Tribuna Libre.- El pasado lunes 12 de febrero del año en
curso; mi amigo Luis Gerardo Martínez García me informa de la repentina muerte
del poeta y docente, Jesús Miguel Montes Domínguez. Quedando impactado por tan
inesperada noticia. Unas semanas antes habíamos tenido una larga conversación
con él. Donde tuve la gran oportunidad de conocer la biografía de un amigo de
muchos años; morir en lunes de carnaval recordé
parte de la conversación, miles de recuerdos e imágenes de los últimos 36 años en que nos conocimos.
A Jesús Miguel Montes Domínguez, tuve el privilegio
de conocerlo a principios de los años ochenta del siglo XX. En el instituto de
intercambio cultural México Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas” José
Mancisidor “ fundado en mayo de 1982, en
la ciudad de Xalapa; como usuario de la biblioteca Chinguiz Aimatov, donde se
albergaba una colección de los clásicos
de la literatura rusa y soviética, donde Montes Domínguez se nutrió de todos
los autores de las naciones antes mencionadas. Fue mi primer trabajo en una
biblioteca; los fondos de la biblioteca
muchos de ellos en español, e idioma ruso. Donde también tomó un par de clases
de dicha lengua eslava. De ahí se fue cultivando una amistad hasta el día de su
muerte.
Su amor por la literatura logró en
convertirse en poeta, sus primeros poema fueron publicadas en los suplementos culturales de nuestra
ciudad. Años más tarde era articulistas en las páginas del Diario de Xalapa.
Durante estas tres décadas fue un activo cultural de nuestra ciudad, ya sea
presentando, leyendo poesía, promoviendo las más diversas actividades ya fuera
desde las instituciones o independientes. Otra de sus pasiones fue la música en
espacial el son Jarocho. También realizó sus estudios de postgrado en la
maestría de literatura mexicana del
instituto de investigaciones literarias de la Universidad Veracruzana Laboró
en la Secretaría de Educación de Veracruz en diferentes instituciones
educativas, a nivel superior
Publica
en 2006, cien y una décima en IVEC,
59 página, su primer libro, todo un maestro de la décima; un hombre ceremonioso
pero al mismo tiempo rebelde por naturaleza.
En la Biblioteca Central Estatal
1092-Biblioteca de la ciudad; en los años ochenta del siglo XX, realizó una
serie de actividades de la promoción de la lectura; una de las vocaciones más
fieles que disfrutó siempre. En su
última visita me llevó mostrar un par de fotografías de las mencionadas
actividades; proponiéndome retomar dicha actividad para seguir fomentando el amor a la lectura en las nuevas
generaciones.
Hoy con su partida física, me lamentó no
haber escritos algún fragmento biográfico, su ambiente familiar, años en la
escuela primaria donde ya desmontaba
dotes de excelente estudiante, sus padres como sus hijas; sus luchas contras la
instituciones injustas.
Como buen poeta fue incomprendido por su
generación, siempre estuvo pensado y escribiendo décima y poesía; por años nos
saludamos todos los días en la parada del servicio urbano, en la avenida 20 de
noviembre, con destino a la Secretaría de Educación y Cultura, él siempre con
un libro en la mano para aprovechar los 20 minutos que duraba el viaje. Algunas
veces me reseñaba el autor que estaba leyendo. Su muerte a todos sus amigos nos
ha impactado por lo prematuro, tenía las
ganas de seguir luchando por un mundo ideal, a pesar de la adversidad vivida.
El escritor Armando Ortiz, en su taller de la quinta de las Rosas; realizó el
primer y único homenaje póstumo al poeta Jesús Miguel Montes Domínguez; que
siempre le recordaremos sus amigos, hasta
la eternidad querido amigo Jesús
Miguel