Héctor Yunes Landa | 14 septiembre de 2015
Tribuna Libre.- Son tiempos difíciles para las economías
del mundo, México no es la excepción; por eso las respuestas deben ser rápidas
y contundentes sin impactar la economía familiar ni los programas sociales. El
gobierno debe reducir de una forma responsable todo gasto operativo, evitar
duplicidades y adelgazar las estructuras gubernamentales con base a criterios
de eficiencia.
En la H. Cámara de Diputados, el
coordinador parlamentario del PRI, César Camacho Quiroz ha puesto el ejemplo,
exhortando a todos los grupos parlamentarios a contener los gastos. Dentro de
las principales medidas los 202 legisladores federales del PRI, no utilizarán
autos ni celulares con costo al erario público, lo que supondrá un ahorro de 10
millones de pesos anuales; es decir 30 millones en tres años de gestión, en
promedio.
Dentro de las principales reducciones en
los costos operativos propuestos por el diputado Camacho Quiroz, coordinador de
la bancada priista, se encuentran las siguientes:
a) La
Junta de Coordinación Política generará un ahorro de 31 millones de pesos de
gastos operativos;
b) El
comité de administración ahorrará 15.9 millones de pesos;
c) La
Mesa Directiva 11.9 millones de pesos en ahorro.
Estos esfuerzos deben replicarse en otros órganos
federales y en los estados, especialmente en aquellos donde la deuda pública es
alta y los ajustes al gasto público se hacen urgentes e indispensables; sin
embargo, también se hace necesario reforzar la vigilancia en el ejercicio del
presupuesto a través de la observación en tiempo real por parte de los órganos
fiscalizadores de los estados, la rendición de cuentas a los ciudadanos y la
transparencia total de la situación financiera.
Es necesario se revise el gasto que generan
las dependencias de los tres niveles de gobierno, sin afectar la productividad,
ahorrando en energía eléctrica, reduciendo las horas extras en áreas distintas
a la salud, seguridad y protección civil, haciendo más eficiente el servicio
público; reduciendo los costos por servicio telefónico, papelería, combustibles
y demás partidas presupuestales. Es común observar que en diversas dependencias
se tiene al personal hasta altas horas de la noche generando mayores
costos operativos, sin que ello signifique una mejora sustancial en el quehacer
público, cuando en otros países como Alemania, Japón y España, sucede lo
contrario; en menos horas realizan las mismas tareas y los empleados a la par
tener una mejor calidad de vida.
Por cuanto hace al Senado de la República,
el presidente de la Mesa Directiva anunció que se hará lo propio, para lo cual
se está preparando un plan de austeridad integral.
De ahí que todos los grupos parlamentarios
del H. Congreso de la Unión, debemos sumarnos por México, participando
activamente en la disciplina financiera y la austeridad en el gasto público.
Los ciudadanos esperan que los servidores
públicos seamos los primeros en apretarnos el cinturón y, porque no, los únicos
en hacerlo, ya que ha sido la sociedad quien históricamente ha resentido el impacto
del despilfarro y los desequilibrios económicos ya sea por factores endógenos o
exógenos.
Desde el Senado de la República apoyaré
aquellas medidas propuestas que procuren la eficiencia en el gasto
público y, sobre todo, que genere la certidumbre de los ciudadanos de que su
dinero está siendo utilizado de una manera adecuada, siempre en beneficio de
ellos.