Ángel Rafael Martínez Alarcón | 01 abril de 2013
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Tribuna Libre.- Con el asesinato del Presidente
Constitucional y del Vicepresidente, el 22 de febrero de 1913, nuestro país
sufre su primera ruptura del orden constitucional por medio de un golpe de
Estado, orquestada por antiguos militares porfirista, con el apoyo de la
Embajada de los Estado Unidos de Norteamérica acreditada ante el gobierno
constitucional de don Francisco I. Madero. Si bien es cierto que la renuncia
del dictador Porfirio Díaz, el 25 de mayo de 1911; reconocía el triunfo
político de la revolución maderistas, iniciada el 20 de noviembre de 1910. Pero
la ruptura del orden constitucional en febrero de 1913, fue por medio de las
armas del ejército mexicano, gracias a la ingenuidad del Presidente Madero,
como se puede catalogar los 15 meses en que estuvo al frente del poder ejecutivo
federal. Como se ha escrito sobre la decena trágica, que tuvo su epicentro de
acción en mero centro histórico de la Ciudad de México, entre los días 9 al 22
de febrero de 1913. En la que Félix Díaz y Bernardo Reyes, con otro cómplices
del ejército dañada un primer golpe de estado al gobierno legalmente
establecido por la voluntad popular que sufrago por vez primera en un marco de
respeto al voto, en el otoño de 1911.
José Vasconcelos, joven maderistas, en su
novela Ulises criollo, narra extraordinariamente cada uno de los
acontecimientos de la decena trágica, desde una perspectiva de testigo de
primera mano. De ahí seguramente le nace su vena democrática, para los asuntos
públicos de la nación mexicana. Con el asesinato de Madero, su supuesta renuncia
al cargo de Presidente de la República, la mentirosa negociación política para
un exilo político a la recién fundada república de Cuba, todo un vil engaño
orquestado por el Victoriano Huerta y el embajador Herry Wilson.
Una
vez asesinados los responsables del poder ejecutivo federal, Victoriano
Huerta, instruye al Licenciado Francisco Lago Chazaro, ministro de relaciones
exteriores del maderismo, para asuma la Presidencia de la Republica de los
Estados Unidos Mexicanos, por un espacio de 45 minutos, los suficientes para
nombrar al General Victoria Huerta, como ministro de Gobernación. Para luego
presentar su renuncia al cargo de Presidente de la República, y esto le
permitiera al ministro de gobernación asumir la Presidencia de la República.
Para posteriormente disolver al Congreso de la Unión: cámara de senadores y
diputados. Reconociendo la labor critica contra el dictador. El Senador de la
República, el Dr. Belisario Domínguez, representante del estado de Chiapas. Su
oposición a la usurpación de Victoria Huerta, se costó la vida en octubre de
1913.
El domingo 9 de febrero de 1913, el día en qué inició la década trágica, con llamada
marcha de la lealtad de los cadetes del heroico Colegio Militar, quien
acompañaron al Presidente Madero, de su domicilio en el Castillo de Chapultepec
hasta sus oficinas en Palacio Nacional, luego de las asomarás militares del
antiguo régimen que estaban presos en la Ciudad de México. Cabe recordar que no
sólo los cadetes acompañaron al Presidente Madero, sino también un grupo
importante de ciudadanos por maderistas.
En el Palacio Nacional, el presidente Madero, tiene la oportunidad desde
el balcón de Palacio, dirigir su último mensaje publico al pueblo de México. En
la tarde envía un telegrama al Gobernador de Coahuila, informándoles de la
situación que estaba viviendo el país. Son
dos biografías muy interesantes, Venustiano Carranza, procese de un
hogar donde el padre fue importante aliado de Presidente Benito Juárez García,
durante la década de la Guerra de Reforma en la segunda mitad del siglo XIX.
Don Venustiano Carranza, sirvió a su pueblo desde Presidente Municipal,
Diputado Local, Diputado Federal, Senador de la Republica, y Presidente
interino como Constitucional del país. Mientras que Madero, su labor política sólo
se delimito a la Presidencia de la República desde 1910, con una incipiente
participación política en su estado natal, en los últimos años de la dictadura
de Díaz. Tanto Madero con Carranza eran miembros dela aristocracia porfiristas,
ambos cultivaron una estrecha relación de amistad, desde la candidatura de
Madero en 1910. Tras la usurpación del Gobierno Federal. Venustiano Carranza,
fue de los pocos gobernadores de la Republica que se enfrenta al gobierno
usurpador de Huerta.
El Plan de Guadalupe, firmado el 26 de marzo
de 1913, proclama lo siguiente:
1º.- Se desconoce al general Victoriano
Huerta como Presidente de la República.
2º.- Se desconoce también a los Poderes
Legislativo y Judicial de la Federación.
3º.- Se desconoce a los Gobiernos de los Estados
que aún reconozcan a los Poderes Federales que forman la actual Administración,
treinta días después de la publicación de este Plan.
4º.- Para la organización del ejército
encargado de hacer cumplir nuestros propósitos, nombramos como Primer Jefe del
Ejército que se denominará "Constitucionalista", al ciudadano
Venustiano Carranza, Gobernador del Estado de Coahuila.
5º.- Al ocupar el Ejército Constitucionalista
la Ciudad de México, se encargará interinamente del Poder Ejecutivo al
ciudadano Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército, o quien lo hubiere
sustituido en el mando.
6º.- El Presidente Interino de la República
convocará a elecciones generales tan luego como se haya consolidado la paz,
entregando el Poder al ciudadano que hubiere sido electo.
7º.- El ciudadano que funja como Primer Jefe
del Ejército Constitucionalista en los Estados cuyos Gobiernos hubieren
reconocido al de Huerta, asumirá el cargo de Gobernador Provisional y convocará
a elecciones locales, después de que hayan tomado posesión de su cargo los
ciudadanos que hubieren sido electos para desempeñar los altos Poderes de la
Federación, como lo previene la base anterior, al ciudadano que hubiese sido
electo.
Hacienda de Guadalupe, Coahuila.
Adiciones al Plan de Guadalupe
