*El Palacio Municipal en manos de una turba.
*Podría quedarse sin servicios el lunes.
Fortín de las Flores, Ver. | 13 abril de 2015
Tribuna Libre.- La
ingobernabilidad está llegando a este municipio y de no poner orden las
autoridades estatales, este lunes la ciudadanía podría quedarse sin servicio y
atenciones, al ser condicionado el acceso a los empleados municipales.
Tras sufrir este viernes
por tercer día la toma del palacio municipal, habitantes de este municipio
corren el riesgo de quedarse sin servicios, gente encabezada por Carlos
Guraieb, Jorge Blanco, Gerardo Revueltas, principales agitadores del movimiento
denominado G-14, se han apoderado de las instalaciones y amenazan con
condicionar el acceso a los empleados municipales.
Inicialmente
pedían la separación del cargo de tres funcionarios de esta administración,
lograron el despido de la Secretaria del Ayuntamiento América Landeros, sin
embargo los otros dos no fueron separados, lo que motivo la molestia de Carlos
Guraieb, quien ha tomado el liderazgo del movimiento, y ahora quiere la
destitución de todo el cuerpo edilicio y se constituya un consejo de gobierno.
Este cambio provoca
el rompimiento entre los dirigentes del grupo, quienes ávidos de poder buscan
llevarse el botín completo dejando a los demás sin nada, la ambición sale a
relucir ante la impunidad que las autoridades estatales están permitiendo,
ignorando la acumulación de presión social que se incrementa a cada momento.
La indiferencia
del gobernador Javier Duarte quien dicen se encuentra en su casita de descanso
(El Faunito) y del secretario de Gobierno Gerardo Buganza quien desde Córdoba
estaba moviendo los hilos, es una bomba de tiempo que puede explotar en
cualquier momento y las consecuencias resultarían catastróficas señalan los
fortinenses.
48 Horas para
recapacitar y acabar con este problema que afecta a los fortinenses y
únicamente beneficia a un puñado de desarrapados sociales quienes sin
justificación trasgreden los intereses de un pueblo que poco a poco se ha ido
recuperando de los saqueos sufridos por administraciones pasadas, incluida la
de Carlos Junco, quien fuera impuesto por Buganza.