* Filtró
un reporte de la Marina * Y el naval se retractó * Las pruebas
caídas * El show del discapacitado * Silencia a la periodista
* El dictador * Pensar por Veracruz, el verdadero referente de Pepe
Yunes * La bodega de Víctor Rodríguez * Edil pillado con la esposa
del espía.
Mussio Cárdenas Arellano | 24 julio de 2014
Tribuna Libre.- Sobre un
cadáver, el de José Luis Burela López, Javier Duarte finca su revancha contra
Maryjose Gamboa Torales. Manosea un accidente. Lucra con una muerte. Manipula
al aparato judicial, inventa un grado de intoxicación etílica, usa a la
Marina-Armada de México y pone a la periodista que lo ha enfrentado, tras las
rejas, aislada, negado su derecho a escribir. Se cree un dictador.
A Duarte no le importa el muerto. Lo usa para sus
fines, para acusar a la columnista de Notiver, la que habla del gobernador de
Veracruz y sus secuaces, la que denuncia atropellos a la ley y la que le había
advertido que se verían en los tribunales, agraviada por una campaña de lodo en
redes sociales de manufactura duartista.
Todo un necio sin remedio, Javier Duarte destila
infamia para retenerla a la mala a través de un homicidio culposo, un accidente
vehicular, bajo el falso argumento de que Maryjose Gamboa Torales conducía bajo
los efectos del alcohol y con temeridad. A ese nivel desciende el gordobés para
negarle el derecho a un juicio en libertad bajo fianza. Mentir para atropellar.
Sus secuaces, el procurador Luis Ángel Bravo
Contreras y el Ministerio Público, habían esgrimido que el argumento de que el
análisis de alcoholemia había resultado positivo en la periodista. Confrontaban
a Tránsito de Boca del Río, municipio donde ocurrió en accidente. Acusaban a la
doctora que practicó la prueba de falsear datos; al titular, Jaime Téllez
Marié, de violar la normatividad al dilatar la entrega de la comunicadora a las
autoridades correspondientes tratándose de un hecho en el que perdió la vida un
ciudadano.
Sus secuaces para eso sirven. No para aplicar la
ley sino para ir de enredo en enredo.
Duarte y su pandilla incurrieron en la osadía de
filtrar un reporte de la Secretaría de Marina en que uno de sus elementos,
quien había acudido al lugar del siniestro, decía que “al parecer” la
involucrada, Maryjose Gamboa, se hallaba en estado de ebriedad. Obvia la
intención, se buscó litigar en los medios, desatada la jauría chayotera para
replicar que ahí estaba la evidencia de culpabilidad. O sea, la SeMar sujeta a
la truculencias del gober.
Horas después, el gozo se fue al pozo. El oficial
responsable se negó a ratificar el contenido de la imputación. Diría que sólo
era una presunción. Era su “al parecer”.
Caería también la versión del personal de la
Procuraduría de Veracruz. Jorge Winkler Ortiz, abogado de Maryjose Gamboa,
exhibiría en las redes sociales fotografías de las actas en que el personal de
Servicios Periciales que se negó a ratificar su declaración contra la
periodista. “Porq sera q todos los peritos d la PJE en el
caso @maryjosegamboa NO RATIFICARON sus peritajes? Obvio se los hicieron”,
comentó.
Usar a la Marina-Armada fue un error descomunal. El
parte del cabo naval fue filtrado a la prensa duartista y también a medios
independientes. Lo difundieron. Fue una violación a la secrecía de la
investigación ministerial y partió de los secuaces del gobernador para generar
una corriente de opinión contra Maryjose Gamboa, señalada de mentirosa pues
negando conducir alcoholizada, existía una “prueba” que la incriminaba.
Javier Duarte pagó su audacia con un desmentido
categórico. El cabo que realizó el parte se retractó. Nunca afirmó que la
periodista presentaba intoxicación etílica ni que ella o sus ropas olieran a
alcohol. Se derrumbó la madre de todas las pruebas.
Sucedió igual con los peritos de la Procuraduría de
Veracruz. No ratificaron sus dichos. Según el abogado Jorge Winkler, no se
ratificó el dictamen de causalidad de tránsito.
Quien sí ratificó el dictamen de análisis de
alcohol en la sangre, siendo su resultado negativo, fue la doctora de Tránsito
de Boca del Río, Teresita Álvarez Reyes. Luego trataría el abogadazo
fidelista-duartista, Jorge Reyes Peralta, de enlodarla, sugerir que ni siquiera
tiene profesión médica. Acabó su ataque cuando presentó la periodista Silvia
Núñez Hernández, autora de la columna Fuera de Foco, su título universitario.
Es el ridículo consustancial a Javier Duarte. Acusa
sin pruebas, litiga en los medios, usa a la Marina-Armada de México, se
retractan los testigos de cargo, no ratifican los peritos de la Procuraduría
estatal, y persiste en mantener en prisión a la periodista que lo enfrenta a
diario. El gobernador de Veracruz es sinónimo de ridículo y de atropello.
¿Quién lo tripula?
Javier Duarte reclutó a tropa pesada para embestir
a Maryjose Gamboa. Cerebro de mil tropelías, eminencia gris de la justicia,
Enoc Maldonado Caraza dirige la orquesta, agravia y desprestigia, como lo
hiciera con la corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, Regina Martínez,
asesinada en su casa de Xalapa, el 28 de abril de 2012, y con el reportero de
Notisur, Liberal del Sur y La Red, Gregorio Jiménez de la Cruz, levantado en
Villa Allende, municipio de Coatzacoalcos, y torturado y decapitado en Las
Choapas, entre el 5 y 11 de febrero pasado, no por sus denuncias sobre
violencia y criminalidad sino porque, según Maldonado Caraza, tuvo un pleito a
gritos con su vecina, una cantinera que hoy, junto con los cinco sicarios que
supuestamente contrató por 20 mil pesos, están sujetos a juicio. O sea, matan a
precio de ganga.
Incriminan los secuaces del gobernador a Maryjose
Gamboa no sólo por ser periodista sino por su condición de directora del
Instituto Municipal de la Mujer en el ayuntamiento de Boca del Río, yunista
declarada. Y lo hacen con pruebas que se pulverizan en cada actuación judicial,
incapaces de probar el aliento alcohólico y la temeridad al conducir.
Y, en cambio, dejan de lado que José Luis Burela
López cruzó el bulevar Miguel Alemán sin usar el paso peatonal; que lo hizo por
la cinta asfáltica; que primero esquivó otro automóvil que circulaba por el
carril derecho y al hacerlo se encontró con el de la periodista, quien ahí
permaneció y fue ella quien llamó a la autoridad, porque no había nada que
temer, porque no iba alcoholizada. Dice una versión que la víctima iba por una
cervezas y hasta la fecha no se sabe si tenía alguna copa encima o qué reveló
el análisis toxicológico. A Maryjose le resultó negativo, a José Luis Burela
¿quién sabe?
Vulnerada por la infamia duartista, la justicia en
Veracruz tiene a la titular de la columna Al Aire recluida en El Penalito de
Playa Linda, una cárcel donde la norma es el hacinamiento, donde conviven los
condenados sin culpa y los malandros de alta escuela.
Ahí vive su doble tragedia: haber privado de la
vida a José Luis Burela en un hecho accidental, que ella reconoce, y la de
sufrir las atrocidades del aparato judicial duartista.
Maryjose Gamboa no es escolta del gobernador. Si lo
fuera estaría libre, solapada, premiada. Recuérdese el atropellamiento de un
joven discapacitado en Xalapa, el 15 de agosto de 2013, a manos de la
“ayudantía” de Javier Duarte. Bajaron del auto, lo vieron, lo hicieron a un
lado y ahí lo dejaron. A eso, judicialmente, se le llama omisión de auxilio. Y
es un delito.
Hoy, el gobernador de Veracruz se hace acompañar
por ese joven discapacitado, José Luis Villa Delgado, lo exhibe como trofeo, lo
presume y su prensa vendida, arrodillada, le aplaude.
El burlesque en su mayor expresión. Con dos dedos
de frente, Javier Duarte sabría que eso es populismo barato. Mide mal a los
veracruzanos. Los imagina susceptibles al engaño y a la manipulación. Es el
síndrome del Rey Desnudo. Todos lo ven como es, menos él. Y se ríen.
Maryjose tiene en El Penalito otro tratamiento
infame. Aún sin sentencia, se le conculca su derecho a escribir. Se le
decomisan textos. Se le impide tener bolígrafo y papel. Se le niega su derecho
al periodismo. Hay represión a su libertad de expresión. Y hay alerta en la
prensa nacional, en las organizaciones para la defensa del periodismo crítico,
en los líderes de opinión. Javier Duarte es, como tanto presume, un intento de reencarnación
del dictador Francisco Franco.
Duarte exhibe su intención real. No quiere leer una
línea suya. No soporta ser gobernador y tener secuaces, como le llama Maryjose.
No admite que una yunista, desde las páginas de Notiver, exhiba los niveles de
corrupción de su gobierno, su engendro político.
Que Javier Duarte lucre con una muerte, es
agraviante para el muerto y para su familia. Que lo haga en el nombre de las
instituciones, es insultante para los veracruzanos. Que recurra a la trampa y a
la bajeza, es el síntoma de un desajuste emocional.
Hay una demanda de justicia innegable: la que se le
debe a José Luis Burela López. Que se sepa también qué tanta parte de culpa
tuvo en ese accidente. Que a María Josefina Gamboa Torales se le sujete a la
justicia sin retorcimientos ni trampas. Y que el gobernador de Veracruz saque
las manos del proceso judicial.
No se pide más, pero tampoco se permite menos.
Archivo muerto
Asediado, agasajado por todas la corrientes
priístas de Coatzacoalcos, José Antonio Yunes Zorrilla sabe el valor de la
neutralidad. No se va ni con Mónica Robles, la diputada ignorante, y el
príncipe consorte, Iván Hillman Chapoy, que chorean con que son sus amigos; ni
con los marcelistas, que son punto de unión y conflicto; ni con Roberto Chagra,
fidelista que vale lo que un billete de tres pesos; ni con Marco César Theurel
Cotero —“Te rompo tu puta madre”—, que es como ir con Fidel Herrera y su
deplorable fama. Pepe Yunes tiene en la asociación Pensar Por Veracruz (PePe
Veracruz) a su referente real. Lo jefatura el magnate inmobiliario Rolando
Fernández de León, y con él van Esteban Enríquez España, presidente de la
Cámara de Comercio local; el notario Luis Manuel Brito Gómez; David Arreola
Sam, empresario restaurantero; Juan Manuel Rodríguez Caamaño, secretario del
ayuntamiento de Coatzacoalcos y rector de la Universidad Istmoamericana; el
abogado Alejandro Aguilar, y Miguel Ángel Chaires Coria, quien realiza la
operación política y conforma la estructura política. Pensar Por Veracruz es el
filtro de las acciones del futuro candidato tricolor a gobernador, Pepe Yunes,
inquietos por supuesto los grupos del PRI que ven señales que no les son
favorables. Una agrupación nueva ya les comió el mandado. Hay en Pensar Por
Veracruz una connotación política, más que el factor económico, desligada de
ataduras inconfesables, inmunes a la conspiración de los grillos. Más vale
tener una asociación así, neutral, que cargarse hacia un lado y embroncarse con
los demás... Sedesol sirve para todo, para operación política, para lucro
electoral, para hacerse millonario. Lo sabe Víctor Rodríguez Gallegos,
subdelegado administrativo de la Secretaría de Desarrollo Social en Veracruz,
primer francotirador a la diputación federal por el distrito de Coatzacoalcos
hasta que su amo, Marcelo Montiel Montiel, lo baje del caballo y se suba él.
Tiene Víctor Rodríguez una bodega de Sedesol atestada de despensas y apoyos de
diversa índole, lo que los colonos requieren, lo que exigen y lo que reciben a
cambio de su voto. Ubícase en la colonia Frutos de la Revolución, en un sector
clave para la elección federal, en la colindancia con la López Mateos,
Ampliación López Mateos, Coatzacoalcos y Ejidal, donde los operadores de Iván
Hillman se dejaron ganar en 2009, previo pago, y donde tuvo su bastión la ex
perredista Gloria Rasgado Corsi. Ahí, con su bodega de Sedesol atestada de
implementos de ayuda, opera una campaña que será acusada de uso de recursos
federales en 2015... ¿Quién es ese edil sureño, sorprendido en el hotel
Terranova, en Coatzacoalcos, con una joven dama, esposa de funcionario experto
en asuntos de espionaje, pinchazos telefónicos, videos clandestinos, colocación
de dispositivos GPS para saber de los amigos mucho y de los enemigos todo?
Descubierto su idilio, observado por periodistas que se quedaron petrificados,
la boca abierta y la baba caída, no escatimó recursos para realizar el control
de daños y evitar que el episodio llegara a las páginas de los periódicos de la
edición del día siguiente. Unos callaron, otros platicaron y unos cuantos
publicamos...
twitter: @mussiocardenas