Ay,
¡cómo me gusta México!
Hipólito,
alcalde de los jalapitos.
Jorge
Arturo Rodríguez | 10 febrero de 2018
Tribuna Libre.- Dicen que no es lo mismo la teoría que la
práctica, como no es lo mismo ser borracho que cantinero, del mismo modo que no
es lo mismo huele atrás que atrás te huele, el caso es que todavía aún apenitas
casi si empieza la administración municipal que preside Hipólito –que no
encabeza, más bien de cabeza- y ya están con tropezones y no dan ni la mitad de
una, por más que haigan caído sesudos de la capirucha, cual capiruchos dizque
se vinieron acertados, porque aquí en la jodida provincia pos nomás no hay; así
que como venía diciendo, que ahora resulta que el gobierno municipal es puro
“error técnico” –¿error de dedo?-, pos sí (la culpa la tiene el indio y el que
lo hace compadre), y la verdad, dicen que exageramos pidiendo peras al olmo;
eso sí, la culpa la tienen los pinches camiones y por eso Xalapa florece de
basura, como decir, cuando se tropieza uno, que la culpa la tuvo la desgraciada
piedra, pero los problemas se solucionan “minimizándolos”, no aguantamos nada
(¡más!).
¿Y de qué murió el individuo? De un “error técnico”. Ahí nomás, Chato.
Según CIESAS: “Dr. Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, entre otras
maravillas profesionales, académicas y…: “Es Profesor-investigador de tiempo
completo en el Ciesas-Golfo desde 1989. Su interés profesional está centrado en
los temas de Desarrollo Sustentable, Medio ambiente y sociedad; Ciudades y
procesos urbanos, Ordenamiento Territorial.” Ok, Míster, aún hay tiempo, demos
el beneficio de la vacilación, tiempo al tiempo; total, los mexicanos somos duros
de corroer, aunque viéndolo bien, a cómo está la situación, preciso es mejor
correr… ¿Hacia a dónde?
Miyuli, gobernador de los veracruzanitos.
Palíndromo violento: SOS. Desde luego, no
sólo Veracruz produce violencia. La inseguridad está más firme que ayer, ¿llegó
pa’ quedarse? ¿Cuándo empezó la pestilencia y ni nos habíamos dado cuenta de
que los muertos ya llevaban años? O sí, pero el miedo atornilla. ¿Dónde están
los malosos?
En todo caso, dijo un tipo: “Me compré un perro guardián y me instalé
una alarma.” A lo que el otro comentó: “Haces bien…Hay muchos políticos
recorriendo los barrios.”
Ahí les va: “Anoche vi un estrella, luego una luciérnaga, caminaba por
las calles tranquilo: era una ciudad desierta. Patrullas y ambulancias pasaron
zarandeándome. Allá hubo disparos. Entonces desperté de mi mundo idílico y
percibí que no había lugar donde esconderse, para nadie, mucho menos para un
poeta. Pero como lo poetas también van al baño, no sé quién lo dijo, me mantuve
quieto, atenazado a la taza, por aquello del Tigre de Santa Julia.” (Del relato
“El abismo no tiene regreso”, de Ismael Bielma).
Enrique Peña Nieto, presidente de los
mexicanitos.
Sin duda que lo bueno cuenta, pero estamos
tan escasos. Además ya no vale la pena referirnos a ti. Nuestro país sigue en
caída libre. Igual te daremos tu salario una vez que concluyas tu mandato. Ay,
¡cómo me gusta México!