*Andi Uriel Hernández Sánchez| 16 abril de
2018
Tribuna Libre.- La semana pasada los antorchistas retamos
públicamente a Claudia Guerrero a demostrar sus acusaciones lanzadas en contra
de los dirigentes del Movimiento Antorchista, a lo que ella respondió haciendo
una invitación al público a que aportará las pruebas de las extorsiones y
fraudes cometidos por los acusados. Con ello se demostró que las afirmaciones
vertidas en su columna del 5 de abril, no fueron más que invenciones suyas o
dictados con los que pretendía justificar la paga que seguramente le hizo quien
le ordeno el ataque.
Claudia Guerrero primero juzga y sentencia y
posteriormente decide abocarse a pedir que otros, “el público en general”,
presenten las pruebas, pero lo que se pudo observar en las redes sociales, y en
el mismo enlace que ella proporcionó para las denuncias fue la respuesta de
miles de antorchistas, que sin necesidad de recurrir al anonimato le
demostraron con hechos y con evidencias el trabajo cultural, educativo,
deportivo y de urbanización que Antorcha lleva a cabo en todo el estado de
Veracruz.
Su fracaso la llevo a indagar en el cascajo
de los refritos periodísticos que desde hace años se han publicado atacando a
la única organización de carácter popular que existe en México, es decir, el
Movimiento Antorchista, en los cuales se repiten una y otra vez las mismas
calumnias por gente, que como ella, no ha podido probar nunca sus acusaciones.
Ella misma inserta los enlaces de sus fuentes de internet y publica cosas como
las instalaciones deportivas, a las que hizo referencia en su engendro, que los
antorchistas hemos gestionado, construido y hecho público en diversos medios y
de los cuales no nos avergonzamos. Recurre al viejo método de inventar
denunciantes anónimos cuando en realidad es información falsa que le
proporcionan fuentes policiacas.
Las mentiras de la señora Claudia son
evidentes a todas luces, solo las puede inventar una persona muy enferma de
odio o muy obsesionada en justificar la paga que le dan. Quedando claro también
que el Ing. Samuel Aguirre tenía razón al acusarla de su tendencia policiaca,
pues se lanzó como loca a hacer ataques y amenazas en contra de Indra Junueem,
vocera del Movimiento Antorchista en Córdoba, con el propósito de intimidarla.
De la misma manera hizo público el domicilio particular del Ing. Samuel Aguirre
Ochoa, lo que debe entenderse también como una amenaza velada de sus patrones,
por lo que desde este momento la hacemos responsable de cualquier atentado que
pudiera sufrir nuestros dirigentes y cualquiera otro compañero antorchista.
Doña Claudia Guerrero, la llamamos a que
medite, a que se serene, a que no se tire al piso y se haga la mártir pues
nadie la ubica como tal, al contrario, todos la tienen como una mercenaria que
no sabe ni siquiera redactar, a quienes le dictan sus escritos y que padece
grandes traumas, sin embargo la comprenden.
* Vocero
del Movimiento Antorchista en Veracruz