* EPN y Castillo: crimen de Estado *
Reportaje de Proceso, Aristegui y Univisión * Caso Liliana: las maniobras
de Duarte * García Bringas y el meme ivanista * Héctor Yunes, en
quinto lugar * La faramalla del INE en Mina * El fallido asesor del
PAN * Villarreal le ve la cara a los panistas * La Potrilla y su
sainete en Martí.
Mussio Cárdenas Arellano | 21 abril de 2015
Tribuna Libre.- “Mátenlos como
perros”, dice un federal. “Mátenlos, mátenlos”, grita otro. Los colocan de
rodillas y les disparan. Yacen en el piso, heridos, y los rematan. Dice una
mujer, también a gritos, que está embarazada, y aún así la arrastran, la
patean, la detienen. Hay sangre, olor a muerte, el miedo en cada rincón.
Es el relato de
Laura Castellanos para Proceso, Aristegui Noticias y Univisión. Cita y
documenta los hechos del 6 enero, un Día de Reyes que terminó en una masacre
perpetrada por la Policía Federal, resumidos en un reportaje demoledor, crudo,
que cimbra e irrita, bajo el título “Las ejecuciones de Apatzingán”.
Otro crimen y otro
agravio. Es el nuevo Ayotzinapa, pues ahí también está la mano del gobierno
peñista, diestra en la embestida social, esta vez a través de la Policía
Federal que acudió al lugar, al centro de Apatzingán, Michoacán, que emboscó,
que violó garantías constitucionales, que abusó de su poder, que atropelló la
ley y que asesinó a miembros de la fuerza rural, el G-250, que había sido su
aliada, y luego la exterminó.
Fue el G-250 un
grupo aliado del virrey peñista en Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes,
comisionado Federal de Seguridad. Algunos de sus miembros habían sido
templarios. Su líder era Nicolás Sierra, alias “El Gordo Coruco”, quien junto
con sus hermanos es identificado como cabezas del grupo de Los Viagra. Castillo
los usó para perseguir y atrapar a Servando Gómez, “La Tuta”, el último jefe
templario.
A fines de
diciembre de 2014, Castillo los desmanteló. Pero no les quiso pagar. Sus
antiguos aliados protestaron, exigieron, se apostaron en los portales del
palacio municipal.
Horas antes del
ataque, una partida militar los abordó. Dialogó con ellos. Los conminó a
retirar el plantón, a cesar la protesta, a liberar la alcaldía. La Fuerza Rural
se negó y permaneció en el lugar.
Alrededor de las 2
de la mañana del 6 de enero, familias compraban los regalos de reyes. Caminaban
entre los puestos de mercancías, aledañas al palacio. En puntos estratégicos se
mantenían los G-250. Unos charlaban; otros dormían en las bateas de las
camionetas.
De un radio salió
la voz de alerta. Un convoy de la Policía Federal se dirigía al centro de
Apatzingán. “El Gordo Coruco” dio la orden de no usar las armas. Unos
permanecían con palos en las manos. Los que portaban las armas, las colocaron
sobre el suelo.
Describe el
reportaje difundido por Proceso, Aristegui Noticias y Univisión una escena
sangrienta. A lo largo de 15 minutos, la Policía Federal arremetió contra
Fuerza Rural y población civil, desmedido su poder, en su mayor expresión el
abuso de autoridad.
Reconstruye Laura
Castellanos esa historia de muerte, de violencia, de prepotencia a partir de
los testimonios de los sobrevivientes, 43 de ellos encarcelados y luego
liberados porque el juez de la causa no halló elementos para procesarlos; por
la voz de los familiares; por la vivencia de los testigos presenciales, muchos
de los cuales grabaron las escenas del atropello; por la versión del médico que
no recibió a muchos de los heridos porque la policía ordenó que los llevaran a
hospitales de ciudades lejanas simplemente a morir.
Miembros del
Servicio Médico Forense confirmaron que algunos de los muertos tenían el
tatuaje de pólvora en la piel. Es el indicio de un disparo a corta distancia, a
20 ó 30 centímetros. Fue una ejecución.
Un fragmento del
reportaje aparece en el portal de Proceso en internet: http://www.proceso.com.mx/?p=401646.
Su versión impresa es demoledora. Los testigos hablan resguardando su
identidad, temerosos del contragolpe del gobierno. Sus voces y sus imágenes
están registrados en audios y videos. Un testigo del que no se proporciona
nombre ni se muestra su rostro, pero que habría estado presente en ambos actos
de represión, acusa a la policía federal.
Otros sitios lo
retoman. El portal Vimeo difunde el video de Aristegui Noticias: https://vimeo.com/125391931
Univisión lo ha
presentado en varias entregas. Dos de ellas son estas: http://noticias.univision.com/video/593829/2015-04-19/edicion-nocturna/videos/que-paso-apatzingan-tragedia y http://noticias.univision.com/video/593905/2015-04-19/noticiero-univision/fin-de-semana/forenses-objetan-version-oficial-apatzingan.
Habla de
ejecuciones in situ, juicios sumarios, hínquese y dispárenle, versiones
recogidas de sobrevivientes, de familiares y del abogado que los representa
legalmente. Ahí se cometió un crimen lesa humanidad, según determina el
Estatuto de Roma que rige a la Corte Penal Internacional.
Hubo 16 muertos y
un número indeterminado de heridos. Sostiene el gobierno federal que fue fuego
cruzado entre grupos antagónicos con saldo de ocho muertos y un atropellado, y
que algunos de los muertos recibieron los disparos de sus mismos compañeros.
Apesta la versión
oficial. Eso ocurrió el 6 de enero, Día de Reyes. Ahí no hay vestigios de
narcos contra narcos, o narcos que se llevan a sus rivales, los torturan, los
ejecutan y los incineran, como en Ayotzinapa, Guerrero, donde 42 jóvenes
normalistas no aparecen porque la coartada del gobierno peñista es frágil e
inverosímil.
Castillo Cervantes
justificó la masacre con una versión que se cae a pedazos. Fue un acto criminal,
dirigido de las altas esferas del gobierno, usada la Policía Federal para un
ataque contra fuerza rural y autodefensas, pero también contra jornaleros
dedicados a la recolección de limón y contra pobladores, incluidas tres niñas,
que acudían esa madrugada a comprar los regalos de Reyes.
Ayotzinapa no se
ha extinguido; se internacionaliza con la protesta de los padres de los
normalistas muertos, que acuden a foros en el extranjero.
Ahora viene el
caso Apatzingán. Pero el sello es el mismo. Reprime y maquilla la escena del
crimen. Y luego le llueve y no sabe qué hacer. Se avecina, pues, otra crisis
social, internacionalizada la imagen del gobierno represor.
Lo de Apatzingán
fue un crimen de Estado.
Archivo muerto
Siente Javier
Duarte el agua al cuello. Maniobra, pues, para diluir el atentado a Liliana
Janix Castro Muñoz. Filtra la Fiscalía General de Veracruz que no hubo ataque a
la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional a diputada federal por
Acayucan. Dice que no fue bomba molotov sino un cortocircuito. Refiere que hay
testigos —¿a las 3 de la mañana?— que vieron la chispa y luego el fuego. Su
historia es demencial como dementes son sus autores. Como dice la maestra
Gloria Sánchez, lideresa estatal de Morena en Veracruz, no es confiable la
Fiscalía, ni los MP. Sus peritajes son a modo, parciales, con ganas de no hacer
justicia, con el ánimo de echar abajo el atentado a Liliana. Lo que nadie
explica es por qué desapareció una cámara de video de un negocio vecino donde
habrían quedado registrados los movimientos de los criminales que arrojaron la
bomba molotov. Dijo el gobierno duartista que desapareciera la cámara, y
desapareció. Javier Duarte maniobra. Y guarda silencio. Calla ante los
señalamientos del líder nacional de Morena, Martí Batres Guadarrama, que lo
acusa de tener vínculos con el crimen organizado y que los usa para hostigar a
la oposición ante la próxima elección del 7 de junio. Seguimos... Desde el
anonimato, fustigado y exhibido, recibe metralla Rafael García Bringas. Un presunto
usuario de Twitter, Compa Molotovmx, sin rostro, sin nombre, presuntamente hace
un collage y de ahí lo montan a Facebook. En él, el candidato priísta, Rafael
García Bringas; su esposa, su hija, su yerno, sus nietos y la otra, que en
realidad ya no es. Hablan de la otra vida del aspirante a diputado federal por
Coatzacoalcos. Le recalcan lo de la mujer platinada. Incitan a no votar por
alguien que lleva doble vida. El golpe es artero, lanzado desde de las sombras.
Impacta a las redes y se reproduce en forma exponencial. Revisando en la cuenta
de Compa Molotovmx, el meme no aparece. Involucran incluso a este reportero,
lanzándolo desde Facebook, cuando nuestras cuentas en las redes están abiertas
para verificar que de ahí ni salió ni se recicló ese meme del escándalo. Es el
lodo que comienza a dominar las campañas. Es fuego amigo, fuego priísta, fuego
cercano a García Bringas, con rasgos de ivanismo, hasta un correo de una
allegada a la diputada Mónica Robles, que no traga al candidato del PRI. Quizá
no le haga perder votos, pero es guerra sucia, lodo amigo... En picada, su
popularidad menguada, Héctor Yunes Landa ya no puntea en la pre-pre-precampaña
al gobierno de Veracruz. Se publicita en vano, en Facebook, en Twitter,
maltrecho como anda. En la encuesta de Periódico Veraz, de la columnista
Claudia Guerrero Martínez, el senador veracruzano apenas araña el quinto lugar.
Lo superan José Francisco Yunes Zorrilla, del PRI; los Yunes azules, y Erick
Lagos Hernández, también priísta. De 45 mil 52 votos emitidos por los usuarios
del portalperiodicoveraz.com hasta el viernes 17
de abril, 15 mil 654 son para Pepe Yunes; 10 mil 806 para Miguel Ángel Yunes
Linares; 8 mil 119 para Fernando Yunes; 5 mil 71 para Erick Lagos, y 3 mil 950
para Héctor Yunes. Eso le pasa por andar haciendo jugarretas con Javier Duarte,
acordando en lo oscurito, traficando cargos en el gobierno para su gente y
adoptando un discurso condescendiente, plano, entreguista, solapador del duartismo.
De ir a la cabeza, ahora es quinto y degradante lugar. Sólo supera a Alberto
Silva Ramos, El Cisne de Lodo, quien en un pequeño descuido lo alcanza y lo
deja atrás... Lo dicho: el INE es una calca del IFE. Se fue el presidente de la
Junta Distrital en Minatitlán, Félix Ciprián Hernández, pero no se esclarece ni
se castiga cómo metió las manos el sindicato petrolero en la designación de
funcionarios de casilla que habrán de tener el control de la votación en la
elección del 7 de junio. Félix Ciprián fue movilizado a Martínez de la Torre.
Hace el enroque con David Goy, quien despachaba allá. Ciprián llegó a su nuevo
encargo y ni se dio por aludido en cuanto a las corruptelas en el INE de
Minatitlán. Como dijo una fuente del PRD, el INE reconoce irregularidades pero
no la corrupción que asoma. La maquinaria del fraude continúa su marcha; el INE
es su escolta... Se llama Daniel Villarreal y es el fallido asesor del PAN en
Coatzacoalcos. Ya son clientes frecuentes suyos los ilusos panistas. Viene en
cada elección, dice que hace estrategia, que posiciona al candidato, que
detecta las debilidades del PRI, que ataca y convierte las expectativas en
triunfos sólidos. Siempre dice lo mismo pero es un fiasco. Daniel Villarreal no
es efectivo porque carece de estructura electoral. Puede diseñar la promoción
del voto. Puede lanzar y relanzar a Gloria Santos Navarro, la candidata del PAN
a diputada federal. Puede tomarle el pulso al resto de los partidos rivales.
Pero nada sirve si no hay estructura electoral. Y el PAN no la tiene. Daniel
Villarreal lo sabe y aún así, gusta de engañar a los panistas. Cobra una
millonada, lo atienden a cuerpo de rey, pero el triunfo no se ve llegar. Y en
cada elección es lo mismo. ¡Qué manera de dilapidar el dinero!... Alegaba y
alegaba La Potrilla. Su amiga pretendía adquirir un GPS y ropa deportiva en
Martí de Plaza Américas, en Xalapa, el viernes 17, a eso de las 2 de la tarde.
Sumaba la cuenta algo así como 12 mil pesos. Quiso pagar la otra chica con
tarjeta de crédito a nombre de una persona que no era ella. Una y otra vez
insistía y el gerente le negaba la venta. Tomó entonces Damara Gómez Morales,
hija de Isabel Morales Aguirre, La Potra, candidata del PRD a diputada federal
por Minatitlán, su bolsa de fina marca y extrajo un fajo de billetes de 500
pesos. Relata un testigo que habrían ahí entre 40 y 50 mil pesos. Y saldó la
cuenta. Así cuentan quienes vieron el sainete...
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