Xalapa, Ver. | 05 octubre de 2015
Tribuna Libre.- Desde hace algunos días se intenta asestar
un golpe a la economía de trabajadores y empresarios de Veracruz, al pretender
incrementar el impuesto a la nómina del 2 al 3 por ciento. La desconfianza
generalizada radica en el manejo del recurso público, en la falta de obra
pública, el adeudo a proveedores del estado y a la deuda enorme que lejos
de traducirse en mejoría para los veracruzanos, se evidencian las carencias en
sectores sensibles como el de salud, que los propios trabajadores han
denunciado.
¿Dónde está el dinero producto de la deuda
y del presupuesto? ¿Por qué subir impuestos en lugar de incentivar la
generación de empleos? ¿Se justifica la aprobación del incremento propuesto
para "tapar los huecos financieros del estado"?.
Es indispensable que las autoridades
estatales se sensibilicen y atiendan el rechazo empresarial y ciudadano; no es
momento de pensar en salidas fáciles para obtener recursos, no es momento para
el incremento de impuestos. Incluso, recientemente, el Secretario de Hacienda
y Crédito Público transmitió de manera clara y puntual la determinación del
Presidente Enrique Peña Nieto, para que no se aprueben más impuestos ni se
aumenten los existentes; por el contrario, se deben atender las medidas de
austeridad gubernamental y disciplina financiera aprobadas por el Senado de la
República desde octubre de 2013.
No es a la sociedad veracruzana a quien
deben imponerse mayores cargas, sino el gobierno estatal el que debe ajustar el
gasto público, hacerlo eficiente y sobre todo destinarlo para los fines que fue
aprobado, sin que exista lugar para distraerlo ni desviarlo.
Existen pronunciamientos a favor de subir
el impuesto a la nómina, lo ven como una buena medida; pero desafortunadamente
la situación económica en Veracruz es difícil y antes se deben tomar medidas
para atajar todo tufo de corrupción y mal manejo de los recursos públicos, de
lo contrario, como bien dijeron los empresarios en Córdoba, es meterle dinero
bueno al malo.
Es mi deber y convicción pronunciarme con
contundencia en contra de incrementar el impuesto a la nómina del 2 al 3 por
ciento; sin embargo, esa responsabilidad atañe a los diputados locales
veracruzanos, de ahí la sugerencia respetuosa de escuchar a través de diversos
foros a voces expertas en la materia, al sector empresarial y a los
propios servidores públicos a fin de tener elementos contundentes para definir
el sentido de su voto.