria, dado que en los últimos años se ha usado la coordinación fiscal para beneficiar a grupos políticos o a estados, alterando los mecanismos para la distribución de recursos fiscales.

Que el gobierno federal no ha respondido a los planteamientos que le han formulado diversas instancias, recientemente partidos políticos modificar al alza los porcentajes de la Recaudación Federal Participable que se otorgan a los estados, así como los niveles de las aportaciones que se proporcionan mediante los fondos establecidos en la coordinación fiscal y en el PEF anual.

Que el gobierno federal tampoco atendió los planteamientos de renovación de la política hacendaria que los estados hicieron en forma reiterada especialmente de la coordinación fiscal, en la Convención Nacional Hacendaria de la primera mitad de la década pasada, a fin de lograr mayores y mejores equilibrios fiscales.

Que nuestro estado, no obstante, sus contribuciones al desarrollo nacional al ser la tercera entidad más poblada del país y la quinta economía estatal, enfrenta una grave pobreza y distorsiones por la centralización de los servicios educativos que deben atenderse de manera urgente para evitar males mayores que obligaran a un replanteamiento o denuncia por parte del estado de nuestro Pacto Federal.

Es muy importante mencionar que el criterio de asignación con base en los niveles de población que anteriormente representaba el 45% nos dejó en franca vulnerabilidad. Porque el cambio hacia factores de crecimiento económico, aunque se entiende el propósito deja a las entidades federativas con mayor población y menor crecimiento una mayor carga en sus finanzas para seguir dotando de servicios públicos a la misma población. Lo que se vuelve un factor muy regresivo en términos de bienestar social.

Que al cambiar la formula en el reparto de las participaciones federales dejaron en vulnerabilidad a un Estado de 8 millones de habitantes con 50 % en condiciones de pobreza y que este reparto lo hace al futuro no solamente vulnerable, sino en un atraso estructural que difícilmente le permitiría alcanzar una media Nacional de desarrollo con relación a otros Estados.

Por todo lo expuesto, considero presentar la siguiente:

PROPUESTA
Separar al Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave del Sistema de Coordinación Fiscal, en razón de su voluntad soberana.

Las conveniencias de no adhesión a la coordinación fiscal son muchas, por lo que someto al análisis y consideración de este H. Congreso, el proyecto a fin de que el Estado, reactive sus potestades para gravar y por ende seamos autosuficientes.

La salida del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal implica hacerse cargo del cobro de los impuestos al ingreso y al consumo, e incluso de algunos especiales que defina la soberanía estatal. Ello implica la definición de actividades a gravar y tasas a aplicar, lo que provocará una competencia entre estados o con el gobierno federal para atraer inversiones y contribuyentes a su esfera.

Aunque el estado deje la coordinación fiscal mantiene su participación en los impuestos incluido en el inciso 5° de la Fracción XXIX del artículo 73 Constitucional, como energía eléctrica; producción y consumo de tabacos labrados; gasolina, y otros derivados del petróleo; cerillos; aguamiel y productos de su fermentación; explotación forestal y producción y consumo de cerveza.

Todo ello, vendrá a contribuir a la resolución de los problemas de liquidez que tenemos en el Estado.  Por lo tanto, es urgente encontrar soluciones financieras a las demandas de recursos.

En cuanto a los esquemas de transferencia como las aportaciones federales, se plantea que se sigan proporcionando al estado, aunque no esté adherido a la coordinación fiscal, tal como ocurrió antes de 1997, cuando se incorporaron las aportaciones a la Ley de Coordinación Fiscal.

Llegó el momento de unificación en Veracruz.

De tener altura de miras de los que participamos en la vida pública.

No a los distingos, no al revanchismo político y no a los engaños.

Tenemos en los poderes de gobierno el único fin de lograr que el Estado de Veracruz, sea un orgullo de sus ciudadanos y del país entero.


La riqueza que se genera en Veracruz, debe quedarse en Veracruz. 

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