* La libertad de Chiquiyunes y la impunidad del
gober * Cuando la esquizofrenia gobierna * El jefe policíaco sólo
sabe reír * Caballero: la demanda que viene * Fraude en la Santa
María * Rotter, perseguido por un predio * Tony Macías, a devolver
el terreno
Mussio Cárdenas Arellano | 07 octubre de 2015
Tribuna Libre.- ¿Se volvió loco? Al parecer sí. Fuera de control, usado el poder como
ariete contra sus enemigos, Javier Duarte embiste a Miguel Ángel Yunes Márquez,
no para enfrentarlo a la justicia ni para someterlo a la ley, sino para
negociar y disipar el riesgo de ir a la cárcel.
Osado, el
gobernador de Veracruz abre la herida más dolorosa contra el clan de los Yunes
azules con un ardid demencial, atrabancado, a partir de una denuncia por
enriquecimiento ilícito, urdida la patraña en su cuartel de guerra, en las
mazmorras del duartismo.
Mueve Javier
Duarte la maquinaria judicial. Le da celeridad al caso Yunes Márquez, donde el
alcalde de Boca del Río figura como el villano que detenta una mansión de 30
millones de pesos en El Conchal, municipio de Alvarado, cuando sus ingresos
fueron únicamente de 4 millones de 2004 a 2010.
Telenovelero, el
fiscal de Veracruz, “Culín", alias Luis Ángel Bravo Contreras, arma la
trama para llevar al hijo del diputado federal panista, Miguel Ángel Yunes
Linares ante la justicia. Y confecciona el guión a partir de una denuncia
interpuesta por un sector del Congreso veracruzano, diputados amaestrados por
Javier Duarte.
Dicen los diputados
locales que Chiquiyunes no habría podido construir una mansión como la que
detenta con los ingresos que obtuvo, y que eso es equiparable a enriquecimiento
ilícito. ¿Y sus ingresos de sus negocios privados?
A partir de ahí se
propicia la embestida del gobernador contra el primogénito de Yunes Linares, el
personaje que le anticipa a Javier Duarte que de llegar al gobierno de Veracruz
lo habrá de encarcelar, lo obligará a resarcir el daño causado a las finanzas
del estado, vía la devolución del dinero robado.
Es, pues, un caso
con tintes políticos, más que judiciales. No es la aplicación de la ley por
parte del gordobés. Es la sed de venganza para lavar la afrenta provocada por
el tormentoso Yunes Linares, usando el aparato de poder y manipulando la ley al
antojo del gobernador.
El asunto es
ético. Desnuda los alcances demenciales de un personaje que maniobra con la
justicia y emplea a la Fiscalía General para enfrentar a su mayor crítico, el
político que le pronostica una temporada en prisión por el gran atraco que ha
representado su paso por el gobierno de Veracruz.
Yunes Márquez
describe en una extensa carta que circula en medios de comunicación y redes
sociales, los alcances de Javier Duarte, las razones y las consecuencias
legales. Dice en sus partes medulares:
“Solo en las
dictaduras se usa a los fiscales y jueces para perseguir a los opositores.
“Javier
Duarte continúa la persecución política en mi contra y por esa vía persigue
también a millones de veracruzanos que nos oponemos a su mal gobierno.
“Amenaza a
sus opositores con meternos a la cárcel, pensando que así detendrá la enorme
ola de rechazo que ya tiene encima y no puede eludir.
“Duarte quiere
meterle miedo a la gente, para que no se exprese, para que no demande, para que
no reclame, para que calle frente a la crisis, para que no proteste por la
brutal corrupción de su gobierno.
“Pero no lo ha
logrado, y ahí están ya protestando en las calles maestros, campesinos,
obreros, empleados públicos, jubilados, empresarios, jóvenes, mujeres, universitarios,
madres de desaparecidos, periodistas que condenan el asesinato de sus
compañeros: todos demandando justicia y Duarte ni los ve ni los oye; no le
importa Veracruz.
“Voces fuertes de
personajes de su propio partido han expresado ya su compromiso de proceder
legalmente contra quienes —encabezados por él— saquearon a nuestro Estado y
quieren irse con las bolsas llenas y vacíos de responsabilidad.
“Frente a estos
señalamientos sus reacciones son cercanas a la esquizofrenia y no constituyen
un buen augurio para Veracruz.
“Su afán de
quitarme de la Presidencia Municipal de Boca del Río y llevarme a una cárcel
forma parte de ese actuar irracional que debe preocuparnos a todos.
“En Boca del Río
hemos hecho un gobierno ejemplar.
“A diferencia del
gobierno de Duarte no debemos ni un peso, seguimos haciendo obra pública y obra
social, mantenemos contacto diario con los ciudadanos, los escuchamos y
atendemos.
“También a
diferencia del gobierno duartista en el nuestro no ha habido, no hay, ni habrá
corrupción.
“Así fue también
en mi primera gestión como alcalde.
“Entonces, como
ahora, se aprobaron sin ninguna objeción las cuentas públicas de mi
administración, porque manejamos con honestidad y transparencia los recursos de
los ciudadanos.
“Nunca en mi vida
he cometido un hecho ilícito”.
Más adelante
señala:
“Duarte no podrá
caminar entre la gente ni ver de frente a sus hijos.
“A mí podrá
quitarme la Presidencia Municipal y tratar de meterme a la cárcel por un delito
que no cometí.
“Pero a él, a
Duarte, ya lo juzgó la historia, ya lo juzgamos los veracruzanos: todo el
pueblo lo dice: Duarte llevó a Veracruz al desastre.
“Falta todavía la
aplicación de la Ley que pronto llegará, sea quien sea su sucesor; todos —todos
sin excepción— quienes aspiran a ocupar su cargo se han comprometido ya a
proceder contra los culpables del saqueo y el desastre, empezando por él.
“El viernes por la
noche fuera de horario de oficina entregaron en el Palacio Municipal de Boca
del Río éste citatorio.
“Tiene más prisa
por desaforarme que por resolver los gravísimos problemas que vive Veracruz.
“Hay miles y miles
de denuncias que nunca han sido atendidas.
“La que Duarte
ordenó presentar en mi contra tiene el carácter de urgente, urgentísima diría
yo.
“Porque le urge
verme en la cárcel, no quiere que continuemos trabajando en beneficio de Boca
del Río y de Veracruz porque es muy fuerte el contraste entre su gobierno y el
nuestro.
“Acudiré en el
momento debido ante la Fiscalía de Duarte para cumplir mi obligación legal y
para tratar de hacer valer mis derechos, aunque sé que todo está decidido y que
es un montaje para desaforarme y encarcelarme; no soy ingenuo.
“Esta Fiscalía que
hoy busca quitarme mi libertad por una denuncia basada en fantasías, es la
misma que hace unas cuantas semanas declaró inocentes a los funcionarios
duartistas acusados por la Auditoría Superior de la Federación de desviar más
de 5 mil millones de pesos de fondos federales para salud, educación y
seguridad pública.
“Esa es su “fuerza
moral” y su “autonomía”.
“No están para
hacer justicia; están para encubrir a sus cómplices y para perseguir a los
opositores.
“Me defenderé ante
la justicia federal y Duarte no solo quedará en ridículo, sino también tendrá
que pagar las consecuencias legales del montaje.
“Ese es el
gobierno que tenemos hoy los veracruzanos.
“Lo encabeza un
émulo de Francisco Franco, de Augusto Pinochet y de Nicolás Maduro; Duarte, al
igual que éstos dictadores usa a los fiscales y jueces para perseguir a sus
adversarios políticos”.
Juega, pues,
Javier Duarte al carcelero. Obvia su intención, supone que así neutraliza a
Yunes Linares, quizá contemplando la opción de una negociación. A cambio de
dejar en paz al hijo, que le sea garantizada su impunidad y evitar ir a parar a
la cárcel.
No conoce al jefe
del clan de los Yunes azules. Si no cedió en el inicio del gobierno duartista,
ni aminora su crítica cuando se enfila a ser el candidato del PAN a la
gubernatura, menos ahora que ve el asedio sobre su hijo.
Una inspección en
la casa de Yunes Márquez, este lunes 5, provocó un conato de zafarrancho en la
vivienda del alcalde de Boca del Río. Personal de la Fiscalía de Veracruz que
no presentó orden de cateo ni orden de presentación, debió retirarse en medio
del reclamo de los yunistas que acudieron a respaldar al alcalde.
Javier Duarte ha
perdido el juicio. Atacar al hijo de Yunes Linares, construir el camino a la
prisión, es haber despertado al monstruo. Y el monstruo está fuera de sí.
¿Se volvió loco
Duarte? Un poco más.
Archivo muerto
No es cosa de
risa. Preocupa la violencia, las ejecuciones, los levantones, el robo, la
amenaza. Preocupa a todos, no así a José Alfonso Díaz Pineda. Él la goza. Ríe a
placer. Ríe el director de Operaciones de la Secretaría de Seguridad Pública en
Veracruz porque no sabe cuantas cámaras de vigilancia hay en Coatzacoalcos —de
eso que informen los del C-4—. Ríe porque le dicen que las patrullas carecen de
combustible y siempre llegan tarde a los sitios en que ocurre un hecho
delictivo. Ríe Poncho Díaz al reconocer que el Mando Único carece de
instalaciones dignas y que les darán espacio en el penal Duport-Ostión aunque
no adentro. Hace diez días llegó a Coatzacoalcos. Trae batería pesada: Fuerza
Civil, agrupamiento motorizado, Policía Estatal, Policía Vial, Policía
Turística, Asuntos Internos. Y no se irá, cuenta, hasta que “encontremos un
Coatzacoalcos seguro, un Coatzacoalcos estable y aquí estaremos por mucho
tiempo”. Un reportero le dice que la situación “se ve cabrona”. El funcionario
de la SSP responde: “Coatzacoalcos ha mejorado mucho en cuestión de seguridad y
hay resultados”. O sea, si Coatzacoalcos ha mejorado, ¿por qué traer la batería
pesada y no retirarse hasta que “encontremos un Coatzacoalcos seguro”. Por fa,
un experto en jeroglíficos mentales para entender al jocoso jefe policíaco.
Como si la ola de criminalidad fuera cosa de risa… Bronquísima, la que le viene
al alcalde Joaquín Caballero, implicado en un fraude con terrenos próximos a
regularizar. Su firma aparece en el convenio suscrito con los habitantes de la
colonia Santa María, junto con la del regidor sexto, José Antonio Chagra Nacif,
avalando y dando por sentado que esos predios son propiedad de los herederos de
María Teresa Gómez de Valencia, quien por años los reclamó y sólo parcialmente
logró que la justicia le diera la razón. Sabe el alcalde de Coatzacoalcos que
ahí no todo es de los Valencia, pues siendo secretario de Obras Públicas, en
los tiempos de Marcelo Montiel en la presidencia municipal, autorizó uso de
suelo, otorgó licencias de construcción, asignó números oficiales, incluso
participó en la restitución del predio a su verdadero dueño. Será denunciado en
las próximas horas, junto al regidor Chagra, Eva y Juan Carlos Gómez Valencia,
y el notario Yohan Hillman Chapoy, artífice de la escritura con la que se
extendió ilegalmente el terreno hacia el penal Duport-Ostión. Existen juicios
previos, sustentados en documentación que demuestran que el predio de la señora
Valencia no llegaba a los límites que hoy reclaman sus hijos y que sirven para
que se adjudiquen la indemnización que entregará el gobierno de Veracruz. Una
más de Joaquín Caballero por líos de tierras… Armando Rotter Maldonado ha
enfrentado todo: el intento de secuestro de su familia cuando era candidato a
diputado federal, el 22 de enero pasado, persecución política, órdenes de
aprehensión y el intento de despojo de un predio que lo llevó a enfrentar a
Tony Macías Yazegey, el suegro incómodo del gobernador Javier Duarte. Se
midieron en los tribunales. Rotter venció. Reclamaba Tony Macías el predio en
cuestión como si fuera parte de la reserva territorial que tan bondadosamente
le vendió Fidel Herrera, vía fideicomisos, a sus amigos, una vileza, un despojo
a Veracruz. De aquel predio, Tony Macías no tiene tiene un centímetro cuadrado.
Pero hay voces que aseguran que cuando correteaba al ex alcalde de
Coatzacoalcos, girándole órdenes de aprehensión los jueces a modo, el terreno
fue hipotecado. Del resto del predio entregado por Fidel Herrera, tres
polígonos con valor catastral de 540 millones de pesos, hubo una condonación de
pago de impuesto predial correspondientes a 2012 y 2013 en los días en que
Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— era alcalde de
Coatzacoalcos, según documento suscrito por el entonces tesorero, Daniel
Jiménez Medina…
twitter:
@mussiocardenas