*Dedico
gratamente este artículo para la próxima ciudadanía, a los estudiantes de la
Secundaria “Thomas Jefferson”: Karla Deyanira Rendón Higueredo, Christiane
Carrillo Moncayo, Alejandro Gutiérrez Rivera e Isacc Ávila Marin.
Eduardo de la Torre Jaramillo/ 14 de julio de 2012
Tribuna
Libre.-
Coincido plenamente con el presidente Felipe Calderón Hinojosa que Acción
Nacional debe encaminarse hacia su propia refundación, “reconstruido desde los
cimientos hasta la cúpula, piedra por piedra” y hay que tomarle la palabra pero
la ruta no es dentro de lo que podríamos llamar el “calderonismo”, es decir no
puede ni debe ser dirigido por su hermana, por su delfín (Ernesto Cordero) o su
amigo Salvador Vega, ya el propio presidente Calderón se equivocó al nombrar
por “dedazo” a Germán Martínez y a César Nava, implantando un rancio presidencialismo
en el interior del partido,-ésta observación se la debo a mi amigo Fernando
Pérez Vignola-; con ese hecho político,el mensaje hacia la militancia fue de
que la tradición democrática del panismo fue clausurada.
La refundación significa “regresar a los
orígenes”, lo que para mí fue la visión de Manuel Gómez Morín para crear el
único partido político que nació moderno, rescato su entrevista con los esposos
Wilkie, “el Partido Acción Nacional nació
para construir ciudadanía”, y no grupos o clanes que es una visión
premoderna de hacer política, esa es la única ruta de la refundación, además de
rescatar la cultura cívica.
Desde mi punto de vista, el calderonismo, es
como dicen los politólogos norteamericanos, un “pato cojo”, si se piensa que el
PAN sólo puede ser guiado por esa corriente gubernamental es un grave error,
tan sólo basta ver el gabinete del presidente Calderón, quizá el peor en los
últimos 100 años de gobierno; a diferencia del ignorante de Vicente Fox, quien
se rodeo de gente inteligente: Porfirio Muñoz Ledo, Jorge Castañeda, Adolfo
Aguilar Zinzer, Julio Frenk, Gilberto Rincón Gallardo, en el caso del
presidente Calderón, el signo distintivo fueron sus “cuates” y como cohesión su
lealtad inquebrantable a su persona.
De mi experiencia en los estados cuando
visitaba al panismo, existía una regla, era y es un partido familiar, donde la
familia hegemónica se repartía las regidurías, las diputaciones plurinominales
y las delegaciones federales, claro esto se ampliaba hacia sus “cuates”,
inclusive estaba hasta cooptado por los gobiernos del PRI, por eso el PAN dejó
de ser un partido meritocrático para darle paso a los clanes y a una sociedad
secreta como el Yunque.
Es importante resaltar que las mejores épocas
de Acción Nacional fueron cuando los dirigentes eran liberales, por ejemplo
Manuel Gómez Morín que fue presidente de 1939 hasta 1949, Adolfo Christlieb
Ibarrola (1962-1968) y Carlos Castillo Peraza (1993-1996). Ahora en su
refundación debe ser guiado por un liberal.
Por otra parte, la refundación pasa por abrir
al partido, ya que los candados paradójicamente los puso Felipe Calderón cuando
presidió al PAN, poner un tiempo para ser miembro adherente, después pasa un
año para ser miembro activo, tomar un curso y presentar un examen, toda esta tortuosa
ruta es como hacer la primera comunión en el interior de un partido político,
esto lo hace ser un partido encerrado en sí mismo, aquí se tienen que modificar
los criterios para ingresar al partido, así como reducir las elecciones
internas, es un partido que vive para sus elecciones internas, consejeros
municipales, estatales, nacionales, etc., quizá se deberían ampliar los años de
esos cargos para no cerrar la democracia interna.
Todo lo anterior es un proceso insufrible
para un político profesional, por ejemplo en mi caso, cuando decidí ingresar al
PAN, aquí en Veracruz me dijeron en el área de afiliación que “necesitaban
línea para mi afiliación”, opté por ingresar en el DF, particularmente en la
Delegación de Coyoacán, cuando termino como diputado federal decido regresar a
Xalapa y por supuesto cambiar mi residencia para hacer política en mi ciudad,
allí también me negaron el traslado hasta que tuve que hablar en el Comité
Ejecutivo Nacional; este es el PAN de Veracruz, de miras cortas que no prefiere
la experiencia, ni la trayectoria académica si no el vasallaje, la obediencia
ciega y la mentalidad burocrática; no están preparados para los ciudadanos y
menos para los que hacemos política desde la autonomía financiera e
intelectual.
Cuando fui candidato a diputado local en
2010, ni el Comité Estatal ni el Municipal apoyaron la candidatura, salvo los
65 mil pesos que me dieron a nivel estatal, inclusive, el dirigente municipal
estaba más pendiente de su suegro que fue candidato de las izquierdas; este año
cuando intenté ser candidato nuevamente por el número de votos que obtuve en
2010, mi primer suplente me llamó para decirme que el dirigente estatal me
pedía que no presentará mi candidatura, algo a lo que me negué, el resultado
fue el veto de 50 días a mi candidatura a través de mi segunda suplente, gané
jurídicamente el participar como precandidato en la elección interna, la cual
perdí, mi primera reacción fue aceptar la derrota pero cuando fui detectando
que me ganaron con el apoyo de la Sedesol, -como si el PAN fuera el PRI-, volví
a impugnar y nunca enviaron el recurso jurídico a la Comisión Nacional de
Elecciones del PAN.
Narro mi caso porque es ilustrativo la forma
depredatoria de hacer política en el interior del PAN, los pequeños infiernitos
van paulatinamente carcomiendo la visión moderna, democrática y cívica con la
cual nació este partido, hoy no hay líderes visibles y si muchos lastres
políticos a nivel nacional, no veo a los jóvenes panistas que sean el relevo,
la mayoría nació y creció viendo el neocorporativismo interno, quien controla
el padrón electoral gana las elecciones internas para fracasar en las
elecciones constitucionales, no hay cuadros políticos competentes ni
profesionales, todo es controlado por la nómina del partido o del gobierno
(claro hasta el 1 de diciembre).
Finalmente, si el PAN no se ciudadaniza corre
el riesgo de achicarse más, inclusive hasta su división interna, porque tampoco
se puede refundar con expriistas eso sería liquidar al PAN en sí mismo, espero
que el calderonismo no provoque una ruptura interna mayúscula, como ya lo vimos
en Nuevo León, Jalisco, Yucatán, Sinaloa, entre los más visibles. Por eso hay
que tomarle la palabra al presidente Calderón y hay que refundar al PAN desde
su propia historia