José Miguel Cobián | 04
octubre de 2014
Tribuna Libre.- Todo
lo que viene a continuación es únicamente ficción. Pero ya sabemos que en este país, la ficción
puede parecerse a la realidad en muchos aspectos. Lo demás depende de tu imaginación amable
lector(a).
Imaginemos
por un momento a un secretario de estado que a pesar de ser del grupo de
servidores públicos cercano al gobernador, tiene su propio proyecto político y
obedece a intereses ajenos a los del actual dirigente de los destinos de
Veracruz.
Este
pequeño funcionario (pequeño de cerebro), pero con toda la perversidad de que
es capaz cualquier funcionario de primer nivel en nuestro país, se entera de
que en la sierra de Zongolica hay mucha molestia entre los ciudadanos porque
han sido históricamente carne de cañón para cada elección. Se les visita y
atiende cuando hay campañas electorales y luego todas las promesas se olvidan
hasta la siguiente elección. Así,
jugando con la esperanza de la gente, han pasado muchos años.
Durante
ese tiempo, se han dado cuenta de la importancia de tener cuando menos una
clínica de salud en las cercanías, pues los enfermos y accidentados han tenido
que moverse en terreno agreste por decenas de kilómetros hasta accesar al
primer puesto de ayuda. También han
valorado la necesidad de caminos pavimentados, que agilizan el transporte. Y la necesidad de estudiar, con lo cual,
solicitan siempre cuando menos un bachillerato en la cercanía de sus hogares.
Cuando
pasan años de promesas incumplidas la gente se alebresta y decide protestar de
manera más agresiva, sobre todo cuando se les ha ofrecido algo y no se ha
cumplido. Y allí es dónde nuestro funcionario perverso entra en acción.
A
sabiendas (porque está enterado de todo lo que pasa gracias a sus orejas y
espías) deja que las cosas se pongan color de hormiga. Incluso, discretamente
alimenta el desaliento y la desesperación de la gente, hasta que un día logra
que salgan a protestar, por miles, viajando a la capital del estado.
En
esta historia, no sabemos si es de los que aconseja detener a los presuntos
manifestantes en Tomatlán, o si simplemente se aprovecha del error de otro
funcionario. Lo importante es que este perverso de la historia, decide que es
el momento propicio para hacer quedar mal a medio mundo. Buscando primero que nadie los atienda en el
corto plazo, que bloqueen la principal arteria de comunicación a nivel
nacional, que bloqueen una ciudad y la pongan en estado de sitio, y que
perjudiquen en su libre tránsito a más de un millón de habitantes de la zona
conurbada.
Comienza
con el propio secretario de seguridad pública que se dice –no nos consta- que
hasta reprimenda en el palacio de Cobián recibió, pues la cercanía del 2 de
octubre siempre pone nerviosas a las autoridades federales.
Otro
de los damnificados es el secretario de Gobierno, pues al tener un paro y
bloqueo de más de 15 horas, queda en entredicho su capacidad para prevenir este
tipo de eventos y su desenlace tan delicado.
Supuestamente la labor del secretario de gobierno es prevenir y evitar
este tipo de eventos.
Un
damnificado más, es el secretario de Salud, que seguramente en el inventario de
pendientes, no tenía una clínica de salud en la zona de Atzompa, porque
mientras se construye es problema de SIOP no de la SSA. Pero se ve involucrado en el conflicto.
Alguien
a quien le cae duro la piedra también es el secretario de Infraestructura y
Obras Públicas pues se le achaca a su ineficiencia el no haber terminado ni la
clínica ni el tramo de 200 metros lineales de la carretera que se reclama, pero
es sabido que recursos tiene muy pocos disponibles para tantas necesidades.
El
propio gobernador del estado sufre del ataque y esquema de este funcionario
perverso. Pues a ojos de los veracruzanos fue el gobernador quien dio la orden
de detener a los manifestantes, cuando su ausencia del país demuestra que no
pudo haber dado esa orden. También queda muy mal ante los ojos de la población
de la zona centro del estado por la lentísima respuesta de los funcionarios que
debían de atender tanto el bloqueo como las peticiones de los manifestantes.
Recibe un descolón de parte del alcalde perredista de Soledad Atzompa cuando le
pide esperar a su regreso, y el alcalde le dice que no, que el pueblo manda y
el alcalde obedece. Y por si fuera poco,
la zona centro del estado es su lugar de origen, la propia ciudad del
gobernador que es Córdoba se ve afectada por el paro y el bloqueo. Todo esto sin contar que a ojos de la
federación el gobierno de Veracruz queda muy mal parado, pues ellos como
políticos experimentados saben que ese bloqueo se pudo prevenir, ante lo
pequeño y lo legítimo de las peticiones de los ciudadanos de Atzompa.
Total,
que el funcionario perverso tuvo una victoria impresionante gracias a sus
maniobras, afectando a Javier Duarte, Erick Lagos, Gerardo Buganza, Antonio
Nemi, Arturo Bermúdez y a más de un millón de personas en la zona centro de
Veracruz. Este perverso puede ser
alguno de los nombrados, puede ser ajeno a ese equipo, pero seguro no es ajeno
al partido en el poder. Lo cual implica que pronto, muy pronto, tendrá que caer
alguna cabeza del gabinete, o de fuera de él como consecuencia de los sucesos
mencionados. Sólo falta saber quién es y a que intereses sirve.
Incluso,
la reprimenda para los secretarios de estado involucrados, los cuales tardaron
mucho en reaccionar, y sólo lo hicieron ante el incremento de la presión de los
manifestantes. Reprimenda porque estos asuntos, en tiempos de tensión social,
no pueden dejarse para más tarde, deben ser atendidos de inmediato, sobre todo
por las molestias que causan a la mayoría de la población y a la imagen tanto
del estado como del Gobierno de Veracruz.