Tribuna Libre / José Miguel Cobián
¿Cuánta fuerza tendrá el jefe de la SSP federal? La pregunta cae a cuento porque en ciudad Juárez el jefe de seguridad municipal es un militar de muy buena fama entre la comunidad, de apellido Leyzaola. Este hombre fué recibido a balazos por parte de las fuerzas de la PFP federal en un operativo, debido a que según ellos, no respeto el perímetro de seguridad.
Leyzaola afirmó públicamente que demandaría a la PFP porque sólo salvó su vida gracias a venir en una camioneta blindada. Hoy todavía no se sabe de la demanda que iba a poner el militar, pero sí sabemos que Juárez ya no va a recibir más apoyos de la federación en su lucha contra el crimen y que incluso los aprobados este año, quedarán truncos, pues la federación con el pretexto de que no se han aplicado correctamente canceló las transferencias.
Esto parece a todas luces una venganza de la federación por el ridículo en que quedaron los elementos de la PFP al atacar a un funcionario municipal y también militar de alto rango. Lamentablemente, esto confirma que la federación, es decir, el presidente de la República utiliza el presupuesto federal para premiar o castigar según su propia decisión. Y de allí a pensar que el FONDEN no ha llegado a Veracruz porque también hay que castigar al estado, es un paso muy corto.
Le tengo fé, le creo y confío en el senador Juan Bueno Torio de filiación panista. Creo que él no diría una sola mentira a sus votantes. Pero también observo a la federación y veo que los recursos que tanto necesita Veracruz para reponerse de los estragos y tragedias de los huracanes del año pasado, siguen sin llegar.
No veo la razón por la cual un trámite burocrático puede detener el apoyo a los mexicanos. Si es verdad que el estado no ha cumplido con sus aportaciones, entonces la federación debería de entregar lo que a ella corresponde, e informar con pruebas a la población sobre el resto del dinero que no se ejercerá porque el estado no lo aportó, o el municipio según sea el caso. Eso sería un gobierno transparente, pero también sensible a las necesidades de la población.
Y si el gobierno de Veracruz ya cumplió con todos los requisitos y aún así no llegan los recursos, entonces también habría que denunciarlo con pruebas a la opinión pública del estado y en particular a los afectados, para que sepan la razón por la cual siguen sufriendo, y asuma el responsable toda la carga de la culpa.
Hasta hoy, hemos tenido dimes y diretes entre funcionarios estatales y federales, entre priístas y panistas, pero la opinión pública no ha recibido las pruebas, y desgraciadamente en tratándose de asuntos de gobierno y sobre todo de dinero, el pueblo ya no le cree a nadie. Mientras unos y otros no presenten pruebas a la población, entonces todo quedará en un dicho, y se le creerá a quien uno desee o a quien convenga. Sin embargo, lo único que no conviene es que entre el gobierno del estado y el federal se echen la bolita, se justifiquen con los supuestos incumplimientos del otro, pero a fin de cuentas mientras ambos niveles de gobierno se pelean, discuten y aprovechan el asunto ante la opinión pública, sigue existiendo un número importante de Veracruzanos, -que por cierto son también mexicanos-, que tienen enormes necesidades, y que si se aplicaran correctamente los recursos del dichoso fonden, ya habrían superado su estado de sufrimiento y ausencia de apoyo.
Le creo a Juan Bueno, le creo también al Secretario de Finanzas del Estado, pero no tengo pruebas de quien dice la verdad. Nadie se ha sentado en detalle a explicarle a los veracruzanos la razón por la cual no han llegado los recursos ya autorizados desde el año pasado. Así como también sé que las participaciones federales están muy castigadas, pero nadie del gobierno estatal me ha dicho (en mi calidad de ciudadano), cuánto han bajado y porque se considera que están castigadas.
La transparencia y rendición de cuentas son valores primordiales de la democracia. En México no los hay, por lo tanto, no tenemos democracia.
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