Héctor Yunes Landa | 04 mayo de 2015
Tribuna Libre.- Estamos inmersos
en procesos políticos altamente competidos, sin embargo, el sentir ciudadano es
que falta profundizar en propuestas y soluciones a sus necesidades más
sentidas.
Lamentablemente
diversos partidos y candidatos, están basando su estrategia de campaña en un
juego sucio que genera descrédito a la actividad política en general, lanzando
acusaciones sin fundamento y peor aún sin pruebas.
Es condenable y
perjudicial para nuestro sistema político - electoral que sucedan actos
cobardes, como el asesinato de Ulises Fabián Quiroz, candidato del PRI a la
Alcaldía de Chilapa, Guerrero, o las muertes de Carlos Martínez Villavicencio,
en Oaxaca, precandidato a diputado local y de Aidé Nava González, candidata a
presidenta municipal por el municipio de Ahuacoutzingo, Guerrero, ambos del
PRD.
Mantener una
campaña electoral libre de sospechas por juego sucio, se encuentra íntimamente
relacionado con mantener el capital político de los candidatos y su partido,
ganen o no.
Hoy, los votantes
tienen mayor nivel de información y mayor capacidad para emitir su voto fundado
en la reflexión. Los ciudadanos desean que sus candidatos sean mujeres y hombres
honestos e íntegros, que prediquen con el ejemplo de lo que debe ser un
ciudadano que busca el desarrollo de sus representados.
Los señalamientos
a la ligera, las acusaciones sin fundamento y sin pruebas, dañan la imagen del
sistema de partidos y generan descrédito general a la clase política; algunos
no logran entender que para aspirar al servicio público no sólo se debe estar
en política sino tener condiciones para ejercerla, el político debe tener
altura de miras para estar por encima de situaciones personales y bajas
pasiones, pues su deber es de una naturaleza más trascendente, velar por el
interés público.
Existe la
convicción de cambiar radicalmente lo que sucede y como sucede en nuestro país.
Hay la firme decisión de castigar a todo aquel que viole la ley sea candidato,
servidor público o particular; en este tenor la LXIII Legislatura del Congreso
del Estado de Veracruz aprobó la denominada Ley Anticorrupción, recién votada
en el Congreso de la Unión, sumándose con ello a las entidades federativas
comprometidas a adoptar el nuevo sistema para cumplir con las políticas de
combate a la corrupción y promoción de la integridad pública.
Un punto
importante, en el que se están coordinando esfuerzos, es el desarrollar la
infraestructura necesaria, así como tener listo el recurso humano y financiero
para la total instalación de los juicios orales a lo largo del estado, con la
finalidad de agilizar el acceso a la justicia y reducir drásticamente los
niveles de impunidad; el que cometa un delito debe terminar tras las rejas,
pero el inocente no debe pisar nunca una celda.
Tengo la seguridad
de que al final del presente proceso electoral, la sociedad evaluará todos los
aspectos positivos y negativos de los candidatos, tomando la decisión correcta.
Tenemos el
compromiso de seguir fortaleciendo el marco jurídico que conlleve a evitar la
impunidad.