*Vuelve a caminar tras sufrir amputación de miembros inferiores.Tribuna Libre /Fortín, Ver. (Zona Centro)
Un ejemplo de vida es Adela Rangel Cortés, quien a cinco años de haber tenido un trágico accidente al caerse del tren y sufrir la amputación de extremidades inferiores, ahora vive una nueva etapa que valora diariamente, ya que con la donación del par de prótesis transtibiales, le permiten caminar e incorporarse al campo laboral.
Hace un año, la joven aún dependía de una silla de ruedas para trasladarse, después de que en el 2005 tuviera el accidente al pretender viajar con un grupo de amigos a Veracruz en un tren carguero, pero al no poderse subir por su paso en la colonia Ballinas, cayó entre la vía, pasándole las ruedas en los pies hasta la mitad de las pantorrillas, lo que le ocasionó machacamiento de ambas extremidades.
El accidente cambió drásticamente la vida de Adela, quien contaba con 19 años y tenía grandes ilusiones de crecimiento personal, ilusiones que no hizo a un lado y por el contrario se llenó de fortaleza para buscar apoyo al requerir de curaciones y rehabilitaciones.
Recuerda que su limitación física no fue impedimento para tocar puertas en busca de ayuda, siendo el DIF Municipal, que encabeza Rosy Roiz de Sánchez, la dependencia que le brindó el apoyo para canalizarla a la Promotoría Estatal de Atención a Personas con Discapacidad y la adquisición de las prótesis que requería para dejar la silla de ruedas.
Su hermana Alicia, quien se responsabilizó de sus cuidados, considera como un “milagro” que Adela pueda ahora caminar y rehacer su vida, ya que aunque eran optimistas en su rehabilitación, en ocasiones pensaban que tardaría el apoyo para la donación de las prótesis, así como al desconocer de su funcionamiento, no se imaginaron los excelentes resultados que hoy están viendo y la oportunidad para que Adela pudiera rehacer su vida con mayor responsabilidad e incorporarse al campo laboral.
“Para nosotros, su familia, es un gran alivio verla caminar, que no depende de nadie para hacer sus cosas y eso nos llena de alegría y agradecimiento, porque después de cinco años del accidente, no imaginamos que estuviera tan repuesta y sobre todo que recobró la movilidad de sus piernas con las prótesis” dijo Alicia Rangel.
Después de la rehabilitación y adaptación de las prótesis, Adela recobró de nueva cuenta esa independencia para trasladarse de un lado a otro y hasta consiguió trabajo en Monte Salas, dado que ahora también requiere aportar para los gastos del hogar, al vivir con la familia de su hermana Alicia.
Hace un año, la joven aún dependía de una silla de ruedas para trasladarse, después de que en el 2005 tuviera el accidente al pretender viajar con un grupo de amigos a Veracruz en un tren carguero, pero al no poderse subir por su paso en la colonia Ballinas, cayó entre la vía, pasándole las ruedas en los pies hasta la mitad de las pantorrillas, lo que le ocasionó machacamiento de ambas extremidades.
El accidente cambió drásticamente la vida de Adela, quien contaba con 19 años y tenía grandes ilusiones de crecimiento personal, ilusiones que no hizo a un lado y por el contrario se llenó de fortaleza para buscar apoyo al requerir de curaciones y rehabilitaciones.
Recuerda que su limitación física no fue impedimento para tocar puertas en busca de ayuda, siendo el DIF Municipal, que encabeza Rosy Roiz de Sánchez, la dependencia que le brindó el apoyo para canalizarla a la Promotoría Estatal de Atención a Personas con Discapacidad y la adquisición de las prótesis que requería para dejar la silla de ruedas.
Su hermana Alicia, quien se responsabilizó de sus cuidados, considera como un “milagro” que Adela pueda ahora caminar y rehacer su vida, ya que aunque eran optimistas en su rehabilitación, en ocasiones pensaban que tardaría el apoyo para la donación de las prótesis, así como al desconocer de su funcionamiento, no se imaginaron los excelentes resultados que hoy están viendo y la oportunidad para que Adela pudiera rehacer su vida con mayor responsabilidad e incorporarse al campo laboral.
“Para nosotros, su familia, es un gran alivio verla caminar, que no depende de nadie para hacer sus cosas y eso nos llena de alegría y agradecimiento, porque después de cinco años del accidente, no imaginamos que estuviera tan repuesta y sobre todo que recobró la movilidad de sus piernas con las prótesis” dijo Alicia Rangel.
Después de la rehabilitación y adaptación de las prótesis, Adela recobró de nueva cuenta esa independencia para trasladarse de un lado a otro y hasta consiguió trabajo en Monte Salas, dado que ahora también requiere aportar para los gastos del hogar, al vivir con la familia de su hermana Alicia.
