José Miguel Cobián | 06 julio de 2015
Tribuna Libre.- Al terminar la elección de diputados
federales, el 8 de junio pasado comenzaron a salir publicaciones de GB,
generando bienestar, la agrupación política del secretario de Gobierno
felicitando al Bronco por su triunfo en Nuevo León, lo cual hizo pensar a mucha
gente que el Ing. Gerardo Buganza sería el próximo candidato independiente a la
gubernatura, sobre todo porque no se ha afiliado al PRI, y ya tiene cinco años
que renunció al PAN. Sin embargo, todo
parece indicar, que lo que más le conviene después de la reacción a esa
propaganda es ir de candidato a diputado local en la plurinominal uno del
Partido Revolucionario Institucional. Lo
cual demostraría varias cosas, como el caso de que el gobernador es agradecido
con quien le sirve lealmente, y también que los estatutos del PRI se utilizan a
contentillo de quien manda.
Si quitamos a Buganza de la posible
candidatura independiente con viabilidad de tener éxito, quedan muy pocos
aspirantes que pudieran ganar en caso de lanzarse como independientes, de
hecho, por mi escaso conocimiento de la élite política de Veracruz, me
atrevería a decir que hay un solo candidato que pudiera ganar la elección
siguiendo el mismo camino del bronco, es decir ser primero un excelente alcalde
y luego ganar la gubernatura.
En la zona centro de Veracruz hay un grupo
político que ha cambiado el municipio de Orizaba en tres administraciones.
Primero fue alcalde Juan Manuel Diez, y comenzó una obra de tal magnitud que en
poco tiempo comenzó a diferenciarse su municipio de los de los
alrededores. Orizaba competía con
Córdoba, siendo una ciudad industrial, mientras que Córdoba era comercial.
Vino después Hugo Chaín, quien continuó la
obra de Diez, distanciando aún más a Orizaba del resto de los municipios, ya no
sólo aledaños, sino de todo el estado. Y hoy tenemos otra vez a Juan Manuel
Diez en la presidencia municipal, cosechando lo sembrado, a tal grado que
Orizaba ya se puede considerar el tercer municipio en cuanto a avance social y
económico de todo el estado, sólo debajo de Veracruz y Boca del Río.
Las ciudades que otrotra competían con
Orizaba hoy han quedado rezagadas, por la falta de visión de sus
gobernantes. Se justifican siempre con
el pretexto de que Orizaba es un municipio pequeño en extensión, que no tiene
zona rural, que por ser todo urbano ya no hay rezagos en pavimentación y
servicios, etc. Sin embargo en ningún otro municipio vemos a un alcalde que
promueva la instalación de plazas comerciales, un teleférico o cualquier otro
producto que atraiga al turismo regional.
No vemos un solo municipio con la calidad de pequeños parques y
plazuelas como Orizaba, los cuales son usados y disfrutados una y otra vez por
sus ciudadanos.
La transformación que ha logrado Juan Manuel
10 y su equipo político en tres alcaldías consecutivas es tan notable, que
ahora al llegar a Orizaba pareciera que uno cruzara el puente internacional de
Laredo Tamaulipas a Laredo Texas. Hasta
un recubrimiento especial le está poniendo a las principales avenidas, que le
garantiza 10 años libre de mantenimiento y baches en todas sus vías
principales.
Si su obra se llegara a conocer en todo el
estado, serían muchos los que optarían por votar por un candidato
independiente, con la esperanza de que Veracruz también sufra el mismo cambio a
nivel estatal que Orizaba ha sufrido a nivel municipal.
Así como Orizaba se esta convirtiendo en el
eje económico de la zona centro del estado, también Veracruz se podría
convertir en el eje y centro de todo el sureste de México. Privilegio del cual
el estado alguna vez gozó, pero que se ha visto mermado ante el empuje de
ciudades como Villahermosa y Mérida que les han dado a sus estados también un
lugar importante en la vida económica y social de esta parte de México.
Después del arrollador triunfo del PRI en la
última contienda electoral federal, en la cual casi se lleva carro completo en
las diputaciones federales, pocos pensarían que un candidato independiente
pudiera tener esperanzas de ganar una elección. Sin embargo, el clamor de los
veracruzanos por que su estado recupere el esplendor perdido es algo que
mueve. El orgullo del veracruzano y su
amor por Veracruz están por encima de cualquier preferencia partidaria. Así, un candidato independiente podría atraer
a todos aquéllos votantes que no desean que el tricolor continúe en el poder,
de tal forma que el voto útil de un 70% de los electores superaría con creces
al 30% de los votos que obtiene normalmente el PRI en el estado.
Adelantando vísperas, se me antoja pensar que
el partido en el poder no se quedaría con los brazos cruzados, y así como hubo
el estímulo a votar por el gato Morris en una elección pasada, así también
ahora, podría haber varios candidatos independientes con el fin de dividir el
voto en contra. Sin embargo, resultaría
muy difícil encontrar a un candidato que pudiera restarle votos a Juan Manuel
Diez.
La moneda está en el aire, pues hoy, este
futuro Bronco, trae acuerdos con algún precandidato, pero de no ser su gallo el
elegido, seguramente optará por esta opción, que le garantiza el triunfo, ya
libre de cualquier compromiso.