José Miguel Cobián |
02 agosto de 2013
Tribuna Libre.- Opción 1: El gobierno federal está
financiando y permitiendo que las protestas suban de tono, para posteriormente
someter a los manifestantes a una brutal represión a petición popular. Ya el
PAN ha solicitado tanquetas en las calles para someter a los manifestantes.
Además como veremos en la opción 2, acumula más sectores a las protestas,
callejeras y mediáticas.
Opción
2: El gobierno federal no ha medido el efecto de acumular reformas en el
segundo semestre, que van a acumular a distintos sectores en una sola y única
protesta multitudinaria y múltiple. La
reforma fiscal va a encrespar a empresarios y trabajadores por igual, así como
a un importante sector de la sociedad civil,
con el aumento de impuestos y la eliminación de exentos y tasa cero en
IVA, lo que va a elevar el precio de alimentos y medicinas. La educativa (que
realmente es laboral a los maestros, pues prácticamente no toca a la
educación), ya levantó a los maestros, a quienes se les ha unido el SME, y
algunos otros grupos radicales. La ley antilavado de dinero, que realmente es
una ley fiscal, y no previene el lavado de dinero, sino que incrementa la
fiscalización en los de siempre, la economía formal y el sector bancarizado de
la sociedad. Cuyos resultados se verán
poco a poco, en una reducción de la actividad económica en el inicio de un
período recesivo de la economía mexicana.
Opción
3: Hay sectores muy poderosos a los que Peña no quiere enfrentarse financiando
las protestas, con el fin de defender sus privilegios, no solo los sindicales
de los maestros, sino los privilegios de la élite que vive del resto de la
población de México.
Opción
4: Los americanos desestabilizan el país ante un acto de defensa de la
soberanía nacional por parte de Peña y su gobierno. (La veo muy remota)
Opción
5: Fuertes enemigos políticos del gobierno en turno, financian y promueven las
protestas con el fin de desestabilizar al gobierno de Peña Nieto, y dejarlo en
ridículo ante la opinión pública nacional.
Estos enemigos pueden ser gobernadores o miembros de la clase política
más elevada, tanto del PRI como del resto de los partidos políticos.
Opción
6: Peña Nieto nos va a decir que él quiso mejorar al país pero las protestas se
lo impidieron, como ya acordó con la oligarquía privilegiada del país y con sus
amos en el extranjero.
Opción
7: La que a usted se le ocurra. Es indudable que los protestantes callejeros
están manejados y financiados por alguien con más poder y recursos que la
propia coordinadora nacional de trabajadores de la educación. Aquél que hoy piense que las protestas son
por la nueva ley laboral dolosamente llamada en los medios reforma educativa. Hoy
no hay duda de que hay muchos más intereses metidos en esto. Intereses que son
conocidos también por AMLO y por el Ing. Cárdenas, par de personajes que jamás
pensamos volver a ver unidos en una lucha popular como la que hoy aparentemente
se está llevando a cabo.
Hay que estar muy atentos a las señales.
Algunas son claras, como que el gobierno federal y el de la ciudad de México se
niegan a aplicar la ley, y han perdido el monopolio del uso de la fuerza.
También queda claro que el propio congreso de la Unión se ha sometido a los
chantajes y protestas, suspendiendo acciones legislativas para complacer a los
paristas. Si a eso le sumamos que hay
estados como Michoacán dónde el gobierno de México no manda, o como Guerrero
dónde se libra una guerra sin cuartel contra las bandas del narco y grupos
armados financiados por ellos, vemos que la situación política en México cada
día es más grave, sin que se perciba capacidad de solución por parte del
gabinete federal.
La
sensación de los mexicanos de vivir en la anarquía, bajo un gobierno de
ladrones y de ineptos cada día es más grande. La sensación de peligro latente,
no sólo ante los riesgos del crimen organizado o los peligros que representan
para el ciudadano las fuerzas del orden, sino también ante la percepción de una
ausencia de autoridad, y una absoluta falta de legitimación de una autoridad
que saquea pero no cumple su función, se incrementa día con día.
Visto
desde fuera, somos conejillos de indias ante un experimento social, que si no
fuera tan penoso para México, sería sumamente atractivo por las variables en
juego, aunque presenta cada vez más, la posibilidad de un desenlace sangriento
y brutal, con más dolor, sangre, sufrimiento y muerte para los mexicanos.